Lourdes Huerta es una niña de 10 años que vivió en carne propia el terror de permanecer dentro una de las aulas del colegio Rébsamen que hasta el momento, brigadistas mantienen labores de rescates de víctimas que quedaron atrapados por el terremoto del pasado 19 de septiembre en la Ciudad de México.

Lulú como prefiere llamarse, narró en una breve entrevista cómo fue que vivió los momentos del terremoto bajo un semblante de valentía pero con cierta melancolía, en una inocente escena donde se le ve cargando su oso de peluche en uno de sus brazos.

Dijo que en el momento del sismo, ella, su maestra y algunos de sus compañeros se quedaron en su salón ubicado en la planta alta; la maestra les dio la instrucción de permanecer pegados a la pared hasta que se detuviera el movimiento.

De esta manera sobrevivió al embate, momentos después contó que recibió junto con sus compañeros asistencia psicológica. "Sí ayer fuimos a terapia, casi todos los de sexto fueron y los del salón de mi hermano".

A pregunta expresa que si sentía asustado, en su valentía remarcó:

Yo ya me había tranquilizado después de todo