La Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) presentó el informe de Avances en la disponibilidad de sustancias con fines médicos, el cual indica que en países con ingresos altos se ha abusado del consumo de opioides como la morfina y el fentanilo, y al contrario, en países con bajos ingresos hace falta disponibilidad de medicamentos a base de opioides y que se suministran a pacientes con enfermedades crónico-degenerativas y el dolor.
En el caso de México y otros países de bajos ingresos, la JIFE alertó sobre un incremento de enfermedades crónicas y trastornos mentales, situación que se agrava debido a la carencia de políticas públicas que garanticen el acceso a opioides, útiles para el control del dolor, los cuidados paliativos para pacientes terminales y la atención de alteraciones neurológicas.
Raúl Martín del Campo, miembro de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes, refirió que aún existe una gran brecha de acceso a opioides y psicotrópicos en los servicios de salud de los países, incluyendo los altos costos, por lo que hizo un llamado a los gobiernos a construir un cambio para tener accesibilidad de medicamentos, revisar los sistemas de salud y legislaciones, pero sobre todo capacitar a sus médicos para su correcta aplicación. Recalcan que en la Ciudad de México el personal médico capacitado y autorizado para prescribir medicamentos controlados para el manejo del dolor es insuficiente.
Por su parte Héctor Valle, presidente ejecutivo de la Fundación Mexicana para la Salud, sostuvo que en nuestro país, Baja California, Nuevo León, Jalisco y la Ciudad de México, son los estados que mas medicamentos consumen.