La sociedad mexicana pasa por una crisis de legalidad, de ruptura del tejido social y moralidad debido a la constante violación de la ley o su uso como ficha de negociación, advirtió el cardenal Carlos Aguiar Retes.
"Tenemos una crisis de legalidad. Los mexicanos no hemos sabido dar la importancia a las leyes en el ordenamiento de la convivencia social. Se ha extendido la actitud de considerar la ley no como norma para cumplirse, sino para negociarse", dijo durante la ceremonia de conmemoración del Día de la Universidad Pontificia de México (UPM).
Acompañado por el rector de la UPM, Mario Ángel Flores Ramos, el también Arzobispo Primado de México dijo que el signo más grotesco de esta crisis de legalidad es la corrupción, mal que aqueja a muchos sectores de la sociedad y que a lo largo de varias administraciones ha proliferado sin poder contenerla. Otra de las crisis que genera la falta de legalidad es el del tejido social, donde se sabe que romper las leyes tiene un costo ínfimo al que debería, genera que incluso el valor del mandamiento “no matarás” queda sin importancia.
"Se tolera de que cualquier persona haga lo que le venga en gana con la certeza de que nadie le diga nada", aseveró Aguiar Retes.
El Cardenal llamó a los fieles católicos a no buscar culpables de esta crisis, sino a trabajar como sociedad para resolverla, cada uno desde su responsabilidad como ciudadano.
"Estamos ante una problemática compleja y la responsabilidad de responder a los desafíos que representa es de todos los mexicanos. Perdemos el tiempo cuando buscamos culpables o esperamos pasivamente que sea sólo el gobierno el que dé soluciones a problemas que son de todos", comentó.
Por su parte, el rector de la UPM aseguró que la institución educativa a su cargo tomará el papel que le corresponde como parte de la solución de los problemas que tiene nuestro país, en especial ahora que pasamos por un momento de cambio tras el resultado electoral del año pasado.
El compromiso de la UPM, añadió, es el de sumar esfuerzos en contra de la desigualdad, pobreza y trabajo indigno, problemas que aquejan al pueblo de México desde hace tiempo sin que se de solución en perjuicio de quienes menos tienen.