México, como siempre, hace un buen trabajo con los migrantes.

Hace todo para incorporarlos de manera suave al trabajo, para integrarlos a Baja California, que necesita mucha mano de obra. Y con ello, este país demuestra que la migración no es un problema.

La migración es algo productivo, afirma el embajador de Haití en México, Guy Lamothe.

De acuerdo con las autoridades de Trabajo y Previsión Social de Baja California, dos mil 700 haitianos laboran en Tijuana y otros 700 más en Mexicali y están inscritos en el Seguro Social, hay otros que no trabajan en fábricas, pero lo hacen por su cuenta.

El diplomático haitiano, señala en entrevista que hay quienes tienen restaurantes, salones de belleza, guarderías. Y otros más establecieron pequeñas empresas, (tiendas) Pymes, para vender a sus compatriotas.

Refiere que en el norte de la República habrá entre tres mil 500 a cuatro mil haitianos, que en 2016 arribaron a la frontera con Estados Unidos. Venían de Brasil.

“Una parte pudieron entrar antes de que cerrarán la frontera y el resto se quedó en Tijuana sobre todo, donde tienen residencia y cuentan con una forma migratoria por razones humanitarias”.

Ufano, el diplomático comenta: “Ciertamente, los mexicanos propician un acercamiento con los haitianos. Hemos celebrado 45 bodas y ya tenemos 75 nuevos mexicano-haitianos”.

Cultura, religión, asociaciones de la sociedad civil y economía son pilares para una buena integración de los migrantes en una ciudad como Tijuana, afirma.

CAMBIO EN LA POLÍTICA MIGRATORIA

El diplomático considera que es evidente el cambio en la política migratoria de México.

“Desde agosto del año pasado, el presidente Andrés Manuel López Obrador, en ese momento presidente electo, manifestó un ánimo y deseo de cercanía con la gente del Caribe, particularmente con Haití. Así lo sentí cuando fui recibido por él como decano del Grupo de Embajadores Latinoamericanos”.

“Sabemos también que para él, Centroamérica y el Caribe, van a ocupar un sitio importante en sus programas de promoción económica y cultura y de manejo a la migración”, precisa.

“Estamos trabajando de manera abierta, con una prospección de apertura con los mexicanos”, dice el embajador con entusiasmo al preguntarle por los haitianos en Baja California.

Refiere que sus paisanos en Tijuana y Mexicali están muy bien. “La mano de obra haitiana es bien apreciada, por su deseo de trabajar y ellos, están muy contentos de ser recibidos por México”.

SOLIDARIDAD ENTRE MIGRANTES

Ante las caravanas de migrantes centroamericanos que llegan a la frontera, refiere que en el caso de Tijuana, los haitianos se han organizado y los sábados, cada 15 días, distribuyen alimentos entre los centroamericanos que esperan pasar a los Estados Unidos. Lo hacen, para agradecer a los centroamericanos porque ellos, cuando pasaron por sus países de camino a los Estados Unidos, fueron bien tratados por los ciudadanos de Honduras.

“Ellos dicen que es solidaridad con los centroamericanos, porque los haitianos estaban en la misma situación hace año y medio, dos años y entonces, ayudan a sus hermanos migrantes de otros países”.

En cuanto a la situación de los haitianos en el seno de la comunidad, refiere que ya muchos van a la Universidad Autónoma de Baja California.

“Una gran mayoría de los haitianos en México tienen diplomas universitarios.

Recientemente encontré un médico en ese grupo. Hay otros con licenciatura en Computación, que ya trabajan allá”.

Tan integrados están que ya tienen en Tijuana una Iglesia Bautista que comparten con un pastor mexicano. Reciben cada sábado y domingo de 300 a 400 haitianos en sus ceremonias religiosas.