El despliegue de casi 12 mil elementos de la Guardia Nacional en 11 municipios de la frontera sur, para contener el paso de migrantes hacia Estados Unidos, ha desplazado las rutas migratorias a áreas donde los indocumentados son más vulnerables a los ataques por parte de grupos criminales y funcionarios corruptos, alerta la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA por sus siglas en inglés).
En su último informe, titulado “El muro antes del muro: El aumento de medidas contra la migración en la frontera sur de México”, la organización destaca que los corredores adyacentes a las costas del Pacífico y el Golfo de México, por donde tradicionalmente viajaban los migrantes para llegar a la Unión Americana, están experimentando menos tráfico, mientras que los grupos criminales continúan operando en un corredor "central" que atraviesa el terreno rural y montañoso, por donde ahora los migrantes buscan pasar.
“En lugar de brindar protección a los migrantes que están huyendo de la violencia y la persecución, el gobierno mexicano les está poniendo en más peligro con su enfoque principal de detener y deportar. Los migrantes continúan sufriendo asaltos, robos, violaciones y secuestros a manos de grupos criminales en toda la zona fronteriza del sur, y la mayoría de estos casos permanecen impunes”, afirma el documento, el cual examina el impacto de la política migratoria impuesta por el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, bajo la amenaza arancelaria de Estados Unidos.
Advierte, además, que la implementación de las nuevas medidas punitivas, sin destinar mayores recursos, ha puesto el sistema de asilo al borde del colapso, y que los agentes del Instituto Nacional de Migración (INM), a menudo no informan a los migrantes detenidos sobre sus derechos.
“El aumento del control en los cruces ha obligado a los migrantes a viajar en áreas más remotas y peligrosas, fomentó condiciones infernales en las estaciones migratorias, y empujó a la nueva Guardia Nacional de México a asumir un papel que no está preparado para desempeñar”, afirma el documento.
Al respecto, el INM dijo que respeta el derecho de las personas extranjeras de solicitar asilo y en consecuencia los agentes federales de migración tienen la instrucción de informar a los migrantes sobre su derecho a solicitar la condición de refugiado.
Adam Isacson, director para la Defensa de WOLA, destacó que México puede evitar que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, le imponga aranceles deteniendo y deportando a un número récord de personas, pero pierde terreno ante los grupos criminales que explotan a los migrantes temerosos.
“Para los traficantes de personas, estas políticas punitivas son solo un obstáculo: no van a la quiebra. Mientras tanto, los albergues y las estaciones migratorias están rebasados y los problemas que obligan a las familias a huir de sus países siguen vigentes. El gobierno mexicano debe abandonar estas desastrosas medidas antes de que los costos humanos aumenten aún más”, alertó.
Según WOLA, México detuvo a 169 mil 932 migrantes entre enero y octubre de este año, 50 por ciento más que en el mismo período en 2018. Más de 31 mil migrantes fueron detenidos en junio, justo después de las amenazas de aranceles del presidente Trump, un récord en las detenciones mensuales que no se había registrado desde el inicio del registro público en 2001.
En entrevista con El Sol de México, Eunice Rendón, especialista en temas de migración, comentó que sí hubo un aumento de las detenciones a partir de la llamada de atención que hiciera Donald Trump con el tema de los aranceles, pero no solamente hay que enfocarse en las detenciones sino también en los regresos asistidos.
“Los regresos asistidos son parte de lo mismo, simplemente hicieron que las personas firmaran que de ‘manera voluntaria’ les firmará que querían regresar a su país de origen, pero eso era una deportación”.
El informe sostiene que las detenciones y deportaciones de ciudadanos de país del Triángulo Norte (El Salvador, Honduras y Guatemala), además de Cuba, Nicaragua y Haití se han disparado en comparación con el 2018.
Ante esto, Eunice Rendón recordó que esta situación se complicó con el arribo de las caravanas de migrantes porque México no estaba preparado para recibirlas y eso dificultó la operación del gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
“Antes de la amenaza de los aranceles de Trump y de este tema de ayuda migratoria, ha tenido éxito esta política porque se ha reducido en 60 por ciento el flujo migratorio hacia los Estados Unidos”.
La especialista recordó que antes existió un acuerdo entre México y Estados Unidos sobre una política llamada “Permanece en México” y ahí “es donde se complicó para nuestro país porque eso significa que todos los que quieran pedir asilo en Estados Unidos tendrían que esperar en México su proceso y estas acciones se hacen en carpas inhumanas, violando derechos”.
WOLA detalló que al término de este 2019, México ha contabilizado más de 70 mil solicitudes de asilo, un aumento de más de 125 por ciento en comparación con el año pasado, siendo Chiapas en donde se llevaron a cabo la mayoría de ellas.
Con información de Carlos Lara