No obstante que la participación femenina en la economía se incrementó notablemente en las últimas tres décadas, es muy baja su representación en los sindicatos de las empresas. Su presencia se circunscribe a 2 mujeres de 47 cargos de dirigencia en la CTM; de solo una de 25 puestos en la CROM y son 3 las que figuran de 25 sitios de dirección en la Central FSTSE y ninguna en el Sindicato Mexicano de Electricistas.
“En promedio, la participación de las mujeres en los puestos de dirección es de solo el 8%”, afirmó la doctora María de Lourdes Valdés Galán, dirigente de la Confederación de Equidad e Integración Nacional (Confedin), en el Foro virtual Internacional “La mujer, nueva cara del sindicalismo en México y Latinoamérica”.
Fundadora de esta central obrera única en el país y casi en toda América Latina que dirige una mujer, manifestó “no ha sido fácil introducirse en un territorio de hombres y aun así, conformé la Confederación Mexicana de Autotransporte Rosa, A.C., en 2012, enfocada en la inclusión de la mujer en oficios no tradicionales, como la construcción y el transporte en todas sus modalidades”.
Manifestó que conocer de las vicisitudes de las trabajadoras, de sus sacrificios, carencias y derechos trastocados, sobre todo, bajos salarios, extensas jornadas de trabajo, la llevó conformar un sindicalismo por y para mujeres, que hoy en día, coincide con la reforma laboral “que vino a marcar grandes transformaciones y nos da la pauta para lograr la tan ansiada justicia social”.
Y para la rectora de la Universidad del Valle de México (UVM), Mercedes Poiré Romero, el papel de las mujeres y el papel del sindicalismo en México, “desde mi perspectiva, implica un doble reto: revalorar el papel de los sindicatos, que han sido sobre politizados y revalorar el papel de la mujer en el ámbito laboral y sindical, particularmente”.
Subrayó que como ocurre en el ámbito laboral y en muchos otros, la mujer también ha sido marginada en el medio sindical. “Los retos son múltiples. De acuerdo con información de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), hay tasas de afiliación promedio de mujeres a los sindicatos que alcanzan el 42% del total de sus afiliados; pero las posiciones de poder en su mayoría siguen ocupadas por hombres”.
Afirmó que estereotipos, agendas, falta de reconocimiento, entre otros, son factores que llevan a que la mujer que forma parte del sindicato, difícilmente ostente un papel de liderazgo.
Y Judith Guerra, quien fue la primera mujer en ser directora regional de la IATA que es la Asociación Internacional del Transporte Aéreo, por sus siglas en inglés, durante 18 años, comentó:
“Soy una afortunada por trabajar en el sector turismo donde el 60% de la fuerza de trabajo somos mujeres. Estamos solo detrás de los sectores educativo y de salud”, comentó ante los asistentes al Foro que en México fue presencial y virtual para mujeres sindicalistas de Canadá a la Patagonia.
De la escasa participación femenina al frente de sindicatos, señaló que de acuerdo a cifras de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), solo 60 de 1,200 sindicatos son dirigidos por mujeres.
Y en cuanto a los ingresos, las mujeres perciben hasta 30% menores salarios que los hombres trabajos iguales.
Comentó que ahora con el T-MEC, la reforma en materia de subcontratación, los sindicatos deben modernizarse. “La igualdad de género es fundamental en la sociedad”, expresó.
Mientras más mujeres haga en los liderazgos, mejores sindicatos habrá
SE REQUIERE MAYOR PARTICIPACIÓN FEMENINA
La vicepresidenta de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), Marcela Heredia Izquierdo, comentó que el mayor reto en México es que haya mayor participación de las mujeres.
En la Ciudad de México de 368 empresas, solo 57 son dirigidas por mujeres. En este sentido, el país tiene el peor desempeño, en la posición 122 de 156 países en el Índice Global.
Y de acuerdo al INEGI con el 51.2% de la población femenina, el 29% trabaja en el sector informal y sus percepciones son menores en 34% que las de los hombres, comentó.
La joven abogada Erika Mora, desde Washington, líder de un Movimiento a favor de la Mujer en la Unión Americana, dijo que la violencia de género y la discriminación contra las trabajadoras es doble: por ser mujeres y por ser latinas.
Además, el sueldo para las mujeres trabajadoras es hasta 5 veces más bajo. “Por eso vine a Estados Unidos a luchar”, dijo.
Habló del papel de los sindicatos en el vecino país y dijo que es muy importante.
Refirió que países como Finlandia o Bulgaria que tienen muchas mujeres en puestos de dirección, hay menor violencia.
Fue el magistrado de la 8ª Sala del Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje, Alan Eduardo González Zebadúa, quien antes de clausurar este Foro Virtual Internacional, en el que participaron más de 2 mil mujeres sindicalistas, comentó:
“Es una injusticia en materia laboral que se discrimine a las mujeres porque son más eficientes, más comprometidas, más preparadas”.
Manifestó que la reforma a la Ley Federal del Trabajo, abrió la puerta para la participación sindical de las mujeres; pone coto a la discriminación, al acoso laboral y sexual, incluso quedan fuera del sindicato los acosadores.
Y tras congratularse de ser el único varón que participó en este Foro, “porque todas fueron mujeres”, afirmó: “Juntos luchemos, codo a codo, hombres y mujeres”.