Las mujeres periodistas sufren acoso, discriminación y otros tipos de violencia en su trabajo señala el Informe Mujeres periodistas y salas de redacción elaborado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y que ayer presentó junto a la Alianza de Medios Mx.
“La información reseñada en este informe revela que, aunque se han registrado avances, un número significativo de mujeres siguen enfrentando barreras basadas en sesgos de género para acceder a los medios de comunicación (...) En muchas redacciones también se registra una alta prevalencia de situaciones de violencia y/o acoso sexual, entre otras formas de violencia basada en género”, dice el informe.
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El documento señala que el hecho de que en muchas redacciones no se ha avanzado en la elaboración de estrategias contra de la discriminación y violencia de género contribuye a su perpetuación e impide su correcto abordaje.
Por eso, entre sus recomendaciones está “[establecer] políticas internas con disposiciones específicas en materia de violencia y discriminación basada en género, con énfasis en el acoso laboral. Estas políticas deben ser diseñadas con la participación activa de las mujeres que se desempeñan en cada una de las empresas”.
A las empresas periodísticas, recomienda adoptar políticas en materia de igualdad de género, como “acciones sistemáticas de capacitación para todo el personal que trabaja en los medios de comunicación sobre el contenido y alcance de sus disposiciones, a fin de fomentar el pleno respeto de esta política”.
En el caso de las periodistas mexicanas, el informe señala que enfrentan inestabilidad económica en el ejercicio de la profesión y señalan que existe una brecha salarial por cuestiones de género.
“Muchas de ellas declaran que los ingresos que reciben por su labor periodística no son suficientes para solventar su costo de vida, lo que las obliga a tener otros trabajos paralelos. Esta multiplicidad de empleos, a la que se suma el trabajo doméstico no remunerado, les genera una sobrecarga de tareas que impacta no sólo en el ejercicio de su profesión sino también en su salud y otros aspectos de su vida personal”.
Durante la presentación del estudio en el Museo Memoria y Tolerancia de la Ciudad de México, Adriana Ramirez, integrante de La Red Internacional de Periodistas con Visión de Género (RIPVG) y responsable de Redes de Periodistas, Libertad de Expresión y Género en CIMAC señaló que el informe rescata desde la propia violencia que viven las mujeres periodistas y va desde un panorama regional, en una dimensión que adquieren ahora los temas de derechos humanos y la transformación feminista.
“Habla de las causas estructurales de desigualdad y es importante que en el informe deben estar representados los derechos de las mujeres, que puedan dar una pauta para que las empresas recuperen estos avances y análisis”, destacó.
Además lamentó que cada 40 horas una mujer periodista es agredida en México.
Sara Lovera, de Sem México, recordó cómo en los años 70, cuando ingresan de manera masiva las mujeres a los medios, existía el acoso, la descalificación y discriminación, y que las periodistas sólo cubrían temas sociales como bautizos, al estar relevadas de la fuente política.
Sí se percibía la discriminación y la descalificación
Verónica Espinosa, corresponsal de la revista Proceso e integrante de Red Mex de periodistas, expresó que en las redacciones de los medios sigue presente la normalización del acoso, hostigamiento sexual y laboral. Al igual que existe la ausencia de posturas contundentes desde las direcciones para frenar esta problemática.“Estamos muy atoradas”, dijo.
Por su parte, Catalina Ruiz Navarro, columnista en El Espectador y directora de la Revista Volcánicas expuso que la violencia hacia las mujeres periodistas no sólo se percibe en las salas de redacción, también ocurre desde internet, en las páginas de los medios, blogs y redes sociales.
“Internet nos ha enfrentado a la violencia y serie de discursos violentos que enfrentamos las mujeres periodistas (…) Machismo y misoginia empezaron a verse por escrito en internet”, ejemplificó.
Por otra parte, en cuanto a las redacciones contó cómo compañeras periodistas del periódico El Espectador hace seis años no podían ir en falda, porque sus compañeros les chiflaban y acosaban, por lo que debían usar pantalón.
E insistió en que este tipo de conductas les truncan las carreras en el periodismo a las mujeres, además de que existe una enorme cantidad de talento fugado de las mismas, porque no pueden continuar aguantando la violencia en las redacciones.
Al respecto Andrea Miranda, editora general de el Debate, coincidió en que los dueños de los medios en la mayoría de las ocasiones no se enteran de lo que sucede en las salas de redacción.
“No llegan a sus oídos las quejas, menos en una cobertura de una reportera, fotógrafa o camarógrafa”, lamentó.
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