/ viernes 11 de marzo de 2022

Mujeres sin Filtro: Tres historias de fracaso desde la visión femenina

Fuckup Nights presenta Mujeres sin Filtro, un espacio donde las mujeres cuentan sus historias de fracaso pero también muestran sus fortalezas

Las historias de fracaso no siempre son cosas que se quieren contar, muy a menudo las guardamos para nosotros y nadie más pero muchas veces esas historias de fracaso pueden ayudarnos a crecer o incluso a otras personas.

En Mujeres sin Filtro, una edición especial de Fuckup Nights, hablar del fracaso no está mal y no es vergonzoso, pues se comparten historias de mujeres que han fracasado pero que han aprendido de ello.

Te puede interesar: “A toda madre… Tierra”: Luchar por ellas es luchar por todos

En este espacio de mujeres y para mujeres, se busca la sororidad y empatía mostrando las vulnerabilidades y fortalezas a las que muchas mujeres se enfrentan en México, donde el género es pieza clave de la construcción de privilegios sociales.

En esta tercera edición se contaron tres historias de fracaso empresarial, pero que abrieron paso a un nuevo crecimiento profesional y personal de estas tres mujeres.

“Por ella lo perdí todo”

Su caso se volvió viral en julio de 2020, plena pandemia, luego que de denunciara su despido como profesora de la Universidad La Salle por ser trans, lo que causó indignación entre la sociedad.

Daniela Muñoz Jiménez, CEO y Fundadora de ioio.com y TransSalud.co, fue invitada a participar y contar su historia de fracaso y cómo logró convertirse en la emprendedora que es hoy.

“Lo único imposible es lo que no se intenta”, considera Daniela quien contó que su historia inició cuando decidió dejar de ser Daniel, un médico, filósofo, científico, pianista, director médico, un hombre exitoso.

En el momento que decidió decirle a su familia que era ella, perdió todo, su matrimonio, sus empleos; todo por su apariencia.

Se quedó sin el último empleo y en su búsqueda por hacer algo y no enfrentarse a la discriminación nació io-io, una app que permite a las personas rentar cualquier cosa

Mientras nacía su proyecto, el único empleo que tenía era en La Salle, pero rector de la institución, le dijo que no estaba conforme con su apariencia porque “esa no era la imagen de un doctor”.

Fue despedida por primera vez y al transicionar completamente de género, denunció el despido y fue contratada como mujer, sin embargo la institución fue disminuyendo gradualmente el número de clases que le asignaba.

El 8 de marzo de 2020 se armó de valor y denunció su segundo despido de la institución, quien argumentó que ya no había dinero por la pandemia; en ese momento se dedicó por completo a su aplicación, pero vendrían más caídas por no escuchar a su equipo de modelo de negocios; de todo esto Daniela aprendió y considera que “las grandes cosas, los grandes logros son siempre colectivos no individuales”.

“La pandemia, el momento en donde todos perdimos tanto”

Denisse Pérez, master coach creadora del sistema @phitchallenge y la franquicia 4ugym, logró sobreponerse a uno de los momentos que más han marcado su vida, la pandemia.

Su primer gimnasio lo abrió en octubre de 2007, Denisse cree que es un trabajo que se cuenta rápido, pero que son horas y horas de trabajo, pero también cree en la suerte y ella dice tenerla ya que logró crecer rápidamente.

Gracias a su trabajo y un gran apoyo, su madre, logró convertir su proyecto en una franquicia.

Después de años de trabajo y caídas, tenía muchas historias de fracaso, desde pasar por una fatiga crónica hasta no tener para pagar la renta. Un día tocó el narcotráfico a la puerta de su negocio y entendió que hay gente y lugares en los que no te debes meter, aunque quieras crecer y eso, dijo, es una realidad del país.

Esta es la segunda vez que participa en Mujeres sin Filtro, la primera vez contó el incendio de uno de sus gimnasios en la Ciudad de México, lo perdió todo y también aprendió mucho, pero ninguno de sus fracasos en todos esos años de trabajo le enseñó tanto como el de ahora.

La pandemia, el momento en donde todos perdimos tanto… “Era un 20 de marzo cuando llegó el primer aviso donde me decían que tenía que cerrar los gimnasios, yo pensé que iba a ser un par de días, un par de semanas, pero empezaron a pasar los días, los meses” relató Denisse.

Ella tenía que tomar decisiones, decisiones que afectaban a 120 colaboradores, 50 mil phiters, franquiciatarios y 5 mil clientes; nadie tenía trabajo, nadie tenía certidumbre, lo que ella hiciera dependía de esas decisiones.

Así que comenzó a cerrar y a liquidar como correspondía, devolver membresías y reembolsos, “13 años de trabajo se iban al caño, mi vida se desmoronaba y yo seguía trabajando porque según yo era lo que mejor sabía qué hacer”

Llegó el día de cerrar el último gimnasio, que fue el primero en abrir, su matriz, donde se encontraba su oficina,todos se fueron y se quedó sola, lloró y se sintió culpable de todas esas cosas que no hizo, de no llegar a cumpleaños y viajes importantes, de llegar tarde a funerales.

“La pandemia me enseñó muchísimo, me enseñó que cuando el para qué es suficientemente grande, el cómo se va a acomodar”.

Denisse logró reponerse y migrar a la parte digital, y está segura “que la vida es muy corta para vivirse de modo avión, eres más que un proyecto que pueda acabar en cajas”.

El Simon Leviev mexicano

Historias como la del famoso estafador de Tinder, se encuentran en cualquier parte y en México no es la excepción, aunque muchos creerían que esto no podría suceder a mujeres emprendedoras de nuestro país si pasa y Mercedes Palomar, Fundadora de Lady Multitask, fue víctima de un estafador profesional que la llevó al fracaso, pero que logró reponerse.

Con el lema “Las amigas de mis amigas son mis amigas” y trabajando a lado de su hermana, creando un espacio de confianza para las mujeres, la fundadora de Lady Multitask vivió algo muy similar a la famosa historia de Netflix.

Mercedes llevaba año y medio con su comunidad que había crecido rápidamente, por lo que decidieron buscar a un asesor para ayudarse en la parte empresarial de su proyecto; ella conocía a la persona perfecta, había sido su profesor de emprendimiento en la universidad y había ayudado a sacar muchos proyectos de emprendimiento con éxito.

Lo presentó con sus socias y ellas aceptaron, el plan era que trabajara por cuatro meses entregara y se fuera, pero a los cuatro meses Simon ya era el director de finanzas con acceso libre a las cuentas de Lady Multitask.

Todo iba bien, cuando llegó su primer evento importante y ahí se encontró con una amiga, quien le dijo que su familiar había invertido en su empresa, cosa que ella negó y que incluso pensó en que seguramente había alguna persona usando el nombre de la empresa y estafando a las personas, sin imaginar que esa persona estaba a su lado y dentro de Lady Multitask.

Pasaron los meses y se llegó fin de año y debían pagar, el estafador les prometía que iba devolver el dinero, pero no fue así. Luego de un tiempo recibió la llamada de una amiga preguntándole si aún laboraba con ellas Simon, pero ella le dijo que no, la amiga le confirmó lo que ya sabía, pero no quería ver, él era un estafador profesional y había estado vendiendo acciones de su empresa a base de mentiras, en seis meses la estafa era de 20 millones de pesos.

Esta situación llevó a Mercedes a grandes aprendizajes, entendió que ningún emprendedor puede desentenderse de las finanzas de su empresa, a hacer caso a las señales que hay y no ser tan confiados.

Las emprendedoras sabemos lidiar con el fracaso y con las malas decisiones, dice Mercedes Palomar.

Las historias de fracaso no siempre son cosas que se quieren contar, muy a menudo las guardamos para nosotros y nadie más pero muchas veces esas historias de fracaso pueden ayudarnos a crecer o incluso a otras personas.

En Mujeres sin Filtro, una edición especial de Fuckup Nights, hablar del fracaso no está mal y no es vergonzoso, pues se comparten historias de mujeres que han fracasado pero que han aprendido de ello.

Te puede interesar: “A toda madre… Tierra”: Luchar por ellas es luchar por todos

En este espacio de mujeres y para mujeres, se busca la sororidad y empatía mostrando las vulnerabilidades y fortalezas a las que muchas mujeres se enfrentan en México, donde el género es pieza clave de la construcción de privilegios sociales.

En esta tercera edición se contaron tres historias de fracaso empresarial, pero que abrieron paso a un nuevo crecimiento profesional y personal de estas tres mujeres.

“Por ella lo perdí todo”

Su caso se volvió viral en julio de 2020, plena pandemia, luego que de denunciara su despido como profesora de la Universidad La Salle por ser trans, lo que causó indignación entre la sociedad.

Daniela Muñoz Jiménez, CEO y Fundadora de ioio.com y TransSalud.co, fue invitada a participar y contar su historia de fracaso y cómo logró convertirse en la emprendedora que es hoy.

“Lo único imposible es lo que no se intenta”, considera Daniela quien contó que su historia inició cuando decidió dejar de ser Daniel, un médico, filósofo, científico, pianista, director médico, un hombre exitoso.

En el momento que decidió decirle a su familia que era ella, perdió todo, su matrimonio, sus empleos; todo por su apariencia.

Se quedó sin el último empleo y en su búsqueda por hacer algo y no enfrentarse a la discriminación nació io-io, una app que permite a las personas rentar cualquier cosa

Mientras nacía su proyecto, el único empleo que tenía era en La Salle, pero rector de la institución, le dijo que no estaba conforme con su apariencia porque “esa no era la imagen de un doctor”.

Fue despedida por primera vez y al transicionar completamente de género, denunció el despido y fue contratada como mujer, sin embargo la institución fue disminuyendo gradualmente el número de clases que le asignaba.

El 8 de marzo de 2020 se armó de valor y denunció su segundo despido de la institución, quien argumentó que ya no había dinero por la pandemia; en ese momento se dedicó por completo a su aplicación, pero vendrían más caídas por no escuchar a su equipo de modelo de negocios; de todo esto Daniela aprendió y considera que “las grandes cosas, los grandes logros son siempre colectivos no individuales”.

“La pandemia, el momento en donde todos perdimos tanto”

Denisse Pérez, master coach creadora del sistema @phitchallenge y la franquicia 4ugym, logró sobreponerse a uno de los momentos que más han marcado su vida, la pandemia.

Su primer gimnasio lo abrió en octubre de 2007, Denisse cree que es un trabajo que se cuenta rápido, pero que son horas y horas de trabajo, pero también cree en la suerte y ella dice tenerla ya que logró crecer rápidamente.

Gracias a su trabajo y un gran apoyo, su madre, logró convertir su proyecto en una franquicia.

Después de años de trabajo y caídas, tenía muchas historias de fracaso, desde pasar por una fatiga crónica hasta no tener para pagar la renta. Un día tocó el narcotráfico a la puerta de su negocio y entendió que hay gente y lugares en los que no te debes meter, aunque quieras crecer y eso, dijo, es una realidad del país.

Esta es la segunda vez que participa en Mujeres sin Filtro, la primera vez contó el incendio de uno de sus gimnasios en la Ciudad de México, lo perdió todo y también aprendió mucho, pero ninguno de sus fracasos en todos esos años de trabajo le enseñó tanto como el de ahora.

La pandemia, el momento en donde todos perdimos tanto… “Era un 20 de marzo cuando llegó el primer aviso donde me decían que tenía que cerrar los gimnasios, yo pensé que iba a ser un par de días, un par de semanas, pero empezaron a pasar los días, los meses” relató Denisse.

Ella tenía que tomar decisiones, decisiones que afectaban a 120 colaboradores, 50 mil phiters, franquiciatarios y 5 mil clientes; nadie tenía trabajo, nadie tenía certidumbre, lo que ella hiciera dependía de esas decisiones.

Así que comenzó a cerrar y a liquidar como correspondía, devolver membresías y reembolsos, “13 años de trabajo se iban al caño, mi vida se desmoronaba y yo seguía trabajando porque según yo era lo que mejor sabía qué hacer”

Llegó el día de cerrar el último gimnasio, que fue el primero en abrir, su matriz, donde se encontraba su oficina,todos se fueron y se quedó sola, lloró y se sintió culpable de todas esas cosas que no hizo, de no llegar a cumpleaños y viajes importantes, de llegar tarde a funerales.

“La pandemia me enseñó muchísimo, me enseñó que cuando el para qué es suficientemente grande, el cómo se va a acomodar”.

Denisse logró reponerse y migrar a la parte digital, y está segura “que la vida es muy corta para vivirse de modo avión, eres más que un proyecto que pueda acabar en cajas”.

El Simon Leviev mexicano

Historias como la del famoso estafador de Tinder, se encuentran en cualquier parte y en México no es la excepción, aunque muchos creerían que esto no podría suceder a mujeres emprendedoras de nuestro país si pasa y Mercedes Palomar, Fundadora de Lady Multitask, fue víctima de un estafador profesional que la llevó al fracaso, pero que logró reponerse.

Con el lema “Las amigas de mis amigas son mis amigas” y trabajando a lado de su hermana, creando un espacio de confianza para las mujeres, la fundadora de Lady Multitask vivió algo muy similar a la famosa historia de Netflix.

Mercedes llevaba año y medio con su comunidad que había crecido rápidamente, por lo que decidieron buscar a un asesor para ayudarse en la parte empresarial de su proyecto; ella conocía a la persona perfecta, había sido su profesor de emprendimiento en la universidad y había ayudado a sacar muchos proyectos de emprendimiento con éxito.

Lo presentó con sus socias y ellas aceptaron, el plan era que trabajara por cuatro meses entregara y se fuera, pero a los cuatro meses Simon ya era el director de finanzas con acceso libre a las cuentas de Lady Multitask.

Todo iba bien, cuando llegó su primer evento importante y ahí se encontró con una amiga, quien le dijo que su familiar había invertido en su empresa, cosa que ella negó y que incluso pensó en que seguramente había alguna persona usando el nombre de la empresa y estafando a las personas, sin imaginar que esa persona estaba a su lado y dentro de Lady Multitask.

Pasaron los meses y se llegó fin de año y debían pagar, el estafador les prometía que iba devolver el dinero, pero no fue así. Luego de un tiempo recibió la llamada de una amiga preguntándole si aún laboraba con ellas Simon, pero ella le dijo que no, la amiga le confirmó lo que ya sabía, pero no quería ver, él era un estafador profesional y había estado vendiendo acciones de su empresa a base de mentiras, en seis meses la estafa era de 20 millones de pesos.

Esta situación llevó a Mercedes a grandes aprendizajes, entendió que ningún emprendedor puede desentenderse de las finanzas de su empresa, a hacer caso a las señales que hay y no ser tan confiados.

Las emprendedoras sabemos lidiar con el fracaso y con las malas decisiones, dice Mercedes Palomar.

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