A la semana, las mujeres en México destinan en promedio 22 horas a los quehaceres domésticos y 28 horas al cuidado de otras personas, lo que equivale a 2.5 veces el tiempo que dedican los hombres a estas actividades, señaló el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
Durante la presentación del Informe de Evaluación de la Política de Desarrollo Social 2020, José Nabor Cruz Marcelo, secretario ejecutivo del Coneval, señaló que esto significa que en promedio las mujeres dedican 50 horas semanales al trabajo de cuidados no remunerados, lo que se ha agudizado con la presencia de toda la familia en el hogar y la necesidad de adoptar medidas de prevención contra el Covid-19.
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“En general consideramos que la distribución no equitativa del trabajo doméstico se traduce en una menor posibilidad de que las mujeres accedan a un empleo remunerado, lo que se refleja en que una de cada tres mujeres en el país no cuente con un ingreso autónomo”, dijo.
Respecto a las personas que se encuentran trabajando en el sector salud, señaló que de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), al primer trimestre de 2020, 2.7 millones de personas estaban trabajando en el sector salud, de las cuales 1.7 millones eran mujeres, cifra equivalente al 63 por ciento de la población en ese sector.
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En otras palabras, del total de esa población, que ha experimentado un incremento significativo en la carga laboral así como una mayor exposición al riesgo por Covid-19, las mujeres representan casi dos terceras partes del total, señala el documento.
Otro grupo históricamente discriminado estudiado por el CONEVAL es la población indígena. De acuerdo con el Consejo, en el 2018 más de la mitad de esta población, es decir el 57.5 por ciento, no contaba con servicios básicos en la vivienda, mientras que el 78.2 por ciento no tenía acceso a la seguridad social.
Estos pronósticos empeoran con la llegada del Covid-19, pues en el 2018 otros indicadores señalaron que 20.7 por ciento tardaría más de dos horas en llegar a un hospital en caso de emergencia, 17.3 por ciento realizaron gastos de bolsillo, 18.2 vivía en condiciones de hacinamiento y 14.4 por ciento no disponía de agua entubada en su vivienda.
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Respecto a las personas con discapacidad señala que las principales carencias sociales en este sector son el rezago educativo, acceso a la seguridad social y acceso a la alimentación, pues 46.9 por ciento, 41.2 por ciento y 27.8 por ciento, respectivamente, lo reportó al Coneval.
En cuanto a las niñas, niños y adolescentes, señala que un 23.9 por ciento reportó carencia por acceso a la alimentación, “en ese sentido consideramos que es importante entender el contexto de la pandemia de Covid y la vulnerabilidad alimentaria que (...) puede profundizarse no solo por la caída de los ingresos familiares, sino con la suspensión de actividades escolares donde se les proporcionaban alimentos”, dijo Cruz Marcelo.
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En cuanto a la población joven señaló que siete de cada 10 no recibieron servicios preventivos como toma de peso y talla y prueba de detección de diabetes e hipertensión y que por sector los más afectados por la dinámica del Covid fueron estos, donde el mayor porcentaje, es decir 18.1 por ciento se reportó en el comercio al por menor y un nueve por ciento en servicios de hotelería y restaurantes.
Finalmente en cuanto a las personas mayores señaló que el 25.8 por ciento de la población mayor de 65 años tenía diagnosticada diabetes en 2018, misma incidencia que triplica a la registrada para personas de 20 a 64 años que fue de 8 por ciento; cifras similares encontradas en hipertensión y otras enfermedades.
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