Timothy Lyndsay Shaddock, de 54 años, un australiano que salió de Baja California hacia las islas Polinesias en un catamarán "Aloha Toa" llegó a las costas de Manzanillo, Colima, después de ser rescatado por un barco atunero.
El hombre que naufragó durante tres meses por fin llegó a tierra para poder contar la historia detrás de su tiempo en altamar y cómo logró sobrevivir junto a su perrita llamada Bella.
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Ante las dudas de cómo fue la terrible experiencia que vivió Lyndsay Shaddock al llegar a tierras mexicanas fue recibido por medios de comunicación ansiosos por saber todos los detalles de la travesía.
Tras agradecer al capitán de la embarcación por haberlo rescatado, el hombre dijo estar bien a pesar de haber pasado por momentos difíciles durante esos meses, en los que se enfrentó hambre y sed.
"Estoy vivo. Pensé que en realidad no iba a lograr sobrevivir, así que muchísimas gracias", comenzó. “La pasé un poco mal, tuve hambre. He estado todo este tiempo en el agua, lejos, pero yo amo la naturaleza y eso me ayudó”.
Bella, su perrita, es mexicana
Como si se tratara de una película de ficción, durante todo este tiempo en alta mar sobrevivió comiendo pescado fresco y bebiendo agua de lluvia. Todo lo compartía con su compañera intentando mantenerla viva también.
"Pesqué mucho, llevaba mucho equipo conmigo y buenas provisiones. Había mucho atún y sushi por eso estoy ahorita muy delgado como pueden ver".
Respecto a Bella, Shaddock dijo que estar en el mar no es algo nuevo para ella, pero eso no significa que también fuera una experiencia difícil.
"Bella me encontró en el medio de México, ella es mexicana, ella es el espíritu de este país y no me dejó ir. Intenté encontrar un hogar para ella, tal vez tres veces, y me fue siguiendo en el agua. Es un hermoso animal, estoy muy agradecido de que esté viva. Ella es hermosa. Ella es mucho más valiente que yo, eso es por seguro".
Finalmente, aunque reiteró que él y su perrita estaban bien y pronto se recuperarían después de comer mejor y descansar, recordó algunos momentos malos y buenos que experimentó en su naufragio.
"Pensé que no lo lograría, especialmente cuando vino el huracán. Fue difícil sobrevivir, cansado también el tener la voluntad de vivir, pero estoy muy agradecido por eso. Y dentro de los momentos positivos recordó: “Una Luna Llena que vimos cerca del mar de Cortés”.