El presidente de la Comisión Laboral de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), Ricardo Barbosa Ascencio, advirtió que no están dadas las condiciones para reducir los horarios laborales de manera inmediata, como lo pretenden hacer los senadores a través de una reforma.
Barbosa Acencio indicó que esto se debe por la alta inflación, incertidumbre de una posible recesión en EU, la recuperación de la etapa post Covid-19 y la disrupción de las cadenas de suministro.
Te podría interesar: Notimex se extinguirá en un año, afirma Sanjuana Martínez
Asimismo, señaló que lo único que se lograría, es que las empresas que tendrían que seguir con sus trabajos por tres turnos, no podrían contratar más personal, continuarían con los mismos trabajadores y con un impacto de 360 mil pesos al año.
Aseveró que la propuesta se tiene que analizar de una manera objetiva, porque el impacto que tendría en la economía y en las empresas formales, debe ir acompañada de políticas que mejoren la productividad y el combate de la informalidad.
La convocatoria que hizo el presidente de la Comisión del Trabajo y Previsión Social del Senado, Napoleón Gómez Urrutia a legisladores, representantes del sector empresarial y sindical es para analizar la implementación de una legislación que reduzca la jornada laboral en el país.
Gómez Urrutia señaló que las condiciones laborales en el país han atravesado por grandes desequilibrios: jornadas excesivas, condiciones peligrosas para el trabajo, discriminación y negación al disfrute de otros derechos.
Durante el foro “Tiempo y espacios laborales”, Gómez Urrutia manifestó que esto afecta directamente la calidad de vida de los trabajadores y sus familias, lo que a su vez causa pobreza y desigualdad, por lo que es “necesario que las y los legisladores, reevaluemos las condiciones laborales en las que actualmente se encuentran millones de mexicanos”.
Al respecto, la senadora Patricia Mercado, de Movimiento Ciudadano, expresó que la carencia de tiempo implica no sólo una menor calidad de vida, sino problemas de salud, efectos de desnutrición y malnutrición, la privación de sueño, la falta de descanso y ejercicio, combinados con el estrés, lo que puede detonar en crisis de salud física y mental.
Aseguró que el tiempo está distribuido de manera injusta, en especial para las mujeres, porque ellas además de cumplir con las largas jornadas laborales, gran parte de su día cotidiano es dedicado a cuidar a hijas, hijos y familiares, y trabajar sin remuneración en la cocina y otros quehaceres del hogar.
Expresó que legislar para redistribuir el tiempo en el trabajo es un acto de justicia social, porque el descanso es clave para la productividad, “sirve para tener energía, concentración, motivación y creatividad”.
Subrayó que, en los países desarrollados, la tendencia actual de su población trabajadora es que cada vez elige más los empleos que son menos demandantes de tiempo, con mejores condiciones de horarios, permisos y vacaciones.
“Las nuevas generaciones no están dispuestas a vivir para trabajar, sino a trabajar para vivir. El trabajo debe ser un elemento de equilibrio dentro de la vida de las personas y sus familias, que permita su realización y la estimulación de dar lo mejor de sí, porque muchas habilidades humanas decrecen con el estrés y el cansancio”.
Por su parte, la senadora del PT, Geovanna Bañuelos de la Torre, consideró que es necesario que desde el Senado se aborde una iniciativa encaminada a reducir las jornadas laborales, a fin de erradicar la idea errónea “de que las horas de trabajo son igual a productividad”.
Los senadores, han logrado conquistas históricas en beneficio de las y los trabajadores del país, como lo es la regulación del outsourcing, periodos vacacionales más amplios, garantizar derechos para las trabajadoras del hogar, el teletrabajo y el derecho a la desconexión, entre otros.
➡️ Suscríbete a nuestro Newsletter y recibe las notas más relevantes en tu correo
En tanto, el secretario general del Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana, Francisco Hernández Juárez, aseguró que es fundamental continuar con un diálogo que impulse las reformas que se ajusten a las nuevas condiciones del país y que incluyan los ajustes a la implementación del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá, la regionalización económica, y la relocalización de inversiones, cadenas productivas y empresas.
Destacó que no se puede dejar de lado que la implementación a las reformas para la justicia laboral supone un reto importante para el sindicalismo, lo que creará un ambiente más democrático y participativo por parte de los trabajadores en la democratización de sus organizaciones, la defensa de sus derechos y la negociación de la contratación colectiva.