En México “no están dadas las condiciones para un regreso masivo, generalizado” a la escuela en nuestro país, aunque debe concentrar sus esfuerzos en la reapertura segura de las escuelas para beneficio de la de los niños y jóvenes dado el riesgo para la salud mental y el rezago en el aprendizaje, aseguraron los ex secretarios de Salud, José Narro y Julio Frenk al presentar seis sugerencias para el regreso presencial a las aulas.
“Hay que regresar a clases, por supuesto que hay que regresar a clases pero en condiciones, con elementos que garanticen la salud, la vida y la seguridad de niños, jóvenes, profesores y sus familias”, coincidió José Narro.
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Lo que se tiene que hacer es trabajar para generar las condiciones.
Regresar pondría en riesgo la salud y la vida de los alumnos, de sus profesores y de sus familiares
Agregó que “la pésima estrategia seguida en el manejo de la pandemia puede agravar todavía más, si se insiste en poner en práctica una decisión a todas luces inconveniente”, afirmó Narro Robles, a nombre de la organización Unidos por la Salud de los Mexicanos.
En conferencia virtual en donde también se presentan los ex secretarios de Salud de las tres administraciones federales anteriores: Salomón Chertorisvki y Mercedes Juan, Julio Frenk dijo que para hacer que la escuela se convierta en un espacio seguro para la enseñanza se deberán cumplir seis condiciones y la primera de ellas es que “todos los adultos en el espacio educativo estén vacunados”.
Indicó que a pesar de que aún no se han aprobado las pruebas para los niños, insistió en la necesidad de garantizar que los mayores de 18 años, los que ocupen una posición dentro de la escuela, tienen que estar vacunados”.
Dijo que también se requiere tener un “régimen riguroso de pruebas” a partir de un esquema rotatorio, tras considerar que a lo largo de 15 meses de la pandemia de Covid-19 en México ese ha sido “un error fatal por parte de México”, dado que es el único país que definió como política pública que no se apliquen pruebas diagnósticas.
Recordó que hace un año fue que el gobierno estableció que aplicar esas pruebas eran “un desperdicio de recursos, como se dijo hace un año y eso hizo que en México siempre estemos detrás del virus”.
Consideró que las pruebas, en cualquier circunstancia, son la columna vertebral para detectar el virus, incluso en personas asintomáticas, “es de los errores de los más garrafales” que ha tenido la conducción de la pandemia en el país, acusó.
Con esa medida se podrían realizar los rastreos de los contactos para reducir la transmisión.
La tercera medida, dijo, es “el uso obligatorio universal de cubrebocas en espacios cerrados”.
La cuarta media es mantener el distanciamiento físico y evitar aglomeraciones.
La quinta acción sería “fomentar la ventilación”, antes del periodo invernal porque se complicará la ventilación dado que se prevé que de nueva cuenta se vuelvan a incrementar los casos.
La última medida cosiste en el lavado continúo de manos, es decir, insistir en la higiene y evitar que se lleven las manos a la boca.
En su intervención, al presentar las recomendaciones de un colectivo de especialistas, José Narro, también ex rector de la UNAM aseguró que “una acción precipitada va a poner en riesgo a los niños y jóvenes que acudan a la escuela”.
Cuestionó que hasta ahora no se ha manifestado el Consejo de Salubridad General, en el diseño de un protocolo, tampoco se tiene que ignorar la diversidad de las características de la comunidad.
Además de la vacunación, que los planteles tengan las condiciones, dado que 60 mil escuelas están sin agua y 70 mil no cuentan con lavabos.
En la reapertura de las escuelas se debe considerar el desplazamiento hacia el plantel y de regreso a su casa.
Aplicar las pruebas de detección, establecer periodos de aislamiento de casos y ponerlos en cuarentena, así como contar con los servicios de salud para dar respuesta a la sociedad.
“Toca a las autoridades de salud, a partir de los criterios técnicos y no políticos, decidor en cada caso o si se cumplen o no las condiciones para el regreso presencial a clases”.
Sobre la responsabilidad del gobierno federal, Narro Robles señaló que es “claro que esa responsabilidad es intransferible y no estamos de acuerdo que se pida a los padres de familia. Qué bueno que el presidente dijo que no sabía y no se dio cuenta, que no se puede responsabilizar a los padres de familia de esto”.
Lo que sí corresponde a los papás es el uso de cubrebocas doble en el transporte público, ventilación en espacios cerrados, higiene personal y del hogar.
Pidió a los padres de familia “analizar las condiciones de la escuela y asegurarse de que tienen los insumos necesarios”.
También vigilar la aparición de signos y síntomas, acudir al médico frente a dudas y sospechas, y contar en casa con termómetro y oxímetro.
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