Es que México no se nos puede salir del corazón... México no se nos puede deshacer entre las manos...”, advierte Enrique de la Madrid, quien contempla el actual transcurso del país similar al de una barca que zigzaguea entre colosales rápidos que la ponen en grave riesgo y cuyos tripulantes y remeros parecen no darse cuenta de que se dirige a un peligroso precipicio. “Esta es la hora de que todos rememos en el mismo sentido y con idéntico esfuerzo, interés y ánimo. Es tiempo de serenarnos. Esta es la hora del respeto. Sentémonos a dialogar”.
¿Cuál es, cómo siente el ánimo nacional?
“Veo a la gente muy desanimada. Palpo a una sociedad muy preocupada. Percibo perplejidad, miedo.
“Y también la noto aferrada a la esperanza”, explica con ánimo.
“Conozco estadísticas que prueban mis argumentos. Un 37 por ciento de los mexicanos se halla presa de la preocupación y el miedo. Igual número encuentra refugio en la esperanza.
“Es evidente que no vivimos en un clima de optimismo”, concluye el abogado De la Madrid Cordero.
Y agrega: “Veo a una sociedad polarizada; encontrada. Se explica por la profunda desigualdad”. De la Madrid dice que es una razón cierta, pero tiene una argumentación constante, incesante, cotidiana, exacerba, que a fin de cuentas resulta estéril.
“Discurso que quizás agrade a dolidos.
Tal vez resultaría mejor reunirnos todos. Y con ánimo sincero, abierto, bien intencionado examinar entorno y posibilidades. Esencial admitirnos individuos respetuosos y ansiosos de soluciones. Pues las hay. Está un futuro digital que nos es muy propicio a los mexicanos. La edad de nuestra población nos concede ventajas sobre naciones de amplio desarrollo cuyos habitantes pronto se aproximarán a la vejez”.
Enrique de la Madrid Cordero es Licenciado en Derecho. Se ufana de sus años en Ciudad Universitaria. Reconoce el saber de muy buenos maestros. Entre 1983 y 1986 se formó ahí. Tiene 59 años. Conserva aire juvenil, cabellera semialborotada y risa fresca. Procura contagiar entusiasmo por sus ideas y opiniones.
“Vuelvo al ejemplo de la nave que navega por cursos de rápidos que demandan pericia, esfuerzo, visión, fibra. Ruta que demanda concurso de los que la ocupan.
Imposible, negativo que cada uno piense en su propia salvación. Tampoco que cunda la indolencia. Y menos todavía que ninguno intente alguna maniobra. Aquello de ‘cada quién para su santo’, no le sirve a nadie”, dice.
“Cundiría el desorden. Así la polarización que hoy parece dominar a la colectividad nacional no me parece estrategia adecuada al desarrollo del país. Ni siquiera apuntaría hacia leve mejoría”, platica.
“Echemos mano de la política. Al arte de la política. Así, la polarización es dañina. La polarización inhibe. Instrumento para atacar al adversario. Resta libertad. Y la libertad es un requisito para crear, innovar, hacer las cosas bien.
“Es posible aproximar diferencias. Tal tarea del diálogo. Hoy nos inquieta la Reforma Energética. Urge serenarnos. Proceder, como recomendó un maestro: Suaviter in modo; Fortiter in Re”. Suave en el modo; fuerte en la razón. Al intercambio de juicios.
“Veo que esa Reforma Energética resta recursos a la educación pública. Mengua el dinero a la extensión de internet en la República. Escasea para adquirir medicinas. Y el dinero que no alcanza.
“Está nuestra Iniciativa Privada. Procedamos con verdad. Demos valor a la verdad. Observemos lo que ocurre en el mundo. Así será posible ir hacia un México justo, desarrollado, sustentable.
“Se alinean las cosas en el mundo. Favorece a México la ruta de la Economía Digital. Hablé de la edad de los individuos.
Ventaja nuestra. El promedio nuestro con la mitad de los mexicanos es de 29 años.
En Estados Unidos es de 45, Europa de 48.
“China y Estados Unidos compiten. México, con sentido de oportunidad, puede beneficiarse. Está el caso de los chips. ¿Por qué no traer una fábrica de chips y surtir a Estados Unidos? Veo un futuro promisorio para nuestro país. Con empleos buenos; bien pagados. Mexicanos aquí. Bien arraigados y no allá en calidad de mojados.
“Tomemos el caso de Pemex. El Gobierno invierte en petróleo. Pemex pierde más de 800 mil millones. El petróleo significó 70 por ciento de la exportación nacional en los años de la década de los 80. Hoy no significa ni el seis por ciento. Pemex era esencial para la economía nacional. Hoy, el cambio climático despetroliza la economía.
Y ya no hay tanto petróleo. El Gobierno invierte ahí. Me parece ilógico”.
Enrique de la Madrid Cordero goza de la alegría, ríe. Eligió una bella librería de la calle Hamburgo, frente a lo que fue el Instituto Mexicano-Americano de Relaciones Culturales, y recordó que un día conoció a Fidel Castro junior. Su lectura de Leonardo Padura. Distracciones juveniles y partidos de futbol convidado por Gustavo Petriccioli o Jesús Silva-Herzog Flores.
Dos secretarios de Hacienda.
¿Culpables?
“Tengo muy presente la observación, un consejo que me proporcionó un maestro. Solía decir ‘Los hombres que dan resultados siempre se rodean de un buen equipo. Así, hay individuos que dan buenos resultados. Otros dan explicaciones’.
“Uno debe procurar rodearse de individuos mejores que uno. Veo que a esta hora México necesita a los mejores. Vengan de donde vengan. Siempre y cuando sean los mejores. Importa saber trabajar en equipo.
“Opino que es una mala idea esa de ganar menos. Un dirigente de Singapur sentenció: ‘Vamos a pagar bien. Pagaremos el buen desempeño’. ¿Y aquí? ¿Quién inteligente quiere ganar muy poco?
“Provoca degradación de las funciones.
Reza un dicho que ‘Quien da cacahuates trata a changuitos’. ¿Tentará a jóvenes bien preparados, que hay muchos, ingresar al Servicio Público? Me quedo con lo positivo.
Uno debe rodearse de los que saben. Y hacen muy bien sus tareas.
“Yo creo en la vida. En servir. En dar todo y más en lo que uno sabe hacer. Mi experiencia me dicta que es tiempo de escuchar, prestar oído a todos. Escuchar de todo. Escuchar requiere aprendizaje. Escuchar es útil para discernir. Escuchar y ¡decidir!”.
¿Qué hacer hoy, licenciado De la Madrid?
“En primer lugar ponernos de acuerdo.
Bajar la tensión. Desechar la polarización.
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Procurar acuerdo que mejore el clima que los propicie mejores y mayores. Aplicar todo nuestro tesón, la perseverancia, el empeño en coincidir en la meta.
“México es un país maravilloso. Tenemos que amar a México. Por todos. Por todos con los de atrás. A jalar todos, con todos. No veo de otra. Tenemos que echarnos la mano. Jalar parejo.
“Aspiro a lograr transmitir la idea de que podemos y debemos tener un México mucho mejor. Vayamos de la lucha de las ideas, al acuerdo. Alcanzar un gran destino.
“Si no lo hacemos esta nave estará en gran peligro. Zozobrará. Naufragaremos todos. Yo no quiero que eso ocurra.
“Sé muy bien que los mexicanos sabemos elegir lo que nos conviene a todos. Es muy viable; factible. Yo se como podemos alcanzarlo. Hagámoslo ya”.