Desde hace más de ocho años, Enrique Aguilar Cueto llegó a ocupar la dirección del Centro de Sanciones Administrativas y de Integración Social, mejor conocido como El Torito, donde le toca convivir con una población diversa y, además, con el del programa Conduce sin Alcohol tiene el reto de que la gente de esta ciudad tome conciencia sobre el consumo y el uso del volante.
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El director de El Torito enfatizó que personal que labora en el programa Conduce sin Alcohol, ha habido oficiales que “lamentablemente han perdido la vida por gente que busca evitar la sanción, porque queremos que sea para los demás, pero (…) son vidas las que están en riesgo, no es un tema de un carro en el corralón, no es un tema de ya no tomarte una o dos cervezas, sino las vidas que se ponen en riesgo por ese consumo, y la falta de conciencia de no tener que tomar un volante después de haber ingerido alguna bebida alcohólica o alguna estupefaciente”.
Afirma que trabaja con gente que le Implica mucho esfuerzo, “porqué nuestra población, comparada a cualquier otra población, de cualquier otro centro, nuestra población es nueva y diferente, cada día tenemos gente que está por haber bebido en la vía pública, por haber infringido el reglamento de tránsito, por desacatos judiciales; es decir, nuestro universo es diferente cada día y, con eso, lidiar también con gente y su estado de ánimo diferente”.
Explica a LA PRENSA que, debido a que “no es la población fija de un centro (de detención*) que te permite conocerlos, aquí es difícil mantener un trato de la mejor disposición por parte del infractor, toda vez que, obviamente, como a cualquier otra persona, no le gusta estar cumpliendo una sanción”.
Al hablar de lo más impactante que ha vivido en su cargo, relató que le han tocado “diferentes historias, desde algunas medio cómicas, hasta algunas un tanto fuertes. Una más reciente, de alguien que intentaba salvar a su novia de que no ingresara aquí al centro. La gente no dimensiona que solamente es un tema de cumplir una sanción administrativa y que con ese tipo de conductas (violentas*), lo que van a hacer es cambiar su situación por un tema administrativo a un tema penal, es una de las más fuertes”.
También contó sobre una mujer embarazada que, “a punto de dar a luz”, tomó una determinación, “anteponiendo la vida de la persona y de su bebé, al no recibirla en ese momento, para que pudiera ser atendida en el hospital, donde ella estaba llevando a cabo el cuidado de su embarazo y, obviamente, hacerle de conocimiento a las autoridades por qué tomamos esa decisión. A final de cuentas, todas las autoridades estamos con el mismo fin, que es el bien común para la ciudadanía. Más allá de que estén por cumplir una sanción administrativa, el valor principal siempre va a ser la vida”.
La visión de Aguilar Cueto sobre lo bueno que tienen los capitalino es que “somos gente trabajadora, como todos los mexicanos; queremos salir adelante, queremos tener lo mejor y darle lo mejor a nuestras familias. Estamos dispuestos a hacer todo y sacrificar, por ejemplo mi caso, tiempos de fiestas, cosas que a lo mejor para otros son significativas; a lo mejor para mí no tanto, pero porque yo así lo he decidido, porque, vuelvo a repetir, como la gran mayoría de los mexicanos, somos comprometidos, somos trabajadores, queremos salir adelante”.
Opina que la gente no es naturalmente buena o mala, “yo considero que somos neutrales y va dependiendo también el desarrollo que tengamos cada quien y nuestro entorno, nuestro círculo es lo que nos va a permitir crear o forjarnos como una persona buena o mala”.
Consideró que “no se nos ha enseñado que es la persona (buena) quien hace todo bien, que obedece el orden, las reglas, las leyes. Una persona mala, en automático sabemos que es alguien que lleva todo lo contrario”.
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La enseñanza o consejo que Enrique Aguilar le deja a la sociedad es “moderar, no te puedo decir que no tomes, pero sí moderar Y ser prudente, ser consciente, que tu consumo y esas acciones pueden implicar el riesgo de vida, de poner en riesgo muchas vidas, no solamente la tuya, las personas que van contigo y las otras personas”.
Publicado en La Prensa