Olor a refinería permea en las colonias cercanas a la Refinería Madero, en Tamaulipas

Gas butano y otro tipo de derivados se respira diariamente en la colonia Hipódromo

Juan Hernández | El Sol de Tampico

  · viernes 30 de septiembre de 2022

Al amanecer una densa nube de gases se posa sobre la refinería Madero y el sur de Tamaulipas. Foto: José Luis Tapia

Apenas aclara el sol y una enorme nube negra o café se posa sobre la refinería Francisco I. Madero, en la zona sur de Tamaulipas, producto de las liberaciones que el centro procesador hace durante la madrugada aprovechando que todos duermen.


Pero la evidencia de esta contaminación queda al descubierto por el fuerte olor que se percibe en las colonias aledañas a este centro procesador, mismo que se localiza a unos dos kilómetros de playa Miramar, considerado el destino turístico más importante de Tamaulipas.

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La Hipódromo huele a refinería

Ubicada en el lado oriente de la ciudad, a un kilómetro aproximadamente de los mecheros del centro procesador de petrolero, está la colonia Hipódromo, con más de cinco mil familias, cuya mancha urbana prácticamente abrazan la barda perimetral de este complejo petrolero.


Han aprendido a vivir y convivir con los fuertes olores que emanan de este centro refinador, dicen que 30 ó 40 años han sido suficientes para acostumbrarse al olor parecido al gas que se utiliza en casa para preparar los alimentos, aunque otros, a pesar de tantos años, aún no pueden comparar el aroma que persiste en el ambiente casi todos los días.


“En las noches es cuando más se perciben estos olores, después de las 10. Tengo viviendo 45 años, ya el cuerpo se acostumbra, para nosotros es algo normal oler esos gases por las noches principalmente”, relata la señora Hilaria Alcalá, residente de este sector del municipio de Ciudad Madero, Tamaulipas.


No hay día en que no “huela a refinería”, así es como lo identifican los lugareños, mientras que los visitantes se sorprenden al pasar cerca de la factoría y percibir el intenso olor que, si no estás habituado, genera dolor de cabeza o ardor en los ojos.


“Ayer en la tarde como a las 15:30 horas olía bastante a gas, pensé que se me había quedado abierta la llave de la estufa, regresé y no, lo que se olía venía de afuera”, externó la entrevistada, quien aseguró que en ocasiones durante la madrugada ha tenido que levantarse a revisar su cilindro de gas pensando que hay una fuga.


El aroma se extiende por colonias como Hipódromo, Refinería, Miguel Hidalgo Oriente y Poniente, Miramar, Emilio Carranza e incluso, dependiendo del rumbo del aire, hasta la zona centro de este municipio petrolero, recordado a nivel nacional por haber sido sede del emblemático líder petrolero Don Joaquín Hernández Galicia, La Quina.


La refinería Francisco I. Madero es abrazada por la mancha urbana del municipio de Ciudad Madero, al sur de Tamaulipas. Foto: Vladimir Meza

Los visitas no lo soportan


Quienes viven en estos sectores la mayoría de las veces siguen su vida de manera habitual, sin percibir el hedor, pero cuando algún familiar los visita sufren de reacciones al estar expuestos a las emanaciones de las instalaciones de Petróleos Mexicanos (Pemex).


“Cuando es muy fuerte les irrita los ojos, por tantos contaminantes que salen de la refinería” dijo Doña Hilaria Alcalá.


Para los habitantes de la colonia Emilio Carranza, que la separa solo una calle de la Refinería Madero, son pocas las ocasiones que perciben los olores de diferentes tipos de gases, gracias a la dirección del viento.


“La verdad hasta ahorita no ha olido nada, porque como nosotros estamos más hacia la playa, la gente que le afecta más es hacia el Hipódromo”, externó la señora Juana Balboa.

Habitantes de sectores cercanos, donde incluso se encuentran dos escuelas, aseguran que ya se acostumbraron. Foto: Vladimir Meza

Sólo la naturaleza ayuda a reducir la contaminación


El presidente de la Asociación Mediadora para el Bienestar Inteligente y Ecológico (Ambietam), Miguel Verástegui Cavazos, explicó que solamente se cuenta con el apoyo de la naturaleza mediante el viento para reducir el impacto de la contaminación generada por la refinería en la zona.


Las exhalaciones de los mecheros de la factoría, que se realiza de manera diaria, generan además de malos olores afectaciones a la salud, pero es poco lo que se ha hecho por reducirlas, incluso se ha optado mejor hacerlas por la noche.


El ambientalista comentó que la exposición de largo plazo a partículas finas suele asociarse con una marcada reducción en la esperanza de vida, principalmente por el incremento de la mortalidad cardiopulmonar y por cáncer de pulmón.


La reducción en la función pulmonar de niños y adultos origina el desarrollo de bronquitis asmática y Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC).


De acuerdo con el ambientalista, la zona sur de Tamaulipas está considerada dentro de la norma NOM-085-SEMARNAT-2011 en su fracción 4.24.7 como una zona crítica por contaminantes en el aire, principalmente por la actividad industrial y petrolera.

La colonia Hipódromo y otras cercanas a las instalaciones de Pemex, huelen a refinería. Foto: Juan Hernández


En el país hay solo nueve zonas similares: cinco son zonas metropolitanas, la Ciudad de México, Guadalajara, Monterrey, Tijuana y Ciudad Juárez; las otras cuatro es donde hay refinerías: Tula, Coatzacoalcos, Salamanca y Ciudad Madero, advirtió.


Verástegui Cavazos, señala que en todas las ciudades mencionadas existen centros de medición y control de contaminantes a la atmósfera, mientras que en la zona sur de Tamaulipas no cuenta con estas medidas para determinar la calidad del aire que respiramos.

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En tanto en la región, principalmente en las colonias aledañas a la Refinería Madero, siguen registrándose amaneceres con olores nauseabundos y cubiertos por una densa nube de humo y contaminación que las autoridades de los tres niveles de gobierno parecen no ver, no oler o no importarles.