La Oficina de Derechos Humanos de Naciones Unidas pidió a México que evite el uso de la fuerza en la detención de migrantes de las caravanas procedentes de Centroamérica, tras episodios de violencia y tensiones ocurridos esta semana en la frontera sur.
"El uso de la fuerza para detener o dispersar migrantes de las caravanas debería ser evitado, incluyendo el uso de armas no letales", señaló en rueda de prensa la portavoz de la oficina Elizabeth Throssell.
La fuente añadió que las autoridades deben garantizar el respeto a principios básicos de actuación, como la proporcionalidad y la contención.
En la misma conferencia de prensa, el portavoz de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), Andrej Mahecic, subrayó que México "tiene el derecho soberano a determinar quién entra en su territorio" pero que también está sujeto a leyes internacionales sobre la protección de personas refugiadas.
"Entre el gran número de personas que llegan a México desde su frontera meridional hay probablemente personas necesitadas de protección internacional", subrayó, y añadió que "cualquier persona que huye de la violencia y la persecución tiene derecho a pedir asilo".
El pasado lunes, alrededor de un millar de migrantes de la primera caravana de 2020, que sumó hasta 5 mil personas, cruzaron en grupo el río Suchiate que divide a Guatemala de México, ante los intentos de contener esta llegada por la Guardia Nacional mexicana, que detuvo a 402 centroamericanos.
Vídeos grabados del incidente mostraron a miembros de la Guardia Nacional usando escudos antidisturbios y efectuando disparos.