TAPACHULA. Cerca de nueve mil haitianos están varados en Panamá en espera de que en los próximos días lleguen a la frontera sur de México, informaron fuentes de seguridad del Gobierno de Guatemala, país que ya se prepara para recibir a esos migrantes. Este grupo de personas se estima que llegue a la frontera sur de México con Guatemala en ocho días, tras haber cruzado una de las selvas más peligrosas del mundo que comparten Colombia y Panamá.
El contingente está integrado por niños, mujeres y hombres que salieron de Haití por el conflicto político que existe en ese país desde el asesinato del presidente Jovenel Moïse. Fuentes de seguridad del Gobierno de Guatemala informaron que ya se preparan para recibir a estas personas que buscarán llegar a su territorio nacional y que avanzarán hacia México con la intención de llegar a Estados Unidos.
Según activistas, por la frontera sur continúa el ingreso al día de un promedio de 300 a 400 personas de diferentes nacionalidades, lo que ha generado una crisis migratoria en Tapachula que ha rebasado a las autoridades.
Asimismo, el embajador de Haití en México, Hugues Momplaisir Féquière, que en días pasado estuvo en Tapachula junto a autoridades migratorias, indicó que existen un promedio de 30 mil de sus con-nacionales en ese municipio chiapaneco.
Según información del gobierno de Panamá, a ese lugar llegan un promedio mil 200 personas diarias de origen haitiano.
EXIGEN LES MANDEN AUTOBUSES
Uno de los contingentes de migrantes que salió el pasado viernes de Tapachula bloqueó la carretera federal en el tramo Tuzantán-Huixtla con la intención de llamar la atención de la autoridad migratoria para que les manden autobuses que los lleven a otros estados del centro del país.
El contingente de aproximadamente 400 personas se apostó en los cuatro carriles de la carretera Costera de Chiapas, en espera de tener una respuesta de las autoridades mexicanas y permanecieron por alrededor de seis horas hasta que llegaron autoridades del Instituto Nacional de Migración (INM) y tuvieron un acuerdo. Los migrantes argumentaron que ya están cansados y no quieren seguir caminado, principalmente por las niñas y niños que van en este grupo de extranjeros.