Lo peor en la crisis de salud en México está por venir en la época invernal si el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador no se prepara para enfrentar la pandemia, es decir el contagio de influenza y al mismo tiempo de Covid-19 en el invierno, advirtieron seis exsecretarios de salud.
Al lanzar 14 puntos de propuesta para corregir la estrategia para hacer frente a Covid-19 en el diagnóstico La Gestión de la Pandemia en México, Análisis preliminar y recomendaciones urgentes, los exsecretarios pidieron al presidente López Obrador y al secretario de Salud, Jorge Alcocer, invertir 20 mil millones de pesos para aplicar 127 mil pruebas semanales a lo largo de 8 semanas continuas para detectar el virus SARS CoV2, realizar un mapeo nacional que permita tomar medidas de distanciamiento focalizado, generalizar y hacer obligatorio el uso del cubrebocas y revertir la reforma “que dio lugar al engendro del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi)”.
Durante la presentación en una conferencia virtual, el presidente de la Universidad de Miami y exsecretario de Salud en la administración del panista Vicente Fox, Julio Frenk, dijo que en México “estamos llegando a un punto en el que empezamos a caer en la normalización de la catástrofe”.
Aseguró que el país vive en “una anestesia colectiva ante la magnitud de las pérdidas y una trivialización de la tragedia, más una gran indiferencia ante lo que sin duda es una falla brutal de liderazgo político”.
Explicó que se requiere una sacudida de la conciencia colectiva. “Esto no es normal, no podemos acostumbrarnos a una tragedia de esta magnitud en donde los números dejan tener significado, ni acostumbrarnos a que es normal que un gobierno equivoque de manera tan dramática y que no exijamos cuentas claras. El momento es oportuno porque se anticipa un crudo invierno que traerá la confluencia de los dos virus, el de la influenza y el de SARS CoV2”.
Indicó que lo que se observa es una situación de fatiga social ante la pandemia y ante las medidas de contención, por lo tanto, es un momento de mucho reto para impulsar nuevas medidas que permitan contener el crecimiento del número de personas fallecidas.
“Hay que hacer un golpe de timón y cambiar la estrategia que a todas las luces ha dañado y no podemos aceptar resignadamente el fracaso de las políticas públicas”, insistió.
A Salomón Chertorivski correspondió presentar las 14 recomendaciones que se entregarán al gobierno federal, entre ellas destacan revertir el mensaje generalizado de que se ha domado a la epidemia o se ha controlado, y asumir que la pandemia será larga para que la población cobre conciencia de las medidas que se deben tomar como prevención de contagio.
Proponen crear una base de datos nacional para el seguimiento y rastreo de casos y contactos, así como un control sobre las personas que fallecen. Enfatizó en la necesidad de proteger al personal de salud para evitar tener una medalla en un tema que es “vergonzoso” para el país del mayor número de contagiados en el mundo.
En materia epidemiológica sugieren aplicar 127 mil pruebas semanales en un periodo de ocho semanas en el que se ha visto que es el periodo en el que otros países lograron contener los contagios.
Como importante plantearon imponer una encuesta serológica para identificar a quienes tienen anticuerpos o crearon inmunidad.
Otra de las medidas es crear una nueva política de comunicación, modificar el llamado de “si te sientes mal, quédate en casa”, debido a que 9 por ciento de los fallecidos no tuvieron oportunidad de ingresar a cuidados intensivos.
Proponen mejorar y unificar la atención de los enfermos, contar con medidas más determinantes en el uso del cubrebocas, distanciamiento social y crear un plan de coordinación nacional entre la federación y os estados.
Los exfuncionarios indicaron que es necesario crear un ingreso mínimo vital y que ello tenga sustento en una Ley de Cuarentena, además de lanzar una campaña extraordinaria de vacunación contra la influenza y preparar la vacunación contra Covid-19.
Chertorivski insistió que “aquí el único enemigo a vencer es el coronavirus”, por lo que hizo un llamado al gobierno federal a escuchar a los especialistas y a corregir para seguir evitando más fallecimientos.
José Ángel Córdova, exsecretario de Salud en la administración de Felipe Calderón, coincidió en la necesidad de que el gobierno deje de “desdeñar la participación de todos” y dijo que se requiere que el Consejo Nacional de Salubridad se convierta en la instancia para elaborar una estrategia que de forma coordinada pueda hacer frente a la actual situación que enfrenta el país.
Dijo no entender la resistencia que existe en la Secretaría de Salud por usar y aplicar pruebas.
Mercedes Juan, exsecretaria de Salud en la administración del priista Enrique Peña Nieto, se pronunció por el uso del cubro bocas como una medida de contención para la propagación del virus que provoca Covid-19, más aún cuando se trata de una medida relativamente que no cuesta más que convencer a la sociedad de que es importante para salvar vidas.
Esta estrategia, insistió, será muy importante junto al lavado de manos en el caso de que haya una sindemia entre influenza y el nuevo coronavirus.
En el mismo sentido José Narro se pronunció por promover el uso del cubrebocas en todo lugar público y sitios de trabajo e incluso en los domicilios cuando existan pocas condiciones de ventilación.
Narro Robles aseguró que lo que no se vale en este momento es seguir echándole la culpa al pasado cuando lo que se requiere es tomar decisiones. Rechazó al igual que el resto de los funcionarios que en el pasado haya habido manipulación de datos o en el manejo de las cifras. Cada uno de ellos explicó las acciones que emprendieron para hacer frente a otras emergencias sanitarias que requirieron intervención.
El exsecretario Guillermo Soberón, a través de un escrito que dio lectura Cuauthémoc Valdés, aseguró que México ha rebasado el escenario catastrófico en la que “no se ve una estrategia política pública para evitarlo”.
Acusó que hay una falta de autoridad, de rectoría en las decisiones y el Consejo General de Salubridad ha sido ignorado, lo que en suma ha llevado a una “fractura de federalismo”.
Consideró que la comunicación sobre la pandemia ha sido “ineficiente, inoportuna y ha caído en un modelo de simulación, pensando que brindar datos diarios es orientar la política pública.
Julio Frenk citó que en las más recientes estimaciones del Instituto para la Atención y Evaluaciones en Salud, que es de las fuentes reconocidas a nivel mundial, se muestra que de seguir la tendencia actual para enero de 2021 se habrá producido entre 130 mil y 157 decesos por Covid-19, sin tomar en cuenta el subregistro enorme de muertes.
Cuestionó que por primera vez en más de tres décadas una enfermedad infecciosa como lo es Covid-19 se convertirá en la primera causa de muerte por encima de causas más comunes como diabetes y las muertes violentas.
Calificó esto como un “retroceso, no veo ejemplo tan dramático, hace 30 años que no hay una enfermedad infecciosa entre las primeras cinco causas de muerte, y más décadas aún que no encabeza una enfermedad infecciosa. Esto es un retroceso de una magnitud enorme por la cual no les podemos echarla culpa a las administraciones anteriores, como ha sido usual, o a los malos hábitos de los mexicanos, representa una responsabilidad enorme. Es echar para atrás las ganancias en materia de salud pública, dicho por los trabajadores de la salud no por los exsecretarios. No es producto de la mala suerte y la naturaleza, es resultado de malas decisiones”.
Por ello insistió en el cambio de la estrategia a partir de medidas urgentes que requieren poco tiempo para actuar. “Es el momento de imponer un mandato nacional que haga obligatorio el uso del cubrebocas en todos los espacios públicos. La evidencia es enorme, si se generalizara el uso del cubrebocas evitaríamos 27 mil muertes, es una media requiere disciplina social”.
La protección de los trabajadores de la salud es una segunda medida, la tercera es promover la aplicación de pruebas para desarrollar un sistema de vigilancia única, dado que es una “postura equivocada no hacerlo” y la última de las acciones, es fortalecer la transparencia porque hasta ahora estamos “volando a ciegas” y hay muertes evitables”.
El exfuncionario federal dijo que el gobierno de México sigue el patrón de los países que han tenido el peor desempeño en la pandemia en el que el elemento común de los gobiernos populistas es que desconfían de los expertos, desprecian la opinión de los expertos, destruyen la inversión en ciencia porque implica el pensamiento crítico y además ubican a un chivo expiatorio para culparles de las malas decisiones.
En el caso de México dijo que se ha culpado a las víctimas de Covid-19 porque los mexicanos tienen malos hábitos alimenticios, “lo cual me parece patético”.
En ese grupo de países están Estados Unidos, Brasil, Rusia, Turquía y Hungría que han tenido el mismo esquema discursivo: minimizar la epidemia, se incurrió en pensamiento mágico con un detente, se enfrentaron con una comunidad científica y cuando quisieron reaccionar era tarde y se culpó a los demás.
En el caso de las Américas México está al dado de Estados Unidos, Brasil y Nicaragua que han seguido esa estrategia, por lo que confió en que “una de las víctimas de la pandemia sea el populismo. Ha sido un desastre, llega el momento en que la situación es dramática. Lo que queda es asumir un liderazgo valiente, reconocer cuando las cosas no salieron, la ciudadanía lo agradecería. El liderazgo no valiente es seguirse escondiendo en los datos a medias y en la distracción a base de encontrar alguien a quien echar la culpa de los errores”, dijo Frenk.
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