El apoyo que brindará la Iglesia Católica para la pacificación del país está centrado en su experiencia ya que tiene programas para la prevención del delito principalmente en jóvenes, sostuvo Diana Álvarez Maury, subsecretaria de Desarrollo Democrático, Participación Social y Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobernación (Segob).
Álvarez Maury indicó que con la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) se han establecido pláticas ya que “tienen una organización un poco más formal”, al grado que para este proyecto de pacificación se designó al obispo Carlos Garfias como el enlace con la Conferencia, por lo que “hemos tenido encuentros y hemos desarrollado algunas ideas en donde estamos solicitando información para construir este objetivo importante”.
El Sol de México publicó el pasado martes que la Secretaría de Gobernación y la CEM buscan establecer proyectos para atender a la población vulnerable, así como víctimas de la violencia, ya sea del crimen o la intrafamiliar, además de atención a los migrantes, jóvenes vulnerables a adicciones, reclusos, entre otros.
Por lo anterior, la funcionaria federal explicó en entrevista con este diario que ahora no se tiene un estimado de recursos para establecer estas colaboraciones, pero refirió que serán las propias iglesias con sus recursos las que implementen sus propios programas.
“Ellos tiene sus propios programas que ya implementan en algunas partes del país. La idea es que estos programas se implementen para la ayuda de víctimas y para la prevención del delito para jóvenes, ellos tienen una serie de programas muy interesantes y veremos de qué manera pueden replicarse en otras partes del país o se puede capacitar a personas en donde no existe este tipo de apoyos y se puedan replicar algunas metodologías”, explicó la subsecretaria.
Dijo que hasta el momento se “estamos platicando de todas esas posibilidades, pero no hay temas de presupuestos”.
Sostuvo que hasta ahora no se tiene una colaboración en particular con algún grupo religioso, sino que “estamos abiertos para que, desde cualquier perspectiva posible, con otras iglesias, se pueda trabajar”, ya que “tenemos comunicación abierta con todos, como lo requiere un estado laico”.
Al ser consultada sobre las regiones en las que podrían echar andar algunos proyectos con la Iglesia Católica, Diana Álvarez remarcó que aún no se define, “más bien las iglesias vienen implementado esto desde hace años en ciertos lugares”.
“La idea es que de esas experiencias que ellos tienen y los resultados que han tenido se pueda compartir con otras iglesias o con otros estados y que lo valores, pero no existen fechas y ni un proyecto tan específico”.
Recordó que se lleva más de un año trabajando con las iglesias de todas las denominaciones y que en el marco del Plan Nacional de Desarrollo “nos exige y forma parte de la obligación constitucional de llevar mesas de trabajo y foros y desde entonces lo hemos hecho”.
Por último, Diana Álvarez Maury enfatizó que estos acercamientos con las iglesias no tienen nada que ver con la distribución de la cartilla moral, sino que son solo cuestiones de paz y pacificación. “Nosotros no hacemos reparto de cartilla moral a nadie”, subrayó.