En México, las posibilidades de que las personas que nacen en la pobreza salgan de esa condición son bajas, ya que 74 de cada 100 personas que nacen en la parte más baja de la escalera social, no logran superar esa condición, concluye el Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY) en su Encuesta ESRU de Movilidad Social en México (ESRU-EMOVI).
“A nivel regional, México es un país de fuertes contrastes, con claroscuros que van del norte hacia el sur: mientras que en el sur, 86 de cada 100 mexicanos nacidos en los hogares más pobres no logran superar la condición de pobreza, en el norte, esta proporción es de 54 de cada 100”, dice el documento.
El informe destaca los problemas estructurales, por ejemplo, 48 por ciento de los mexicanos que viven en la pobreza no cuentan con las mismas oportunidades, un factor que en el sur del país se intensifica.“ Sin igualdad de oportunidades, no importa cuán grandes sean los esfuerzos de quienes nacen en situaciones de mayor desventaja, sus posibilidades de mejora serán limitadas”, dijo el director ejecutivo del CEEY, Roberto Vélez.
Otro de los factores que dificulta la movilidad social es el género: las mujeres tienen mayores problemas para abandonar la pobreza. La razón para que las mujeres tengan dificultad de ascender en la pirámide social es por su limitada participación en las actividades económicas remuneradas.
El estudio establece que mientras 82 por ciento de los hombres tiene participación en la economía, entre las mujeres el porcentaje baja a 43 por ciento, cifra que disminuye aún más cuando se habla de madres de hijos menores de seis años, hasta llegar a 36 por ciento.
“Se requiere una serie de mecanismos de acción pública con cobertura universal e igual calidad para todos los mexicanos en los ámbitos de educación, salud, trabajo y protección social, partiendo de una reforma a la Hacienda Pública”, finalizó Vélez.