En el periodo de 2006 a julio de este año, las policías y fiscalías estatales, la Fiscalía General de la República, el Centro Nacional de Inteligencia, el Servicio de Protección Federal, la extinta Policía Federal y ahora la Guardia Nacional reportaron a la Secretaría de la Defensa Nacional el robo o extravío de 17 mil 498 armas cortas y largas. En la actual administración ya van mil 855 armas sin localizar.
De acuerdo con una solicitud de información, las policías y procuradurías estatales informaron a la Sedena del robo o extravío de 15 mil 58 armas, mientras que las corporaciones federales reportaron dos mil 440 en la misma situación.
Los reportes de robo o extravío de armas deben reportarse a la Sedena debido a que la Dirección de Comercialización de Armamento y Municiones del Ejército es la encargada de comercializar el armamento de los cuerpos de seguridad pública.
El documento en poder de El Sol de México destaca que la Fiscalía de Baja California reportó el robo o extravío de 235 armas de 2006 a julio pasado, la Fiscalía de Chihuahua, 995 y la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México informó de dos mil 103.
En el mismo periodo la Fiscalía General de Guerrero reportó el extravío de mil 618 armas, la Fiscalía de Sinaloa de 393, la Fiscalía General y la Secretaría de Seguridad del Estado de México extraviaron 715 armas de fuego en suma.
Por lo que se refiere a las dependencias federales, la Fiscalía General de la República reportó el extravío de mil 257 armas de fuego asignadas a su personal ministerial, la Policía Federal, hoy Guardia Nacional (GN) mil 148, el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) reportó la pérdida de nueve armas y el Servicio de Protección Federal (SPF) 26.
José Antonio Ortega Sánchez, presidente del Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal, señaló que es preocupante que tantas armas de los cuerpos policiacos hayan sido robadas y que no haya ninguna acción para contrarrestar este tipo de pérdidas.
“Esto también contribuye a los índices de homicidios dolosos, asaltos a mano armada y secuestros que tenemos en el país”, dijo Ortega.
El también cofundador de la organización México Unido Contra la Delincuencia sostuvo que la pérdida de tantas armas evidencia que no hay controles rigurosos al interior de los cuerpos policiacos. “Es decir no hay una vigilancia del policía que porta un arma, debería haber castigos, iniciarse investigación para ver cuál fue la verdadera razón por la que se perdieron las armas”.
El caso conocido más reciente de robo de armas a corporaciones policiacas ocurrió el 8 de julio, cuando elementos de la Guardia Nacional fueron emboscados por habitantes del municipio de Chenalhó, quitándoles armamento de uso exclusivo.
El grupo de la GN decidió retirarse del municipio de Pantelhó cuando autoridades arribaron al lugar para desbloquearlo, sin embargo, a la altura de Chenalhó una multitud los interceptó y les quitó por lo menos 48 armas.
El 12 de abril pasado el presidente Andrés Manuel López Obrador informó que armas de la Guardia Nacional robadas en la presa La Boquilla, Chihuahua, durante las manifestaciones del año pasado, fueron decomisadas recientemente a delincuentes de Jalisco.
“Hace poco, hace como 20 días, hay un decomiso de armas en la costa de Nayarit, limítrofe con Jalisco, por Puerto Vallarta, por Las Varas, por ahí, y se decomisa armamento y resulta que se encuentran armas de la Guardia Nacional que se habían sustraído en la presa La Boquilla. O sea, no puede uno ser tan categórico, pero en el movimiento de Chihuahua había gente vinculada con los que operan en Jalisco”.