Las políticas energéticas del Gobierno de México ponen en riesgo a la biodiversidad del país, alertó la consultora global Maplecroft.
En su reporte de Riesgo ambiental 2021, elaborado para inversionistas a nivel mundial, Maplecroft destaca el empeño del presidente Andrés Manuel López Obrador por un mayor uso de petróleo y gas para generar energía.
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El análisis detalla los riesgos ambientales que enfrenta cada país, por su exposición geográfica a sismos o lluvias, pero también abarca los daños que ocasionan al medio ambiente a través de los gobiernos o las empresas que estén establecidas en cada nación.
Otros países que enfrentan la misma situación actual de México en este rubro son Brasil, Perú, Italia, Indonesia, Colombia o Ecuador.
Sin embargo, en el caso específico de México añade que, aun con la pandemia del Covid-19, es el quinto país del G-20 que menos recursos ha destinado o invertido a la generación de energías limpias y, por el contrario, ha apostado más por los combustibles fósiles.
Bajo este escenario, la consultora agregó que México tiene una alta tendencia a enfrentar demandas por contaminación ambiental o vivir presiones por parte de alguna organización activista en favor del medio ambiente. “Los acontecimientos del último año han alterado la dinámica climática para peor. Los programas de ayuda por Covid-19 de los países del G20 están duplicando los combustibles fósiles en lugar de aprovechar la oportunidad de impulsar economías bajas en carbono”, refiere el documento.
Según Maplecroft, apenas en abril el G20 comprometió 641 mil millones de dólares para el financiamiento de la recuperación del sector energético, pero 45 por ciento de los recursos se han destinado a los combustibles fósiles.
Naciones como India, Estados Unidos, Canadá, Reino Unido o Alemania son algunas de las que más dinero han comprometido al uso de energías limpias. Una de las principales apuestas del gobierno de la Cuarta Transformación es lograr una soberanía energética mediante el fortalecimiento de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y Petróleos Mexicanos (Pemex) para que puedan operar sin necesidad de algún capital privado, nacional o extranjero.
Durante esta enmienda se han presentado diversas trabas para compañías que buscan obtener permisos ante la Comisión Reguladora de Energía (CRE), pues existe un retraso para contar con estas licencias o les requieren documentos adicionales para trabajar
Pero el problema más reciente fue la publicación de una reforma a la Ley de Hidrocarburos para que Pemex tenga un mayor control energético en el país, ya que, entre otras cosas, se endurecieron los requisitos para otorgar permisos en distribución, importación o comercialización de combustibles.