El arzobispo de Morelia, Carlos Garfias, dijo que el Episcopado Mexicano está realizando un mapeo sobre los programas que pueden aplicarse en el Plan de Pacificación del Gobierno federal, para así iniciar la colaboración con la administración de Andrés Manuel López Obrador.
“Estamos partiendo de un mapeo que se ha hecho por parte de la Iglesia Católica como un informe para presentar al Gobierno federal y hacer conciencia de lo que ya estamos haciendo en el orden de la pacificación en México, sobre todo a partir de 2010, proyecto que se ha reforzado en 2014 y después en 2015 y ahora se ha retomado en diálogo con el Gobierno federal para ofrecer este parte que la Iglesia Católica y ver cómo podemos hacer un camino conjunto”, dijo en entrevista con El Sol de México.
En su edición de ayer, este periódico publicó que el presidente Andrés Manuel López Obrador teje una alianza con la Iglesia Católica para que las diócesis del país desarrollen proyectos para atender a la población vulnerable y así pacificar al país.
Garfias, quien se desempeña de enlace con el Gobierno federal, comentó que como Iglesia Católica le interesa esta colaboración para ampliar la cobertura de los proyectos que ya se vienen aplicando en Guerrero y Michoacán.
“Lo que estamos haciendo es aportar para acompañar a las víctimas de la violencia, nosotros vamos a acompañar a quienes son víctimas para evitar que las mismas víctimas se conviertan en victimarios, para que la persona se reconstruya a sí misma”, destacó sobre el objetivo de estos programas.
Como arzobispo de Morelia, destacó el trabajo que la Iglesia Católica ha realizado en la entidad con adictos y las familias en general.
“Hoy estamos implementando los programas a atención de personas adictas y su rehabilitación, lo que estamos llamando Centros de Rehabilitación para Adictos, aquí en Michoacán le estamos llamando la Casa del Artesano, que estamos trabajando conjuntamente con el Gobierno de Michoacán, participando las cinco diócesis que forman la provincia de Michoacán”.
“Estamos con el programa de Educar para la Paz, además por parte de los Jesuitas se está implementando un programa de reconstrucción de tejido social, por parte de los salesianos se está implementando un programa de reconstrucción de los jóvenes, atendiendo y acompañando a los jóvenes para darles una perspectiva personal y comunitaria”.
La Iglesia Católica ya tiene intervención de estos programas en Michoacán y Guerrero, entidades que en los últimos años han sufrido la descomposición del tejido social por el crimen organizado.
Sobre una posible violación al Estado laico por esta colaboración Garfias descartó tal cosa al afirmar que, como parte de la sociedad civil, la Iglesia Católica debe de colaborar con el Gobierno para resolver los problemas comunes.
“La laicidad habal de un Estado abierto a todas las creencias, es un Estado que nos da libertad para que podamos juntarnos aunque no tengamos las mismas creencias, y al gobernante le da la libertad para aliarse con cualquier medio de la sociedad. La laicidad promueve la ciudadanía y generará los vínculos entre la sociedad civil, iglesias, incluida la Católica”, dijo Garfias.