“Creo que la mayoría de las personas piensa que el matrimonio es entre un hombre y una mujer, (...) sería incongruente presentar una consulta cuando ya está determinado lo que es un verdadero matrimonio”, dijo el líder en Baja California Sur del Frente Nacional por la Familia, Alan Loubert Amador en mayo pasado, cuando en el Congreso local se presentó una iniciativa para aprobar el matrimonio igualitario.
Un mes después, los legisladores lo desoyeron y Baja California Sur se convirtió en el estado 18 en permitir que personas del mismo sexo contraigan matrimonio.
Pese a lo mediático y reverberante de las protestas de grupos en contra de este derecho, según datos de la Encuesta Nacional sobre Discriminación (Enadis) del Inegi son más los mexicanos que lo aprueban.
De acuerdo con esta información, sólo en los estados de Veracruz, Tabasco, Guerrero, Chiapas, Campeche y Oaxaca más del 50 por ciento de las personas están en desacuerdo con el matrimonio gay. Pese a esto, en Chiapas, Campeche y Oaxaca ya se ha aprobado legislativamente; en Tabasco y Guerrero aún no; y la propuesta está siendo discutida en Veracruz.
Por el otro lado, existen nueve estados donde menos del 45 por ciento de la gente está en contra del matrimonio gay y aún éste no es legal, siendo los casos de Tamaulipas, Tlaxcala, Durango, Guanajuato, Estado de México, Querétaro y Sonora.
A estos se suman Yucatán y Sinaloa, que recientemente sus congresos locales rechazaron una propuesta en este sentido a pesar de que sus electores mayoritariamente apoyan el matrimonio gay.
En general, el grupo más reacio a darle su visto bueno es el de los hombres sin escolaridad o con educación básica.
A nivel nacional, los hombres del estado de Guerrero son los que más lo rechazan (el 61.8 por ciento) de ellos, seguidos de las mujeres chiapanecas (59.2 por ciento).
Del otro lado de la tabla, como el grupo con mayor aceptación, sólo el 24.7 por ciento de las mujeres de Ciudad de México está en contra, seguidas de las mujeres en Estado de México.
“La historia nos ha enseñado que ensanchar la libertad y reconocer derechos y la igualdad jamás ha sido equivocado, (...) estemos a la altura de los requerimientos de la sociedad que es diversa, respetemos y fomentemos el amor y la tolerancia”, dijo cuando votó por el sí en Baja California Sur la diputada local Mercedes Maciel.
DEFIENDEN LA FAMILIA NATURAL
En Veracruz son los líderes y grupos religiosos o conservadores quienes se han opuesto a que el Congreso local legisle a favor de la comunidad lésbico-gay o apruebe el matrimonio igualitario.
De manera reiterada el arzobispo de Xalapa, Hipólito Reyes Larios, y el vocero José Manuel Suazo Reyes, han llamado a defender lo que ellos denominan “familia natural” y no permitir la unión legal entre personas del mismo sexo.
Tras la posibilidad de que se realice una modificación al Código Civil de Veracruz, Suazo Reyes confió en que los diputados cuiden y respeten institución de la familia y dijo que se mantendrán atentos de la iniciativa de la Comisión de Justicia y Puntos Constitucionales que pretende modificar cuando menos 50 artículos de ese Código.
En algún momento, el presidente de la Red Evangélica de Veracruz, Guillermo Trujillo Álvarez, dijo que si ahora se avala la unión entre dos personas del mismo sexo, más tarde se legalizarán los matrimonios “hasta con los perros”.
En el Estado de México, el obispo de Izcalli, Francisco González Ramos, mencionó que el matrimonio igualitario no debe de ser tema prioritarios para la Legislatura mexiquense, e insistió en que la institución sólo reconoce la unión entre un hombre y una mujer, como a la familia tradicional.
(Con información de Ariadna García, de Diario de Xalapa y Patricia Venegas, de El Sol de Toluca).