La iniciativa de reforma educativa que presentó el Ejecutivo federal en diciembre plantea nuevas presiones a las universidades, ya que en su actual redacción se establece como obligatoria y gratuita la educación superior, que abarca nivel el técnico superior aniversario, la licenciatura y los posgrados.
Según información de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), esto implicaría dejar de cobrar hasta 13 mil millones de pesos por concepto de cuotas y otros servicios, dinero que dejaría un boquete que se ignora cómo se cubriría.
“Es necesario que los legisladores consideren los impactos que tendrá la gratuidad en las finanzas de las instituciones públicas de educación superior. Dichas instituciones cobran cuotas a los estudiantes por los servicios que imparten en un rango muy amplio, incluso en algunos casos el momento que reciben por este concepto puede significar hasta 30 por ciento en el presupuesto anual”, dijo el secretario general de la ANUIES, Jaime Valls
Esponda durante el Foro Implicaciones de la obligatoriedad y gratuidad de la educación superior en México.
Pero eso no es todo, el volver obligatoria y gratuita la educación superior en nuestro país representaría nuevas responsabilidades para el Estado. Por ejemplo, se tendría que aumentar la matrícula en estas instituciones, que actualmente alcanza 38 por ciento.
De acuerdo con lo dicho por el presidente Andrés Manuel López Obrador, la meta es que para el final del sexenio en 2024, la cobertura sea de 50 por ciento, lo que significaría que en los próximos seis años tendrían mayores gastos para contratación de maestros, ampliación de instalaciones y más servicios.
Según estimaciones del subsecretario de Educación Superior, Luciano Concheiro, estos requerimientos financieros ascienden a siete mil millones de pesos. Es decir, se les tendría que aumentar el presupuesto en 20 mil millones.
Para tener una idea, el recorte que tenía planteado el gobierno federal para la educación superior este año era de cinco mil millones de pesos, mismo que puso en jaque a varias instituciones ya que de por si estaban presionadas financieramente.
Hay que recordar que una decena de universidades están prácticamente en quiebra porque sus pasivos por pensiones y jubilaciones son tan altos que superan a sus ingresos anuales. Además, hay otras que entrarían en esa situación en caso de no resarcir el boquete financiero de las cuotas, entrarían en una situación complicada de recursos.
También número de lugares preocupa. En el Foro Implicaciones de la obligatoriedad y gratuidad de la educación superior en México rectores de universidades estatales mostraron su preocupación porque si se aprueba la iniciativa como está redactada ahora, cualquier alumno que sea rechazado por falta de espacio podría ampararse, y seguramente ganaría.