La presidenta de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, Rosario Piedra Ibarra, utiliza su cargo para demandar que reciban a la organización Eureka y se cumplan sus demandas sobre los desaparecidos en la Guerra Sucia.
En una protesta afuera de Palacio Nacional y en su papel dual, como titular de la CNDH y presidenta del comité de la organización que fundó su madre, recordó que desde el 9 de enero creó una comisión investigadora por dicho caso.
“Yo estoy en esa dualidad, de ser parte del Comité, sí, de familiares de desaparecidos, de ese periodo conocido como guerra sucia y estoy respaldando la petición que desde un inicio, yo también inicié, pero yo a la vez, estoy dándoles a conocer aquí que, desde la Comisión también estamos respaldando el que se investigue esto y por tal motivo, el 9 de enero, di a conocer la creación de una oficina especial para investigar la represión y desapariciones forzadas por violencia política del Estado durante el pasado reciente”, explicó Piedra Ibarra.
El próximo miércoles 26 de febrero presentará a los integrantes de esta comisión investigadora al interior de la CNDH, la cual tendrá facultades para aportar pruebas, solicitar información y citar a funcionarios en el transcurso de las averiguaciones.
Al ser cuestionada sobre su participación en una causa personal y cómo esta no era una acción común en sus antecesores, Rosario Piedra defendió que la tónica ya cambió y está dentro de la normatividad de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.
“No, no era, pero esta es la nueva tónica de esta comisión, el acompañamiento directo a las víctimas. […] Y yo creo que esto es bien importante que el presidente lo sepa que ya vamos a iniciar y que ya vamos a iniciar con su voluntad política, para pedir a todos estos funcionarios, a la Fiscalía (General) de la República, a la Secretaría de Gobernación, al Archivo General, pues que exista esta disposición para esclarecer ese periodo tan lamentable”, defendió.
Cabe recordar que la actual presidente de la CNDH no se pronunció por las violaciones de los derechos humanos de los migrantes por parte de la Guardia Nacional.
En la comparecencia del pasado 22 de enero en la Cámara de Diputados, abandonó el Palacio de San Lázaro sin dar declaraciones pese a la insistencia de los medios de comunicación, quienes la siguieron hasta su automóvil.
Y unos días después, el 28 de enero, de la oficina especial para investigar la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, justo al día siguiente de una reunión con los familiares de las víctimas.