Uno de los opositores más fuertes a reforma educativa de Enrique Peña Nieto, Rubén Núñez Ginez pasó de ser uno de los líderes más visibles del magisterio disidente a preso acusado de lavado de dinero.
Originario Putla Valles, Guerrero, Núñez estudió en la Escuela Normal Experimental Lázaro Cárdenas, y con el paso de los años, se trasladó al estado vecino de Oaxaca donde subió en el escalafón de la CNTE hasta ser dirigente de una de las secciones más combativas, la 22.
Con tres décadas al interior del magisterio, Núñez fue electo como dirigente del magisterio oaxaqueño el 24 de julio de 2012, imponiéndose a quien sería su mano derecha en el cargo, Francisco Villalobos.
De inmediato, el guerrerense se vio ante uno de los mayores retos del magisterio disidente: la reforma educativa de Enrique Peña Nieto.
Movilizaciones en el sureste del país y la Ciudad de México marcaron 2013 y 2014, hasta que el Congreso aprobó la reforma, la cual terminaba la asignación de plazas por parte del sindicato y ponía como obligatoria la evaluación magisterial.
Pese a que la CNTE no pudo detener la aprobación de la reforma, las manifestaciones siguieron en los años posteriores. Fueron plantones a las afueras de la Secretaría de Gobernación en exigencia de la derogación de la reforma.
Después vino la detención de Núñez, Villalobos y otros líderes de la CNTE acusados de lavado de dinero. En junio de 2016 se dio la detención, misma que originó más bloqueos en Oaxaca, uno de ellos en Nochixtlán que acabó en balacera con saldo de seis muertes y una centena de heridos.
Núñez estuvo preso tres meses, y aunque presencialmente estuvo en las manifestaciones, la verdad es que su poder y condición física mermaron. En enero de 2017 fue elegido Eloy López como nuevo líder de la sección 22 de la CNTE.
Desde ahí, se supo poco del maestro Núñez hasta inicios de febrero cuando dieron a conocer que fue hospitalizado en un hospital del ISSSTE en la Ciudad de México, lugar donde falleció ayer por la noche.