Se prevé un panorama complicado para las empresas y sindicatos, cuando el 1 de mayo de 2023 vence el plazo para que los organismos gremiales realicen el proceso de legitimación de sus contratos colectivos de trabajo que es obligatorio o de lo contrario, desaparecerán.
Así lo considera Óscar de la Vega, socio de la firma De la Vega& Martínez Rojas, quien señaló que de los 550 mil contratos colectivos de trabajo existentes, cifra que presentó la autoridad laboral antes de la reforma del 2019, al menos 485 mil estarán en una primera etapa, sin algún sindicato que busque representar a los trabajadores.
Señaló el especialista en Derecho Laboral que si bien la tasa de sindicalización en el país es baja, el próximo año se espera que se reduzca hasta en tanto los trabajadores no vean beneficios de pertenecer a una organización gremial.
Indicó que actualmente, el número de trabajadores que pertenecían a un sindicato hasta el primer trimestre de este año se ubicó en 4 millones 869 mil 045 personas.
En su opinión se volverá tan complejo el proceso de las relaciones laborales con los sindicatos que realmente “solo algunos sectores específicos son los que se mantendrán con una alta sindicalización”.
Explicó: El 1o de mayo de 2023 concluye el período de legitimación. Este proceso ha sido a cuenta gotas, por lo que no se descarta una prórroga, aunque esto implicaría una negociación con Estados Unidos, porque su implementación hasta el 2023 emana del T-MEC.
“Esa parte se vería como una alternativa, pero de entrada, se espera la terminación de 495 mil Contratos Colectivos de Trabajo (CCT)”, precisó.
También comentó que sectores como el de alta exportación que es prioritario para el gobierno estadounidense, “van a tener que cumplir de manera ortodoxa con la reforma en materia de libertad de asociación y negociación colectiva”.
Consideró que seguramente, en estas materias estratégicas que le tocó al gobierno de EU y la ley de implementación del T-MEC son sectores que necesariamente van a estar involucrados en los Mecanismos de Respuesta Rápida, vinculados con las quejas laborales”.
Refirió que si bien ahora se ha visto mucho en el sector automotriz y de autopartes “no se nos olvide que ahí está el sector minero, cementero, de aluminio, que son muy importantes y complejos desde el punto de vista sindical y que definitivamente van a tener una lupa muy grande por parte de los grupos involucrados”.
Advirtió que seguirá en aumento el número de quejas bajo el Mecanismo de Respuesta Rápida en estos sectores.
De este instrumento, comentó que “definitivamente, ahorita es un mecanismo a nivel extraordinario, pero con la dinámica que vamos a agarrar y su eficacia, va a haber muchos nuevos procesos en estos sectores prioritarios, que es en donde está el foco”.
Refirió que el resto de los sectores van a cumplir con la ley, pero en donde tienen que ser ortodoxos, es en estas empresas de industrias estratégicas.
Expresó que se contempla que haya el surgimiento de más sindicatos independientes. Entonces, las empresas se ven ante una disyuntiva clara, en un ambiente libre de sindicatos. O bien, con contratos colectivos de trabajo, pero con organizaciones gremiales representativas, democráticas, porque los sindicatos a modo, “los sindicatos de chocolate, ya no tienen cabida dentro de esta reforma”.