En los primeros tres años de gobierno de la Cuarta Transformación se dieron de baja a cinco mil 540 empleados de base de la Secretaría de Salud (SSA), de acuerdo con la Plataforma Nacional de Transparencia (PNT).
De acuerdo con una revisión hecha a los datos de la dependencia, en 2021 se reportó un total de 15 mil 939 empleados de base, aquellos que por contrato se consideran inamovibles al interior de una dependencia, inferior a los 21 mil 479 trabajadores reportados durante el primer año de gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador.
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A detalle, de 2019 a 2021 se recortaron a mil 96 empleados de confianza, de acuerdo con información presentada por la SSA. Los datos reportados por la oficina, a cargo de Jorge Alcocer, refieren que el año pasado, durante el inicio de la crisis sanitaria, se registró una plantilla de 22 mil 971 personas con base.
El Sol de México buscó a la dependencia, pero hasta el cierre de esta edición no se obtuvo respuesta.
Parte del incremento observado corresponde a las contrataciones de personal médico de todos los niveles para enfrentar la pandemia en el país. Aunque en su momento, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) dijo que la SSA contaba con los recursos suficientes para combatir al Covid-19.
Desde 2020, Salud también contó con la autorización de la SHCP para la creación de 17 mil 210 plazas e instrumentar el “Programa de regularización de personal”, incluyendo otras ocho mil 977 plazas permanentes “necesarias” para los hospitales.
Según la dependencia, de septiembre de 2020 a junio de 2021 se crearon 68 plazas de las categorías Enfermera General HR y Auxiliar de Enfermería General HR.
Además, durante este periodo se logró una cobertura de tres mil 846 plazas en los tipos de contratación de base y confianza, de nómina ordinaria en régimen ordinario, para apoyar los servicios de atención a la población derechohabiente del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Entre las zonas donde se llevó a cabo el proceso de reclutamiento, selección y contratación de personal destacaron los hospitales de Amatán, Chiapas; Tekax, Yucatán, y Texcoco, Estado de México.
No obstante los esfuerzos por incrementar el personal de salud, en los meses más críticos por el coronavirus centenas de médicos y enfermeros, entre otros trabajadores del ramo, demandaron que no contaban con los recursos necesarios para desempeñar sus labores.
Estos reclamos derivaron en protestas, cierre de avenidas o paros intermitentes de trabajo, porque no había medicamentos, los hospitales estaban saturados o los sueldos estaban retrasados.
La incertidumbre para el sector se agravó con la llegada de vacunas contra el Covid-19, pues aunque el Gobierno federal anunció que todo el personal del ramo sería vacunado, nuevamente hubo reclamos porque no todos los trabajadores de salud fueron inmunizados.
Como parte del Presupuesto de Egresos de la Federación 2021, la Secretaría contó con recursos por 145 mil 414 millones de pesos, al igual que obtuvo el visto bueno para dar de alta siete mil 614 puestos para el “Modelo de salud para el bienestar”.
Pega austeridad en 2020
La austeridad republicana de la Cuarta Transformación incluyó a la Secretaría de Salud, a pesar de ser una de las más importantes en el combate a la pandemia, durante el año pasado recortó recursos para sus operaciones.
“Se llevó a cabo la optimización de las partidas de gasto, a fin de garantizar el uso adecuado de los recursos en concordancia con los lineamientos que rigen el ejercicio del gasto público”, explica la dependencia en su informe de labores correspondiente al tercer año de gobierno del presidente López Obrador.
Por ejemplo, la dependencia recortó en poco más de 20 por ciento anual el gasto en alimentación para personal de la secretaría y sus entidades; así como hasta 42 por ciento los recursos para gasolinas, lubricantes y aditivos para automóviles u otros vehículos para uso administrativo.
Incluso, la SSA gastó solamente 3.6 millones de pesos en servicios de agua en 2020, monto inferior a los 6.7 millones de pesos erogados durante el primer año de gobierno de la Cuarta Transformación.
Algunas de las partidas que dejaron de recibir recursos al iniciar el sexenio de López Obrador fueron las cuotas para el seguro de separación individualizado y el apartado de estudios o investigaciones, que contaron con un gasto de 51.1 y 4.7 millones de pesos, respectivamente, en 2018, pero en los dos años siguientes quedaron sin presupuesto.
De acuerdo con la dependencia los remanentes generados en las partidas del sector central en ocasiones son reorientados para cubrir presiones del gasto, “buscando siempre lo mejor eficiente de los recursos que permitan cumplir con los objetivos de la Secretaría”.
De igual forma los recursos que no se ejercen al cierre del ejercicio fiscal se transfieren al ramo de provisiones salariales y económicas.
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