En pos de lograr la meta dedeforestacióncero para el 2030, México lucha contra las mafiasorganizadas de talamontes que, a punta de corrupción ymetralletas, tienen asoladas las zonas boscosas y selváticas.Además, para hacer entender a los depredadores “de buena fe”el daño que causan a los mexicanos y al mundo.
Ello, porque actúan sin tomar en cuenta que lascadenas se rompen, por ejemplo, “en el bosque de encinos, en elque existe una población de ardillas que utiliza una parte de lasbellotas (semillas producidas por los encinos) en su alimentacióny hay también una población de halcones que utiliza a lasardillas como fuente principal de alimento”.
La consecuencia es la disminución de ardillas yhalcones, aleatoria a la desaparición del bosque.
Y solo para ilustrar, el pasado día 3 de agosto laProcuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) rescatóun ejemplar de halcón caracara común (Caracara cheriway), en laciudad de Durango. Estaba deshidratado y con lesiones en ambaspatas por ligadura de amarras. Ya está en resguardo.
En México los bosques y selvas cubren actualmente el33% de la superficie, señala el Fondo Mundial Para la Naturaleza,WWF México, pero ha perdido hasta 50% de los mismos, aunque hayuna lucha sin cuartel.
Es el caso de las afectaciones ambientales causadaspor algunas comunidades menonitas en la selva de Quintana Roo (lamás reciente),aunque en el país, integrantes de esta comunidadson depredadores y han lesionado bosques Coahuila y selva tambiénen Campeche, desde 2008 a la fecha.
Si bien los menonitas se caracterizan por sulaboriosidad, hay ocasiones en que se les pasa la mano. LaProfepa documenta que, en el estado de Campeche, en 2008, realizódiversas visitas de inspección a predios del Campo Menonita No. 7,en el Municipio de Hopelchen, a fin de verificar que elaprovechamiento forestal se realizara al amparo de constancias deaprovechamiento.
Un año después (2009), asegura, derivado de unprocedimiento administrativo concluido favorablemente, realizó unoperativo de decomiso denproductos forestales en dicho Campo y endiciembre del mismo año se realizó la Notificación de 32Resoluciones Administrativas y un Acuerdo de Emplazamiento, asícomo Actividades de Verificación del estatus de losaseguramientos. “Como resultado, en 759 hectáreas se llevó acabo la suspensión del aprovechamiento en selva baja, 10 predioscon suspensión de autorización de aprovechamiento, cinco CATclausurados y dos con autorización revocada, cuatro tractores ytres tráileres asegurados, así como la clausura total definitivade 299 hornos para la elaboración de carbón vegetal”.
Derivado de los procedimientos instaurados, laProcuraduría Federal de Protección al Ambiente presentó, en esemomento, 18 denuncias penales ante la PGR, e impuso aproximadamentetres millones de pesos en multas.
En Coahuila, en el municipio de Sierra Mojada, laProcuraduría detectó, en 2013, una afectación de dos mil 300hectáreas en 23 predios, por Cambio de Uso del Suelo en TerrenosForestales para actividades agrícolas y forrajeras (Uso agrícolay pecuario), sin autorización. Se estima que los procedimientosconcluyan antes de que termine este 2017.
La estimación oficial para tal caso es que se puedenalcanzar multas en promedio de 600 mil pesos, lo que sumado entotal representa una multa de cerca de 14 millones de pesos.
¿Y en el caso Quintana Roo? Dicen los ecologistasque en los últimos 30 años se ha observado un deterioro constantede los tipos de vegetación de la entidad, debido al aumento de laindustria turística y de la tala descontrolada en ciertas partesdel estado. En específico, se registra una disminución devegetación de manglar, debido a cambios en uso de suelo yhuracanes. Las especies más comunes arrasadas por los menonas enla selva baja fueron: subinche, sakchechem, guayacán, tsitsilche,tsiin che, palma kuka, orquídea, bromelias y helechos. También eltasiste, el palo de tinte, el chechem y el pukte.
Como dijo el poeta español Antonio Machado, “todonecio confunde valor y precio”. He aquí la prueba. En 2012 laProfepa inspeccionó y denunció penalmente a un grupo de menonitasdel campo “4 Banderas”, por causar un incendio forestal queafectó dos áreas de selva baja, de 77 hectáreas una y poco másde 19 hectáreas la segunda, por el cambio de uso de suelo enterrenos forestales, para destinarlos a terrenos de agriculturadentro del Área de Protección de Flora y Fauna, denominadoBala’an k’aax, en el municipio de José María Morelos.
Un año después, inspeccionó, denunció y puso adisposición del Ministerio Público Federal, en Chetumal, a ochomenonitas por causar un incendio forestal que afectó 13 mil 998hectáreas de selva baja, por cambio de uso de suelo en terrenosforestales, para destinarlos a un nuevo asentamiento humano yterrenos de agricultura dentro del Área de Protección de Flora yFauna, denominado Bala’an k’aax, del municipio de José MaríaMorelos, Quintana Roo.
Recientemente la Procuraduría realizó un operativoconjunto con la Secretaría de Marina Armada de México, del 28 al30 de marzo de 2017, para constatar la realización de actividadesilegales de cambio de uso de suelo en terrenos forestales (selvas),en tres predios ocupados por grupos de menonitas en los ejidos ElBajío, El Paraíso y San Fernando, en el municipio de Bacalar,Quintana Roo. El total de hectáreas afectadas fue de mil445.4.
Con base en el artículo 161 fracción II de la LeyGeneral de Desarrollo Forestal Sustentable, es la Clausura TotalTemporal de los trabajos y actividades de remoción de lavegetación forestal. Los tres predios inspeccionados fueronemplazados a procedimiento administrativo el 13 y 14 de julio de2017, por lo que sus 15 días hábiles para aportar pruebas paradesvirtuar el no contar con autorizaciones por la remoción de lacubierta forestal vencieron el 4 de agosto.
La sanción económica para cada predio sería de 3.7millones de pesos y la restauración la superficie afectada.Además, en mayo se presentó la denuncia penal ante la PGR por ladestrucción de las mil 445.4 hectáreas de la cubierta forestalsin autorización, en contra de a las tres comunidadesmenonitas.
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