Los megaproyectos de infraestructura y energía anunciados por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, como el Tren Maya, el Tren Transístmico, la Refinería de Dos Bocas en Tabasco, y el Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) en la Base Aérea de Santa Lucía, aún no cuentan con estudios de impacto ambiental, admitió la titular de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Josefa González Blanco, durante una reunión con diputados federales. Lo que despertó la molestia de ambientalistas.
Ante este escenario, el Representante de la Unesco en México, Fréderic Vacheron, consideró que la construcción del Tren Maya tiene que tener una visión holística para que este proyecto sea un plus para el desarrollo de México y no un problema que puede afectar las poblaciones, la biodiversidad y el aspecto cultural.
“Es muy importante que Unesco esté al principio de este proyecto y no al final. No somos un Tribunal. Somos una agencia de cooperación y que el gobierno nos abra la puerta para que podamos aportar los conocimientos de la comunidad internacional en términos de cultura, biodiversidad y la conservación del patrimonio. También del concepto de turismo sostenible que trabajamos con la Organización Mundial de Turismo”, sentenció Fréderich Vacheron, representante de la Unesco.
El diplomático explicó que ya sostuvieron varias reuniones sobre este proyecto del Tren Maya para acompañar al gobierno y asegurar que puede cumplir con sus compromisos internacionales.
“Todavía no hemos firmado un acuerdo con el gobierno, pero ya hablamos de que obviamente, este proyecto está situado en una zona en donde hay muchos sitios que son patrimonio mundial de la humanidad, que tienen un valor universal excepcional”.
Además, existe el compromiso de México con la Convención de la Protección del Patrimonio Mundial y justamente, los lineamientos de conservación y también de vínculo con el desarrollo local, señaló.
El ambientalista, Víctor Hirales, fundador de la organización “Derecho Sin Fronteras”, calificó como “abominable” la ineptitud de la Semarnat, debido a que en esta Secretaría “no son capaces de dar seguimiento o de acompañar con un trabajo de prospectiva” estos megaproyectos.
Y dijo que ante la carencia de información referente al tema, su organización, dará a conocer en octubre un estudio con los factores de impacto ambiental sobre el Tren Maya, y enfatizó que “no necesariamente se requiere de un proyecto ejecutivo para desarrollar un estudio de impacto ambiental”.
La eventual construcción del Tren Maya, agregó, acarreará una sobrepoblación en su trayecto y su ruta “forzosamente tendrá impactos negativos en el medioambiente”. Por ello, explica que se debe medir y prever qué tan negativos van a ser esos efectos, y además cómo se va a solucionar la regeneración del ecosistema en la zona, a fin de que no se vean interrumpidos los corredores biológicos o rutas migratorias de los animales de la región donde cruzará el tren.
Advirtió además que el impacto más grave que provocará la construcción será al agua, pues estima que sólo 30 por ciento de los habitantes de los estados por donde cruza el tren tienen acceso al agua, y este impacto se va volver más grave porque no hay una estrategia de potabilización del agua ni de alcantarillado o de tratamiento de aguas residuales.
Especies como el Jaguar, el Tapir, el Venado cola blanca, el Pavo ocelado y el Pecarí de labios blancos, este último ligado a la mitología nahua, encabezan la lista de extinción, que con la construcción del Tren Maya, el riesgo de desaparecer es doble, advirtieron especialistas, instituciones, organismos y parlamentarios.
Otro peligro de contaminación grave, tiene que ver con los manglares, cenotes, ríos subterráneos, cavernas, y manantiales. A ello se suman la desforestación de bosques, montes y montañas.
Los estados de Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo, por los cuales se prevé que la ruta del tren sea establecida, son hogar para miles de especies vegetales y animales, muchas de las cuales se encuentran clasificadas como especies protegidas o en grave peligro de extinción.
Las legisladoras Julieta Macías Rábago y Dulce María Méndez de la Luz Dauzón, expresaron su preocupación y desconfianza, considerandos los daños recientes con el desmonte en el predio destinado para la construcción de la refinería Dos Bocas, que incumplieron requisitos de la norma ambiental.
EN PELIGRO MANGLARES Y CENOTES
Datos de Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), Chiapas, Tabasco, Campeche, Quintana Roo y Yucatán, albergan 63.6 por ciento de la superficie de mangar en nuestro país, la mitad se encuentra en Campeche. La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) ha señalado que las actividades humanas constituyen la principal amenaza para estas reservas.