El Instituto Nacional de Migración (INM) aseguró que en apego a la Ley de Migración y su Reglamento, tienen “la facultad de realizar entrevistas breves para conocer el motivo de la visita de los ciudadanos de otros países y en caso de existir inconsistencias, llevar a cabo una segunda entrevista para confirmar los datos proporcionados por los extranjeros ante el Agente Federal de Migración”.
Al fijar su postura ante la información que se da a conocer hoy en las páginas de El Sol de México, en las que se revela la negativa de ingreso al país de ciudadanos brasileños, así como los malos tratos de lo que han sido objeto, el INM aclaró que el ingreso de los visitantes extranjeros se debe llevar a cabo de acuerdo a los protocolos establecidos y con respeto irrestricto a los derechos humanos de las personas.
“El derecho de comunicarse con sus representantes consulares, así como el principio de no discriminación es parte fundamental de este procedimiento que lleva a cabo el personal del INM”, sostiene en una tarjeta informativa.
Sobre los señalamientos formulados, manifiesta que se tiene la tarea fundamental de proporcionar un servicio hospitalario y de calidad.
Por ello, seguirá atento a la información relacionada con los ingresos de personas extranjeras y en caso de que exista un comportamiento indebido por parte de un funcionario en el desempeño de sus labores, se dará vista de inmediato al Órgano Interno de Control.
Hoy, El Sol de México da a conocer que derivado del endurecimiento de la política migratoria del gobierno de Andrés Manuel López Obrador no sólo se ha limitado a frenar el flujo de indocumentados en las fronteras sur y norte del país, sino además se ha traducido en un “maltrato” a turistas, principalmente sudamericanos, quienes están siendo víctimas de violación a derechos humanos por parte de personal del Instituto Nacional de Inmigración (INM).
Wanja Campos de Nóbrega, cónsul general de Brasil, expuso que “infelizmente confirmo que el Gobierno de Brasil ha recibido una cantidad significativa de quejas de ciudadanos brasileños que son impedidos a entrar a México y que son maltratados por autoridades del INM en los aeropuertos internacionales del país”.