El rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Enrique Graue Wiechers y la institución se deslindaron de la aprobación y aplicación de la Guía Bioética de Asignación de Recursos de Medicina Crítica, en la atención de pacientes Covid-19, en la que se establece que se dará prioridad de atención a los jóvenes por sobre los adultos mayores y quienes tengan enfermedades crónicas.
La institución desconoció el contenido del documento al considerar que “ni la UNAM ni su rector, doctor Enrique Graue Wiechers, han sido convocados a sesión plenaria alguna para el análisis, discusión y eventual aprobación de dicha Guía”.
El pasado fin de semana, el Consejo de Salubridad General hizo público ese documento mediante la cual se establecen las disposiciones que orientarán las decisiones del personal médico en caso de que el sistema de salud se vea sobrepasado por la pandemia de la Covid-19.
Al respecto, la Universidad precisó que en atención a lo que establece la Ley General de Salud en su artículo 15 y tercero del Reglamento Interior del propio Consejo, “corresponde a la Universidad Nacional, específicamente al rector, uno de los asientos destinados a los Vocales Titulares”, y hasta ahora no ha sido convocado.
“Por tanto, la Universidad Nacional se deslinda de los términos y del contenido del referido documento”.
¿Qué dice la guía?
El Gobierno establece que cuando los recursos hospitalarios comiencen a escasear, como ventiladores o respirados mecánicos, se tendrá que priorizar el uso de estos a los pacientes más jóvenes, con el objetivo de salvar el mayor número de vidas.
Así lo establece el documento Guía Bioética de Asignación de Recursos de Medicina Crítica, desarrollada por el Consejo de Salubridad General que encabeza el Secretario de Salud, Jorge Alcocer Varela y el secretario de Hacienda, Arturo Herrera, entre otros funcionarios integrantes del Consejo.
La dura medida establecida por el Estado, ejemplifica a su personal médico que, “cuando sólo tenemos un ventilador y hay dos pacientes: un paciente A de 80 años y un paciente B de 20 años. Supongamos que si paciente A recibe el ventilador, ella vivirá siete años más y si paciente B recibe el ventilador, ella vivirá 65 años más”.
Por ello, especifica que, “para solucionar este problema se tiene que introducir un principio adicional: salvar la mayor cantidad vidas-por-completarse”.
Por ello, también indica que, “una vida-por-completarse se debe de entender como aquella que aún no ha pasado por los diferentes estados de desarrollo bio-psico-social humanos (i.e. infancia, adolescencia, edad adulta, vejez). Y de entre las vidas-por-completarse hay que elegir aquellas que están en etapas más tempranas”, especifica el documento.
La Guía explica que se debe entender como un “recurso escaso de medicina crítica” es aquel en el que simultáneamente dos o más pacientes necesitan pero que por su naturaleza indivisible sólo un paciente puede hacer uso de él” y como ejemplo paradigmático están los ventiladores mecánicos que en este caso de pandemia pueden ser escasos.
La guía también detalla que para la asignación de recursos médicos escasos no se debe tomar en cuenta la “afiliación política, religión, ser cabeza de familia, valor social percibido, nacionalidad o estatus migratorio, género, raza, preferencia sexual, discapacidad”.
En este sistema, también se establece un método de puntaje, donde en caso de haber un empate, habrá de tomarse en cuenta para decidir qué paciente recibirá el recurso escaso el azar o la taza de mortandad por coronavirus.
Respecto a esta priorización de recursos para pacientes en estado de salud crítica, también se debe de dar prioridad “al personal de salud que combate la emergencia de Covid-19. La priorización de dicho personal de salud debe de ser absoluta” detalla la Guía, dentro de sus polémicos preceptos.
El subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, aclaró que esta guía no es nueva, pero ahora se aplica al Covid-19 y justificó también que no era una decisión del Ejecutivo.
También dijo que se trataba de un escenario al que hay que estar preparado y aún estaba en análisis, sin embargo, la Guía ya se publicó en sitio del Consejo de Salubridad General.
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