En las últimas 24 horas mediante los sistemas de monitoreo del volcán Popocatépetl, se detectaron 31 exhalaciones acompañadas de vapor de agua, gases volcánicos y ceniza, informó este domingo el Centro Nacional de prevensión de Desastres (CENAPRED).
Ante esta situación, ha surgido la duda sobre las consecuencias que tendría la erupción de dicho volcán para diversas zonas de la Ciudad de México, además de la caída de ceniza en varias alcaldías.
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De acuerdo con el investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), Delfino Hernández Láscares, en caso de erupción, los materiales que llegarían a la Ciudad de México serían prácticamente piroclásticos, es decir, aéreos, como gases y ceniza volcánica de grano fino.
"Las alcaldías tentativamente afectadas serían: Milpa Alta, Tláhuac, Xochimilco, Iztapalapa, Tlalpan y Coyoacán; en menor proporción estarían Magdalena Contreras, Cuajimalpa, Álvaro Obregón, Miguel Hidalgo, Cuauhtémoc, Venustiano Carranza, Gustavo A. Madero y Azcapotzalco", explica en el artículo El Volcán Popocatépetl.
El investigador indicó además que la erupción de un volcán viene precedida a menudo por terremotos y por ruidos retumbantes como truenos, "los cuales pueden continuar a escala gigantesca durante la erupción. Antes de que ésta tenga lugar, con frecuencia se abren fisuras, se secan los lagos y aparecen en muchos sitios manantiales calientes".
El vulcanólogo de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) Robin Campion, dijo en una entrevista con DW que "todo quedaría aniquilado en un radio de 15 kilómetros, además, se tendría que evacuar a unas 10 mil o 20 mil personas de las poblaciones más cercanas".
Hasta el momento, con la intensa actividad volcánica del Popocatépetl, Puebla ha detenido actividades presenciales y el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) también tuvo que interrumpir actividades por un periodo de seis horas aproximadamente.
"En caso de una erupción muy fuerte, en función de la dirección del viento, una capa de ceniza-arena de unos a 30 centímetros de espesor caería en estas grandes ciudades, perturbando profundamente y, por varias semanas, el transporte terrestre, el drenaje, los vuelos, la red eléctrica. En temporada de lluvias, Puebla se vería afectada por inundaciones frecuentes que depositarían grandes espesores de lodo en las partes bajas de la ciudad", detalló Campion en esa misma entrevista.
Asimismo, el especialista en Sistemas de Informaciones Geográfica y Percepción remota de la UNAM, Álvaro Ramírez Laguna detalló que la emisión de dióxido de azufre y carbono, sería otra problemática a la que se enfrentaría la capital además de afecciones en las vías respiratorias.
"En la CDMX sería principalmente (el problema) la caída de cenizas, dependiendo de los vientos y la emisión de dióxido de azufre y carbono, depende igual de la direccion de los vientos, nada de productos balísticos ni magma, podrían llegar movimientos telúricos por alguna explosión", dijo.
Ramírez Laguna agregó que aviones y helicópteros tendrían problemas graves en las operaciones de vuelos nacionales e internacionales, como ya ocurrió en el AICM y otros aeropuertos dentro de la zona de riesgo.
Detalló también que aunque la CENAPRED tiene ubicadas las zonas de riesgo ante una posible emergencia, la población debe estar informada sobre zonas donde haya albergues en caso de ser necesarios.
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Por su parte, la investigadora del Instituto de Geofísica de la UNAM, Ana Lillian Martin detalló que desde el mes de marzo se estableció que la actividad del volcán Popocatépetl había aumentado, y añadió que es por la dirección del viento durante el mes de mayo que la ceniza prevalece en Puebla y la Ciudad de México.