Dámaso López Núñez enfrentaba ahora los cuestionamientos de Balarezo, uno de los abogados de El Chapo que no lo dejaba salir de su rol de traicionero. Así lo pintaba ante el Jurado.
—¿En toda su carrera en el narcotráfico, nunca ha pagado a algunos medios para escribir una historia que lastime a sus rivales o lo ayude?—, preguntó el abogado.
—No—, respondió Dámaso confiado.
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—En cualquier caso, los periódicos y los medios de comunicación en México estuvieron mal, ¿verdad, sobre usted? Y sabe que a veces las historias se publican sólo para vender, ¿correcto?
—Sí, estoy seguro de eso, muy seguro de eso.
—A veces publican historias para hacer sensacional lo que la gente ha hecho, ¿correcto?
—Ese podría ser el caso.
—Y cuando hacen sensacionales estas cosas, hacen que la gente se vea más grande de lo que realmente es, ¿verdad?
—Podría ser.
—Ahora, ¿cuánto tiempo pasó en el mundo del narcotráfico? ¿Fue desde 2001 hasta su arresto?
—Sí, señor.
—Pero hoy le dijo a este jurado que nunca personalmente mató a alguien, ¿verdad?
—Sí, señor.
—Y eso es sólo porque, es un buen tipo y tiene una cosa contra el asesinato? Dijo que personalmente no mató a alguien.
—No es mi costumbre.
—¿Entonces, es su costumbre, sin embargo, transmitir órdenes de matar a alguien? ¿Eso está bien en su mundo?
—Eso sucedió en algunos casos.
—También estuvo bien en su universo moral ordenar secuestros de personas, ¿correcto?
—Sí. En el narcotráfico, eso suele suceder.
—Suele suceder, pero cuando secuestras personas, no es sólo que los saques de la calle y los lleve a cenar, ¿verdad?
—Ellos son recogidos y eso es todo.
—Los recoge porque han hecho algo en contra de su negocio, usted o su hijo, ¿verdad, su familia?
—Cuando ha sucedido, siempre hay una razón.
—Bien. Y la razón es que hicieron algo que no les gustó.\u0009Los recoge y luego le hace algo a la persona que recogió, ¿verdad?
—Cuando sucedió, como dije antes, siempre hubo una razón.
—¿Por ejemplo, testificó que Chapo había elegido recoger a Juancho, como lo llamó?
—Sí.
—Y usted le dijo al jurado que cuando Juancho fue recogido, él fue golpeado?
—No recuerdo haber dicho eso.
—¿Sabes cómo consiguió ese ojo morado en el video?
—Mostró signos de haber sido golpeado, pero no dije que fue golpeado.
—Y luego dijo que fue asesinado después de eso, ¿correcto?
—Sí.
—Pero las personas que ha recogido no son golpeadas.
—Hay momentos en que es necesario, pero no siempre.
—¿Por qué es tan difícil para usted admitirlo? Ha golpeado a gente, ¿no?
—No me acuerdo.
—Y, por supuesto, no recuerda que hayan asesinado a algunas de las personas que fueron recogidas, ¿verdad? ¿Alguna de esas personas que recogió fueron asesinadas? ¿Recuerda, sí o no?
—Sí, señor.
***
—También le dijeron que tenían información que de usted estuvo involucrado en el asesinato de un periodista con el nombre de Javier Valdez Cárdenas; ¿correcto?
—Sí, un periodista muy conocido y famoso de Sinaloa.
—Y este conocido y famoso periodista de Sinaloa fue un famoso fundador de un periódico llamado Rio Doce; ¿correcto?
—No sé si fue el fundador, pero escribió para ese periódico.
—Bien. Y déjeme mostrarle la prueba del acusado 497-B. ¿Qué reconoce que es esto, señor?
—Una revista con una portada y la imagen de una persona.
—¿No reconoce que es la portada del periódico Rio Doce?
—Sí, señor.
—¿Y no reconoce al señor Valdez?
—Podría ser él, pero nunca lo conocí en persona.
—Bueno, y por supuesto no tuvo nada que ver con su asesinato ¿correcto?
—Está en lo correcto.
—Bueno, ¿no es cierto que su periódico publicó al menos un artículo que fue muy crítico con su hijo, Mini Lic?
—Bajo las órdenes de los hijos de mi compadre, sí, lo hicieron.
—¿Orden de quién?
—Iván, Alfredo.
—Permítanme aclarar esto, el periódico publicó un artículo crítico de su hijo por orden de los hijos del Chapo; ¿es correcto?
—Tiene toda la razón.
—Cuando le pregunté hoy sobre los periódicos publicando historias, ¿ahora esta es una versión diferente de lo que dijo antes?
—No. Me preguntó si les daba dinero a los periodistas.
—Una de las cosas que el periódico publicó sobre su hijo era básicamente que era un inútil, ¿cierto?; que él era, como, un traficante patético; ¿correcto?
—Estaba en la cárcel en ese momento, señor. No vi ese periódico.
—¿Y su hijo no tuvo nada que ver con ese asesinato tampoco, supongo?
—Está asumiendo correctamente, señor.
—¿Ha hablado con su hijo al respecto?
—Está en la cárcel.
—¿Ha hablado con su hijo al respecto?
—No, señor.
—Entonces, ¿cómo puede sentarte allí y testificar bajo juramento que estoy suponiendo correcto si ni siquiera ha hablado con él al respecto?
—Bueno, la cosa es que los hijos de mi compadre descubrieron que había dado una entrevista por teléfono con este hombre aquí y… y explicando los motivos sobre por qué, Ciro Gómez Leyva, un reconocido periodista en México, me estaba mencionando y diciendo en su programa que había emboscado a los hijos de mi compadre y que los hijos de mi compadre estaban gravemente heridos y que Mayo también estaba herido, y dado que fue completamente falso, cuando ese periodista me buscó, yo vi la oportunidad de hacer que la verdad saliera a la luz. Lo único fue que los hijos de mi compadre no pensaron que lo que yo creía que era bueno fuera bueno para ellos. Y si pregunta en Culiacán le van a decir que los hijos de mi compadre amenazaron a la casa editorial, al periodista en Culiacán y que lo forzaron a publicar un artículo que ellos querían que se publicara. Y forzaron a este hombre a que no publicara la entrevista que le había dado. Pero era un buen periodista, era muy ético y publicó el artículo. Desobedeció las amenazas de los hijos de mi compadre y por eso lo mataron. Y sólo porque los hijos de mi compadre estaban coludidos con el Gobierno, no fue difícil para ellos apuntar a otras personas que supuestamente fueron responsables de ello. Mi hijo y yo somos inocentes del asesinato de este hombre,
—¿Terminó?
—Sí, señor.
—Inocente del asesinato; ¿verdad?
—Estoy diciendo la verdad.