TAPACHULA, Chis.- “Es hora de que el sur-sureste de México -sentenció ayer aquí el presidente Enrique Peña Nieto- deje de ser territorio del rezago, la pobreza y la desigualdad. Hoy aquí se hace realidad el proyecto, la idea de la Zona Económica Especial (ZEE). Alba que anuncia prosperidad y progreso para Chiapas, Michoacán, Guerrero y Veracruz. Y luego... Zonas Económicas Especiales que dilatarán su evolución durante muchas décadas...
Ocurrió en Puerto Chiapas. “Proyecto -juzgó, reseñó Manuel Velasco Coello- hace poco más de 40 años se calificó casi descabellado. Hoy sirve a esta espléndida realidad”. No se atrevió el vacilante -en su lectura- gobernador a citar el nombre de aquel gobernado. Don Manuel Velasco Suárez. Genio de la Neurología. Poderoso médico. Muy amigo de Luis Echeverría en cuyo homenaje construyó aquí algunas pagodas. Al sabio Velasco Suárez se debe la pésima -inútil- construcción de un aeropuerto.
“Me atreví a enfrentar a los comerciantes de alcohol. Encaré a los que embrutecen a los indígenas chiapanecos”, sostuvo Velasco Suárez en el lejano 1982. Gastón Alegre López lo escuchó cuando platicó con este reportero.
Se entusiasmo tanto el gobernado Velasco Coello ante la Tierra Prometida que se le figura la Zona Económica Especial que sin más se animó y soltó: “apelo al buen corazón del presidente Peña Nieto y a su bondad hacia Chiapas. ¿Qué tal que nos da una segunda en el centro del estado y hasta una tercera Zona Económica Especial en la zona de Los Altos? Bueno. Ya se sabe que el pedir no empobrece”, soltó con una risita.
Y el presidente le respondió:
“Pues no. No se puede. Zona Económica Especial es un concepto especial. Reúne características muy es-pe-cia-les. ¿Multiplicarlas? Pues no es posible”.
Chiapas. Presencia del pasado. Luis Echeverría. “Todo en Chiapas es México”. Así en los 150 años de la vuelta de Chiapas al territorio nacional. Luis Echeverría. En su tiempo la siderúrgica Lázaro Cárdenas -Las Truchas-. Adolfo Orive Alba -secretario de Recursos Hidráulicos en el sexenio de don Miguel Alemán Valdés, productor de buenas películas- la dirigió. Otro gobierno la vendió. Hoy es próspera, gran negocio... De Mittal. Acereros-mineros británicos. Ya llegan a Chiapas. A la Zona Económica Especial. Trato de lujo. Años sin pagar impuestos. Grandes ganancias. Los sueldos -a los mexicanos- no serán la gran cosa. “Dese hace 25 años -dice su propietario- yo tengo mucha confianza en México. Recomiendo a los adinerados. Inviertan en México. Es un país muy seguro...
A su turno el Presidente apostilló:
“...Y además se vive muy bien en México. ¡Mejor que en Londres, señor Mittal...”.
Gran día en Tapachula. Inolvidable para Chiapas. Ya llega el progreso, el desarrollo, el empleo, la educación, la capacitación. ¡Adiós a la miseria! Hombres ricos y visionarios -ambiciosos, aptos para multiplicar el oro- ya diseñan la silueta del futuro Edén. Silvano Aureoles, Miguel Ángel Yunes Linares, Héctor Astudillo y Manuel Velasco Coello se funden -como en ronda infantil-. Festejan el futuro.
El presidente Enrique Peña Nieto regresó ayer a Chiapas. En rigor casi no deja esta tierra. Días de dolor lo arraigaron. Encargó a su favorito -amigazo- Luis Miranda Nava actúe en la reconstrucción.
Rapto de Velasco Coello:
“Miranda no se va de Chiapas, presidente. Permanecerá aquí hasta que se edifique la última nueva casa...”
CHIAPAS: TIERRA DE PROMESAS
Día de muchas palabras. De discursos.
“Van a pensar que me la paso dando gracias a todos -apreció Gerardo Gutiérrez Candiani- cuando ya llevaba más de un cuarto de hora de palabras lisonjeras, elogiosas. Gestos de genuflexión ante el Gran Dinero.
“Este Gerardo Gutiérrez Candiani recibió esta responsabilidad cuando el presidente Peña Nieto no lo hizo gobernador de Oaxaca”- murmuran observadores-.
Gutiérrez Candiani hace oídos sordos. Ostenta el cargo de autoridad federal para el Desarrollo de las Zonas Económicas Especiales.
Breve y directo el juicio de Luis Alberto Moreno Mejía. Presidente del Banco Interamericano de Desarrollo “BID-. Asiduo al presidente Peña Nieto. Cercano a las cuestiones nacionales, Moreno Mejía elogia -anticipa éxitos- la creación de la Zona Económica Especial. “Tiene el apoyo del BID”, afirma.
Chiapas. En los albores de su sexenio el presidente Enrique Peña Nieto inauguró -quizá en el Ejido Las Margaritas- aquí su ambiciosa “Cruzada Contra el Hambre”. Se propuso erradicar estómagos vacíos.
A Chiapas convidó el presidente Peña Nieto a su -entonces declarado admirador- Luis Inacio Lula da Silva. Sonriente, agradable, el expresidente de Brasil se dio a producir ditirámbicos juicios a la decisión del flamante presidente. Permitió que los indígenas chiapanecos le entregaron collares de bellas flores y le regalaran finas artesanías. Luego mudó. Lula se convirtió en crítico -burlón- de lo hecho aquí.
Ayer el presidente renovó en Chiapas la esperanza.
Él mismo inició el homenaje a los desaparecidos por los sismos de septiembre. Un minuto.
En tierra de las grandes presas. Chicoasén. Malpaso. De mantos petroleros. Reforma, Cactus.
Que lleva mucho tiempo postrada, olvidada, rezagada, miserable.
Tierra de Jaime Sabines. De Marco Aurelio Carballo. De Roberto López Moreno. De Rosario Castellanos. De Don Manuel Velasco Suárez.