“El enemigo es Daesh”, dijo Molins al prometer una respuesta a sangre y fuego contra yihadistas

Redacción El Sol de México

  · domingo 15 de noviembre de 2015

FOTO: AFP

Por Carlos SIULA| CORRESPONSAL

PARÍS, Francia.- Un sospechosode haber participado en los atentados del viernes en París fuedetenido por la policía belga en la frontera con Francia, juntocon otros dos hombres que podrían ser miembros de los comandos queperpetraron el mayor atentado de la historia de Francia, que dejóun saldo provisorio de 129 muertos y 352 heridos.

La información fue confirmadapor el ministro de Justicia belga, Koen Geens. Poco antes, elprimer ministro de ese país, Charles Michel, había sido muchomás contundente al utilizar el pretérito perfecto. Pero pocodespués se corrigió y comenzó a utilizar elcondicional.

Las tres personas podrían sermiembros de uno de los equipos que participó en el múltipleatentado que fue reivindicado por el grupo yihadista EstadoIslámico (EI) a través de diversas vías (comunicados escritos enárabe y francés, un video y un documento sonoro). Los ataques-explica la organización- fueron realizados en represalia porhaber “encabezado la cruzada” contra las fuerzas islamistas yatacado “a los musulmanes en tierra del Califato” (Siria eIrak) utilizando “sus aviones, que no le sirvieron para nada enlas calles fétidas de París”.

En los fugaces contactos quemantuvieron con los servicios de seguridad, los miembros delcomando que atacó la sala de espectáculos Bataclan evocaron lassituaciones de Siria e Irak.

“Esos ataques -amenaza en suparte final- es solo el comienzo de la tempestad y una advertenciapara quienes quieren meditar y extraer conclusiones”.

Al anunciar las detenciones en lafrontera franco-belga, el Procurador de París, François Molins,indicó que en las acciones del viernes intervinieron “tresequipos coordinados”. Por su descripción posterior de losdiferentes ataques (ver aparte) se desprende que un comando estabaintegrado por los tres kamikaze que se hicieron volar accionandosus cinturones con explosivos en las inmediaciones del Estadio deFrancia. Otro provocó la masacre en el Bataclan y el tercerosería que perpetró los otros ataques contra bares y restaurantesen varios puntos de los distritos X y XI de la capitalfrancesa.

Los expertos, sin embargo, dudanque ese único grupo haya podido realizar en 20 minutos cuatroataques en sitios diferentes relativamente distantes entre sí y enmedio de la densa circulación de un viernes por la noche. Esosespecialistas se inclinan más por la hipótesis de un cuartogrupo.

El procurador Molins precisó que“murieron siete terroristas”. La reivindicación del EI afirmaque intervinieron “ocho hermanos”, pero el párrafo sobre los“mártires” (muertos) no explica con claridad si murieron todoso algún escapó sin ser identificado. También señaló que losterroristas utilizaron “automóviles arrendados en Bélgica”,“armas automáticas de tipo Kalachnikov calibre 7.62 mm” yportaban “dispositivos explosivos idénticos concebidos paraprovocar el mayor número de víctimas”, compuestos de TATP,“un explosivo primario muy volátil”. Uno de ellos, que seinmoló en la explanada del Estadio de Francia, tenía el cinturónexplosivo reforzado con bulones para que su efecto tuvieraconsecuencias trágicas para un gran número depersonas.

Uno de los terroristas queparticiparon en el ataque al Bataclan fue formalmente identificadogracias a sus huellas digitales. El fiscal Molins no dio a conocersu nombre, pero indicó que se trata de un francés nacido el 21 denoviembre de 1985 en la región de Essonne, al sur de París. Entre2004 y 2010 fue condenado ocho veces en contumacia por delitoscomunes, pero nunca estuvo fue encarcelado. Desde 2010 estabafichado en la categoría “S” por su radicalización religiosa(ver aparte).

El padre y un hermano de esekamikaze fueron detenidos por la policía en una localidad de lossuburbios de París.

Al mismo tiempo, en Bruselas serealizaron numerosas intervenciones de la policía y de losorganismos de seguridad en círculos cercanos a los tres detenidos.Las autoridades y los expertos están convencidos de que la clavede los atentados, o por lo menos una parte, se encuentra enBélgica (ver aparte).

La investigación podríaacelerarse en las próximas horas porque, junto a los restos de loskamikazes cerca del Estadio de Francia, la policía también hallóun pasaporte sirio. Se trata de una persona “nacida en 1990, queno era conocido de los servicios de inteligencia”, confirmóMolins. Otras fuentes precisan que también se encontró pasaporteegipcio y que uno de esos terroristas habría ingresado a Europapor Grecia.

Los especialistas de la policíatodavía no se pronunciaron sobre la autenticidad de esosdocumentos. Pero su hallazgo suscita dudas porque, normalmente, unterrorista no lleva sus papeles de identidad cuando va a cometer unatentado.

En París, la investigación delos múltiples atentados del viernes mantuvo en pie de guerra aFrançois Mitterrand, que a primera hora de la mañana presidió unConsejo de Defensa y poco después una reunión de gabinete. Por latarde, entre otras actividades, visitó a los heridos en unhospital y recibió al secretario de Estado norteamericano JohnKerry, que se había desplazado especialmente hasta París paraexpresar la solidaridad de Estados Unidos y “darle un abrazo”al pueblo francés.

Aun antes de que el EIreivindicara los atentados, Hollande declaró que los ataques eranun “acto de guerra” que fue “preparado, organizado yplanificado desde el exterior, con complicidades interiores, que lainvestigación permitirá descubrir.

“Porque nuestro país fueagredido cobardemente, vergonzosamente, violentamente, seráimplacable con esos bárbaros del EI”, aseguró.

Poco después el primer ministroManuel Valls fue más contundente al decir que “responderemos (ala guerra) en el mismo nivel” y reafirmó la “voluntad deatacar y destruir” al movimiento yihadista tanto enFrancia como en Europa, así como en Siria e Irak. “El enemigo esDaesh”, dijo utilizando la sigla árabe del EI.

Las fuerzas de seguridad interiory el ejército fueron “movilizados al más alto nivel” y seconvocó a 3 mil militares suplementarios para reforzar lossistemas de vigilancia de sitios estratégicos y lugarespúblicos.

Hollande apeló a la “unidad”y decidió dirigirse el lunes ante el Parlamento reunido enCongreso en Versalles. En Francia, la única forma de que el jefedel Estado se presente ante los legisladores es cuando ambascámaras se reúnen excepcionalmente en congreso.

El expresidente Nicolas Sarkozy,líder del partido conservador Los Republicanos, hizo oídos sordosa ese pedido de unidad y en tono severo exigió “inflexionesmayores” en el terreno de la seguridad “porque estamos enguerra”. Es necesario declarar una guerra total al terrorismo”,dijo, acusando así veladamente la política del actual Gobiernosocialista.

Lo mismo exigió la presidentadel movimiento xenófobo, de extrema derecha Marine Le Pen. “Deuna vez por todas, Francia debe determinar quiénes son sus aliadosy quiénes sus enemigos. Sus enemigos son esos países quemantienen relaciones peligrosas con el islamismo radical”,declaró, aludiendo a los socios árabes de París, sobre todo alos países del Golfo Pérsico.

Mientras tanto, las calles deParís estaban prácticamente vacías. En las zonas comercialestodas las grandes tiendas -como las Galerías Lafayette yPrintemps- cerraron sus puertas por razones de seguridad, lasescuelas suspendieron las tradicionales salidas de estudiantes delos días sábado, se suspendieron todos los encuentros deportivosy tampoco abrieron los cines, teatros y salas de espectáculos. Hoy(domingo) no habrá puestos de feriantes en ninguna parte de laciudad y están prohibidas las concentraciones. Algunas líneas demetro y se buses permanecen inmovilizadas. Solo algunos grupos depersonas acudieron a los lugares de los atentados para depositarflores o alguna esquela con frases de compasión o de reafirmaciónrepublicana: “No tenemos miedo” o “No nos pondrán derodillas”, dicen los mensajes.

Hollande declaró un duelonacional de tres días y todas las banderas permanecerán a mediaasta por lo menos hasta el lunes a mediodía, momento en que todoel país se paralizará para tributar un homenaje nacional a lasvíctimas.

En medio de ese clima de congojasilenciosa, París no era una “ciudad muerta”, como se dicevulgarmente. Pero sí era una ciudad infinitamente triste, deduelo, que lloraba a sus muertos en silencio y trataba de demostrarque no hincará la cabeza bajo la amenaza terrorista.||OEM-INFORMEX||

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