El 25 de noviembre las Naciones Unidas celebran la Jornada mundial para la eliminación de la violencia contra las mujeres, instituida en 1999. Una iniciativa internacional tendiente a reducir y eliminar este drama social, que sin embargo no ha logrado acercarse al objetivo establecido. Efectivamente, según la ONU, el 35% de las mujeres en el planeta ha sido víctima de violencia física o sexual, a pesar de que 119 países han aprobado las leyes para combatir esta plaga.
El 25 de noviembre no es una fecha casual para recordar este grave fenómeno. Se refiere al brutal asesinato registrado en 1960 en la República Dominicana, en la época del dictador Rafael Leónidas Trujillo. Tres hermanas, de apellido Mirabel, consideradas revolucionarias, fueron torturadas, masacradas y estranguladas, y sus cuerpos fueron arrojados a un precipicio, simulando un accidente.
Desde entonces han transcurrido 57 años y no en todos los países la situación ha cambiado en sentido positivo.
En Italia, el fenómeno es considerado “amplio y difundido”, según los datos del Instituto nacional de estadísticas, en base a los cuales, en el último año, 4 de cada 10 mujeres, casi 7 millones, ha sufrido al menos una violencia física o sexual. Se trata del 31.5% de las mujeres entre los 16 y los 70 años, con un aumento de los hijos que asisten a estas violencias en el ámbito doméstico con repercusiones sicológicas para los menores.
Asimismo, más de 100 mujeres al año (120 en 2016) son asesinadas por el hombre que dice amarlas. Sin contar con las violencias y las molestias cotidianas.
En los últimos tiempos se ha verificado un considerable aumento de las violencias físicas cometidas por los hombres que no se resignan al abandono de sus parejas y que reaccionan con rabia inaudita, arrojando por ejemplo ácidos al rostro de la mujer para desfigurarla, o inclusive asesinándolas.
En este contexto, cabe señalar también el fenómeno del llamado “stalking”: Son casi 3 millones y 600 mil las mujeres que en Italia han sido víctimas de una persecución, sea física o sicológica, con desenlaces a menudo trágicos. De éstas, en alrededor de 2 millones 200 mil casos, el autor de este comportamiento es la expareja.
Sin embargo, 8 de cada 10 de estas mujeres no ha denunciado este difundido comportamiento violento.
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