Brasilia.- La presidenta de Brasil,Dilma Rousseff, suspendida de su cargo para responder a un procesode destitución, afirmó hoy, en una carta dirigida a la comisióndel Senado que la juzga, que es víctima de una "farsa" y que"luchará" por su mandato.
Rousseff,sustituida desde el pasado 12 de mayo por su hasta entoncesvicepresidente, Michel Temer, tenía hoy la oportunidad depresentar su descargo en forma personal ante la comisión, perooptó por enviar a su abogado, José Eduardo Cardozo, quien leyóla carta en la que insiste en que "se juzga a una personainocente".
En esa misiva, de 32 páginas, Rousseff comienza defendiendo elmandato que le otorgaron "54 millones de votos" en 2014, cuando fuereelegida, y se describe como "una mujer honesta, una funcionariapública dedicada y una luchadora por las causas justas".Afirma que ejerció ese mandato "de forma digna y honesta" y que"jamás" desvió "un solo centavo del patrimonio público" para supropio enriquecimiento o el de terceros.
En la carta, Rousseff hace un repaso de su vida política, queinició en su juventud con grupos que resistían a la dictadura quegobernó Brasil entre 1964 y 1985, y asegura que "nunca" dejó deluchar por la democracia y por "la construcción de una sociedadmás justa".
Tras varias páginas de contenido puramente político, Rousseffentra en el mérito de las acusaciones e insiste en que no tienenbase legal y constituyen una "farsa política y jurídica", quevolvió a calificar como un "auténtico golpe" de Estado.
La mandataria está acusada de diversas irregularidadesfiscales, que incluyen la firma de decretos que alteraron lospresupuestos sin autorización del Congreso, y de haber contratadocréditos para el Gobierno con la banca estatal, todo lo cual estáprohibido por las leyes que rigen el uso del dinero público.
Esas irregularidades han sido constatadas por el Tribunal deCuentas, órgano auditor del Estado, y confirmadas parcialmente enun análisis realizado por expertos del Senado a petición de lapropia defensa de la mandataria.
Sin embargo, Rousseff insistió en que no tuvo responsabilidaddirecta en ninguno de esos asuntos y que los decretos fuerondictados después de consultas con los responsables técnicos delGobierno, que los avalaron.
También sostuvo que las operaciones con la banca pública nosupusieron créditos, sino meros atrasos en depósitos que debíahacer el Ejecutivo para cubrir el coste de programas sociales, enlos que esas instituciones servían apenas como agentes depago.
Por esas razones, afirma que seguirá "luchando para que sueneel alerta democrático de que no es con una destitucióninconstitucional de un Gobierno legítimo, por medio de un golpe deEstado apoyado en la farsa y construido en una falsa retóricajurídica, que vendrán días mejores para el país".
La sesión que realiza hoy la comisión del Senado pondrá fin ala fase de producción de pruebas y abrirá el plazo para lapresentación por escrito de los últimos alegatos de la defensa yla acusación, que servirán como base al senador AntonioAnastasia, instructor del proceso, para la elaboración de uninforme final.
El informe de Anastasia deberá ser presentado el próximo 2 deagosto a la comisión, que lo debatirá durante dos días y loremitirá luego al pleno del Senado, donde está previsto que seavotado el día 9 de ese mismo mes.
Si en esa instancia fuera aprobado por una mayoría simple de 41votos entre los 81 posibles, la Corte Suprema volverá a convocaral pleno del Senado para una última sesión, en la que Rousseffsería destituida si lo respaldase una mayoría calificada de 54senadores (dos tercios).
De llegarse a ese extremo, Temer concluirá el mandato que venceel 1 de enero de 2019, pero si Rousseff fuera absuelta, recuperaráel poder una vez que se publique la sentencia.
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