PARIS, Francia - Emmanuel Macron asumió este domingo comopresidente de Francia durante los próximos cinco años -enreemplazo de François Hollande- en una jornada cargada deemociones, símbolos y mensajes de unidad y reconciliacióndirigidos a una sociedad dividida por una profunda fracturasocial.
“Jamás renunciaré a los compromisos asumidos”,prometió en su primer mensaje al país después de recibir lainvestidura, reafirmando su “voluntad constante de conciliar yreunir a los franceses”.
La ceremonia de traspaso del poder, como es habitual, comenzó alas 10 de la mañana en el patio de honor del Palacio del Elíseo,donde fue recibido por su predecesor. De inmediato, Hollande locondujo hasta el despacho presidencial —el Salón Dorado, ubicadoen el primer piso—, donde ambos hombres permanecieron reunidosdurante más de una hora a puertas cerradas.
La ceremonia de investidura comenzó después de la partida deFrançois Hollande, aplaudido por sus colaboradores y gran cantidadde público que lo esperaba en el exterior. Repitiendo el mismoritual que cumplió François Mitterand en 1995, Hollande sedirigió a la sede del Partido Socialista, donde pronunció undiscurso de evaluación de su gobierno.
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Mientras tanto, en la suntuosa sala de fiestas del Elíseo, elpresidente del Consejo Constitucional, Laurent Fabius, proclamólos resultados oficiales de la segunda vuelta de la elecciónpresidencial en presencia de 300 representantes de todos lossectores de la sociedad, amigos y familiares del jovenmandatario.
“Por decisión soberana de nuestro pueblo, usted es tambiény, sobre todo, el hombre de nuestro país encargado derepresentarlo […] en Europa y en el mundo”, le dijo en un brevediscurso. “Presidente de la República Francesa, jefe de Estado,jefe de las fuerzas armadas, presidente de una republica laica,democrática y social. Encargado de representarla, hacerlaprogresar, encarnar sus valores, su lengua y reunirla”,agregó.
Tras recibir las insignias de la gran cruz de la Legión deHonor, Macron leyó su primer mensaje como presidente en ejercicio.“Pondré todas mis energías en respetar mis promesas”,recordando que durante la campaña se comprometió a “liberar eltrabajo [y] apoyar a las empresas. “La creación y la innovaciónserán elementos centrales de mi acción”, dijo. Los francesesescogieron “la esperanza y la conquista”, subrayó.
Al insistir en señalar el sitio que ocupa Francia en el mundo,sostuvo que “necesitamos una Europa más eficaz, másdemocrática, más política. Pues ella es el instrumento denuestro poderío y nuestra soberanía. Me aplicaré alograrlo”.
La otra gran estrella de la ceremonia fue su esposa, BrigitteMacron, visiblemente emocionada, que vestía un tailleurceleste cielo de Vuitton, zapatos y bolsa de color natural y lucíael cabello recogido.
Escogida personalmente por el nuevo presidente, reconocidomelómano e intelectual, la música que acompañó la ceremonia deinvestidura estuvo marcada a la vez por el clasicismo y laalegría. Los invitados pudieron así oír alternativamente la“Apoteosis” de la sinfonía triunfal de Hector Berlioz, laobertura de “Orfeo” de Jacques Offenbach, una danza húngara deJohannes Brahms y un pasaje de “Don Juan” de Mozart.
Emmanuel Macron se dirigió enseguida a los jardines del“château”, como se denomina al palacio presidencialen los medios políticos y mediáticos, para pasar revista a cuatrodestacamentos que simbolizaban los diferentes cuerpos de lasfuerzas armadas, mientras resonaban 21 cañonazos disparados desdeel explanada de Los Inválidos.
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El joven dirigente es el primer jefe de Estado de la V Repúblicaque nunca vistió un uniforme militar. Nacido en 1977, cumplió 18años en el mismo momento en que desaparecía el servicio militar,abolido por Jacques Chirac en 1996.Luego recorrió la avenida de los Campos Elíseos en unvehículo militar para llegar al Arco de Triunfo, donde encendióla llama del soldado desconocido. Esa parte de las ceremonias, comohabía sucedido cinco años antes con François Hollande, sedesarrolló bajo una lluvia torrencial que disuadió a muchosparisinos de asistir al desplazamiento.
Después de un almuerzo con un grupo de invitados especiales alas ceremonias de asunción, Macron visitó el hospital de lasfuerzas armadas de Percy, ubicado en Clamart, en los suburbios deParís, para reconfortar a varios soldados heridos en combate enÁfrica y en Oriente Medio. Luego realizó una visita protocolar ala municipalidad de París, donde felicitó a la alcaldesa AnneHidalgo por los esfuerzos que desplegó durante la noche de losatentados terroristas del 13 de noviembre y por la humanidad quedemostró para acoger a los refugiados sirios que llegaron a lacapital en los últimos años. Embargada por la emoción, AnneHidalgo no pudo retener las lágrimas al escuchar esos elogios.
La jornada finalizó con un cocktail-buffet en el Palacio delEliseo para agradecer a los equipos que trabajaron a su ladodurante la campaña electoral.
Al término de esa extenuante jornada que duró en total 14horas, Macron se reunió con su equipo de trabajo para preparar suprimer día de gobierno y la agenda de las próximas semanas.
Una agendadifícil
El nuevo presidente francés Emmanuel Macron debe enfrentar enlas próximas semanas una intensa agenda que pondrá a prueba tantosu talento diplomático como su capacidad política para ganar laspróximas elecciones parlamentarias de junio.
Conforme a la tradición, su actividad oficial comenzará hoycon un viaje a Berlín para reunirse con la canciller AngelaMerkel. Este lunes también debe anunciar el nombre de su primerministro y comenzar a trabajar en la formación de su equipo degobierno. El gabinete, cuya composición será revelada elmiércoles, respetará el principio de paridad entre hombres ymujeres.
No tepierdas: Elverdadero triunfo de Macron
En los próximos días –sin fecha fija– viajará a unescenario de guerra en África o en Oriente Medio para marcar susolidaridad con los soldados que combate con el terrorismoyihadista.
De inmediato también deberá cumplir con una serie decompromisos diplomáticos de primer nivel. El 25 de mayo asistiráa la cumbre de la Organización del Tratado del Atlántico Norte(OTAN) en Bruselas, donde se reunirá por primera vez con elpresidente norteamericano Donald Trump. El 26 y 27 participará enla conferencia del G-7 prevista en Sicilia. El 7 y 8 de junioacudirá a la cumbre del G-20 en Alemania, donde podrá conocer asus homólogos de Rusia, Vladimir Putin, y China, Xi Jinping.
Macron también tiene previsto realizar una gira por lasdiferentes capitales europeas.
Su primer discurso
El exbanquero, que nunca antes se había sometido al veredictolas urnas, fue proclamado jefe de Estado por Laurent Fabius,presidente del Consejo Constitucional.
"Para ser el hombre de su país,hay que ser el hombre de su tiempo", dijo Fabius, apartándose dela tradición para citar al escritor Chateaubriand. "Sin duda,usted es un hombre de nuestro tiempo, por sus decisiones, por suformación, por su carrera y hasta por su estado civil",señaló.
"Y por la elección soberana delpueblo, ahora es, sobre todo (...) el hombre de nuestro país",ante un centenar de invitados.
En su primer discurso como presidente, Macron dijoque los franceses habían elegido "la esperanza y el espíritu deconquista".
"El mundo y Europa necesitan aFrancia ahora más que nunca y necesitan una Francia fuerte con unsentido de su propio destino", afirmó.
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Por la tarde, irá a la alcaldía de París, unaparada tradicional para todos los mandatarios franceses que saludana la ciudad "anfitriona".
Alrededor de 1.500 policías fueron desplegados parala ocasión cerca del palacio presidencial y las calles aledañasestaban bloqueadas.
'Buenasuerte'
El presidente saliente François Hollande, que sereunió con Macron durante más de una hora para el traspaso depoderes oficial, salió del Elíseo bajo los aplausos del personaly del nuevo presidente, que le acompañó hasta su automóvil.
"¡Buena suerte!", le susurróHollande a Macron, quien fue su exconsejero y exministro deEconomía, al despedirse.
El socialista, de 62 años, terminó su mandato decinco años como uno de los jefes de Estado más impopulares deFrancia, dejando detrás de sí un escenario políticocomplejo.
Su índice de desaprobación sin precedentes lollevó a renunciar a presentarse a la reelección, algo inéditodesde 1958.
"Dejo Francia en un estadobastante mejor que en el que la encontré", tuiteó sin embargoeste domingo el ya expresidente, subrayando las "pruebas terribles"a las que tuvo que hacer frente.
Desde enero de 2015, una ola de atentadosreivindicados o inspirados por grupos yihadistas ha dejado 239muertos en Francia.
Hollande entregó las llaves del Elíseo pero,contrariamente a su predecesor Nicolas Sarkozy, noanunció su retirada de la vida política. "En la vida nunca hayque decir nunca jamás", ha dicho.
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(Con información de AFP)
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