Clinton, tras décadas de desafíos, avanza a romper barrera histórica

Agencia NTMX

  · lunes 7 de noviembre de 2016

Hillary Clinton

Maurizio Guerrero. Corresponsal

Nueva York, EU.- Hillary Rodham Clinton se perfila paraconvertirse en la primera presidenta en la historia de EstadosUnidos, un enorme triunfo simbólico en una carrera plagada dedesafíos y en que de manera reiterada ha redefinido el papel delas mujeres en la política.

De ganar las elecciones del martes 8 de noviembre, el triunfo deClinton parecería incluso más relevante para la poblaciónfemenina debido a que su rival, Donald Trump, representa en buenamedida todo lo que ella ha desafiado: el patriarca que considerasecundarias a las mujeres.

La lucha de Clinton ha estado repleta de los retos que provienende ser la primera mujer en una determinada actividad. Ella fue lainicial primera dama en un estado del sur de Estados Unidos,Arkansas, que no sólo fue una ama de casa sino una exitosaprofesional.

Para algunos observadores, esa imagen de mujer independientecomenzó a granjearle sus primeras antipatías entre losestadunidenses, y en especial entre algunas mujeres, que la veíancomo una crítica velada a sus propia condición de esposasdedicadas sólo al hogar.

Nacida en la ciudad de Chicago en 1947, Clinton inició sucarrera política luego de haber desarrollado una sólidaexperiencia como abogada, que en 1975 decidió interrumpir paraapoyar las aspiraciones de políticas de su esposo, Bill Clinton,quien gobernara Arkansas un total de 12 años entre 1979 y1992.

Socia de un despacho de abogados, biógrafos de Clinton hanapuntado que hasta que su esposo se convirtiera en presidente, de1993 al 2001, Hillary tuvo un salario mayor que el de Bill.Asimismo, para conservar su carrera independiente, ella decidiómantener también su apellido: Rodham.

Quizá su mayor reto como primera dama de Estados Unidos fuesoportar el escándalo sexual en que se vio envuelto su esposo alsostener en 1998 una relación extramarital con una becaria de laCasa Blanca.

Tal momento la definió igualmente ante muchos estadunidenses,algunos de las cuales la vieron como una cínica que soportaría loque fuera con tal de mantenerse cerca del poder, en tanto que otrosegmento admiró su fortaleza en medio de la adversidad.

Su temporada como primera dama también dejó marcas en supropia carrera política, una de las cuales le ha costado severascríticas de un segmento de la izquierda progresista en EstadosUnidos.

Rodham Clinton impulsó la reforma al sistema de justicia quepropusiera su esposo, lo que expandió el número de personas enprisión en Estados Unidos, y lo que provocó que al menos untercio de afroamericanos jóvenes pasen por la cárcel, incluso pordelitos mínimos.

Como primera dama, la actual candidata también impulsó unareforma al sistema de seguros de salud en Estados Unidos, en muchossentidos un predecesor de la política insignia del presidenteBarack Obama.

Pese a que Clinton ahora sea una de las candidatas a lapresidencia de Estados Unidos que genera más antipatías yresquemor en la historia de este país, durante 20 años, 14 de loscuales fueron consecutivos, la abogada fue la mujer más admiradaen esta nación, de acuerdo con sondeos de la firma Gallup.

Sus mayores debilidades comenzaron a ser evidentes en su carrerapara obtener en 2008 la nominación del Partido Demócrata frente aObama. A comparación de éste, Clinton parecía un personajecarente de espontaneidad, demasiado cautelosa y sin pasión.

En su paso como primera secretaria de Estado en laadministración de Obama, Clinton fue caracterizada como unafuncionaria más proclive a la confrontación militar que su jefe,y como arquitecta de una ofensiva en Libia que resultó ser undesastre para ese país.

Actualmente, una de sus propuestas más controvertidas entérminos militares es su plan de crear una “zona de restricciónaérea” en Siria, que podría conducir a una conflagracióninternacional con Rusia, que ha montado desde hace meses unaofensiva aérea en ese país.

El punto más negativo que Clinton arrastraría a la CasaBlanca, no obstante, es su percibida deshonestidad, una noción queha sido alimentada por su cambio de opinión en temas centrales,como los acuerdos de libre comercio, o por los discursos nodivulgados ofrecidos en Wall Street.

Asimismo, se han acumulado en su contra las operaciones de laFundación Clinton, a veces demasiados cercanas a su función comosecretaria de Estado; así como su decisión de utilizar unservidor privado para albergar algunos de sus correos electrónicosa su paso por el gobierno de Obama.

Pese a las críticas sobre su falta de transparencia y depasión, Clinton se ha caracterizado por su fuerza y sudeterminación, y se ha convertido así en una fuente deinspiración indiscutible de la gran mayoría de las mujeres yniñas de Estados Unidos.

Ella no sólo ha debido enfrentar las críticas legítimas sinoaquellas reservadas sólo para las mujeres: su peinado, su atuendo,su risa y la frecuencia de su sonrisa, entre muchos aspectos de supersona, son aún objeto de comentarios que se consideranlegítimos en la opinión pública.

Para muchos de sus aliados, Clinton ha sido sometida aestándares imposibles: proyectar la fortaleza de un comandante enjefe y la calidez de una abuela.

Pese a todo, Clinton ha logrado convencer de sus calificacionesa un número suficiente grande de estadunidenses como para estar apunto de convertirse en su primera presidenta.

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