WASHINGTON, D.C. (OEM-Informex).- En otra nueva incongruencia yclara ambición puramente política ante las eleccionespresidenciales del 8 de noviembre, el candidato presidencialrepublicano, Donald Trump, cambió de opinión respecto a lasdeportaciones de inmigrantes indocumentados, y dijo que sacar delpaís “solo a los malos”, aunque insistió en que construirá“una gran muralla”, en la frontera con México.
“Vamos a construir la gran muralla. Este muro será pagado porMéxico, la gente no podrá cruzarla por túneles porque vamos atener tecnología para impedirlo”, declaró Trump la noche deanteayer jueves durante una entrevista con el programa de noticiasAC360, de la cadena de televisión CNN.
“Vamos a tener una serie de cosas en este muro, será unaverdadera muralla. Parará el flujo de drogas a nuestra nación queenvenenan a nuestra juventud y a todos”, matizó el candidatorepublicano.
En la entrevista con Anderson Cooper, conductor del programa detelevisión de CNN, Trump nuevamente demostró que su posiciónantimigratoria -ahora que se acercan las elecciones presidencialesdel martes 8 de noviembre-, está cambiando por puro interéselectoral y no porque haya dejado de ser un empresario racista.
Hasta hace unas semanas, antes de que se anunciara que daría aconocer su nueva estrategia para enfrentar al problema de lainmigración indocumentada, Trump prometía imponer una “fuerzade deportación” para sacar de Estados Unidos a unos 11 millonesde inmigrantes que están en esta categoría de indocumentados.
“Desde mi primer día en la oficina presidencial, voy anotificar a todos los agentes encargados de la aplicación de laley, que todos los elementos malos que están aquí; que sonlíderes de pandillas y de cárteles… sean sacados del país”,apuntó Trump.
Cooper le hizo notar al candidato presidencial republicano queya no estaba hablando de deportar a todos los 11 millones deinmigrantes indocumentados, sino a los que tienen antecedentespenales o que son criminales; igual como lo ha venido haciendo a lolargo de su mandato el presidente demócrata Barack Obama, bajo lapolítica de deportaciones.
Al escuchar el planteamiento de Cooper, Trump titubeó y dijo;“vamos a ver”.
El cambio de posición de Trump en materia migratoria es obvio,y se da porque sigue estando debajo de la candidata presidencialdemócrata, Hillary Rodham Clinton, en las encuestas sobre latendencia electoral. Trump es rechazado por el 85 por ciento de losvotantes hispanos, según las mismas encuestas.
Los análisis políticos y electorales de Estados Unidos,sostienen que el voto de los hispanos en los comicios de noviembrepodrían ser la clave para definir al ganador de dichoscomicios.
Tan claro está el cambio de posición de Trump, que hasta loimpensable en este sentido ya es parte de su política; elregularizar y eventualmente permitir la ciudadanización pornaturalización de varios de esos 11 millones de inmigrantesindocumentados.
“Es un proceso, no puedes tomar, juntos, a 11 millones depersonas y decirles boom; se van. Tenemos que encontrar y definirquiénes son estas gentes. La mayoría no saben ni dónde están.Nadie sabe sin son 11 (millones), podrían ser 30 o 5. Nadie sabeel número exacto”, volvió a vacilar Trump en suexplicación.
Al verse acorralado por el entrevistador que sin proponérselode manera directa lo estaba exhibiendo en su cambio de posición,Trump se salió por la tangente y anunció que la próxima semanadará a conocer los detalles de su nuevo proyecto de políticamigratoria y con ello dejará clara cuál es su postura(final).
“Vamos a deportar a mucha, mucha, mucha gente. A los malos”,puntualizó el candidato presidencial republicano.