El papa Francisco insistió, con emoción, en el diálogo entrereligiones ante las víctimas y familiares del atentado del 14 dejulio en Niza, a los que recibió en el Vaticano.
“Para mí supone una gran emoción verlos, a ustedes, quesufren en cuerpo y alma porque una noche de fiesta la violencia losgolpeó ciegamente, o a alguno de sus allegados, sin consideraciónde origen o religión”, dijo el Papa, dirigiéndose a lasvíctimas y familiares en la inmensa sala Pablo VI delVaticano.
En su discurso, Jorge Bergoglio renovó sus llamados al diálogoentre todos, particularmente, entre cristianos y musulmanes.
“El establecimiento de un diálogo sincero y de relacionesfraternales entre todos, en particular entre aquellos que tienen feen un Dios único y misericordioso, es una urgente prioridad”,lanzó el papa Francisco, antes de mezclarse entre la multitud devíctimas y familiares de fallecidos, para saludarlos, abrazarlos oreconfortarlos con algunas palabras.
La noche del 14 de julio, día de la fiesta nacional francesa,más de 30 mil personas presenciaban la quema del castillo defuegos artificiales frente al mar, cuando Mohamed LahouaiaejBouhlel, un tunecino de 31 años, embistió contra la multitud conun camión de 19 toneladas, causando 86 muertos y 434 heridos.
El presidente de la metrópolis Niza-Costa Azul, ChristianEstrosi, regaló al papa 86 claveles, la flor emblemática de Niza.“Son 86, como nuestros muertos, y son de todos los colores, comonosotros”, explicó. A la salida del Vaticano, algunasvíctimas lloraban y declinaron hacer declaraciones.
“Ha sido un momento de mágica tranquilidad después de lo quenos ocurrió hace 73 días”, declaró no obstante VincentDelhommel Desmarest, fundador de una asociación de víctimas.
Albdallah Kebaier, musulmán, a quien el camión impactó por laespalda, destacó lo “reconfortante de la reunión pues tenemosla impresión de que nos han olvidado”, agregando estar“emocionado” por el Papa.
Unas 180 personas heridas o traumatizadas por el atentado, obien familiares de las víctimas -58 familias en total- sereunieron con el Papa. En la sala también se encontraban unos 150nizardos y una delegación oficial de la asociación interreligiosa“Alpes-Maritimes Fraternité”.
con representantes judíos, musulmanes, ortodoxos yprotestantes.
Esta dimensión interreligiosa recibió los elogios del papaFrancisco, para quien “sólo se puede responder a los asaltos deldemonio con las obras de Dios, que son el perdón, el amor y elrespeto al prójimo, incluso si éste es diferente”.
Dos imanes de Niza ofrecieron al papa un ejemplar del Corán.“La presencia musulmana aquí era indispensable, he sentido unacomunión del espíritu”, declaró Boubekeur Bekri,vicepresidente del Consejo regional del culto musulmán en elsureste de Francia. Un tercio de las víctimas fallecidas eran deconfesión musulmana.
El papa Francisco ya recibió al presidente francés, FrançoisHollande, a mediados de agosto para expresarle su afecto por supaís, golpeado desde principios de 2015 por una serie de atentadosmortales.