Entre 2 mil y 3 mil clandestinos que escaparon de la“jungla” de Calais llegaron en forma subrepticia a París y seinstalaron en carpas ubicadas en la zona norte de la capital.
Las autoridades de París y el Gobierno socialista francésdesmintieron la existencia de ese desplazamiento de migrantes.
El presidente François Hollande respondió personalmente aquienes afirman que esos clandestinos provienen de la “jungla”.“Los que llegan a París no son los de Calais. Tal vez hayalgunos, pero en los últimos meses hubo una nueva corrientemigratoria procedente de Libia”, aseguró.
Las ONG y organizaciones humanitarios, sin embargo, afirman quela cantidad de refugiados que se instalaron durante los últimosdías en los campos efímeros implantados en el XIX distrito deParís en un triángulo formado por estaciones de metro Jaurès,Stalingrad y la avenida de Flandres “crece a simple vista”.Algunos sectores del campo, que totaliza unos 700 metros de largo,desbordaron las aceras y ocupan incluso parte de la calzada.
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“En algunos de esos lugares, las carpas progresaron 50 metrosen pocos días”, asegura Brigitte Ardouin, que trabaja comobenévola en la Oficina de Acogida y Acompañamiento de Migrantes(BAAM por su sigla en francés).
La policía intervino ayer (sábado) en esa zona, pero solo pararealizar algunas verificaciones.
La mayoría de los recién llegados son afganos, sudaneses yeritreos que escaparon de Calais antes de que comenzara eldesmantelamiento del mayor campo de refugiados de Europa, conocidocomo la “jungla”, donde vivían entre 6 mil y 8 mil personas.Ese campamento insalubre fue desalojado y desmantelado durante laúltima semana por “razones humanitarias”, según lasautoridades.
Sobre el total de habitantes de la “jungla”, solo unos 4 mil500 aceptaron ser trasladados en autobuses a los centros de acogiday orientación diseminados en todo el país. Al mismo tiempo, unosmil 500 menores no acompañados fueron realojados en centrosprovisionales junto al campamento, mientras se aclara susituación.
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El resto, en su gran mayoría, se desplazó a París, distante a290 km de Calais.
“Esta afluencia masiva empieza a convertirse en un drama”,comentó André Hariga, voluntario de las brigadas humanitarias deEmmaus, que -hasta ahora- distribuían unos 200 desayunos cadamañana. “Desde hace un par de días, la demanda es muchomayor”, confesó.
“Hoy a mediodía distribuimos más de mil comidas. ¡No sécómo vamos a hacer!”, confesó con desconsuelo Charles Drane,coordinador de la Agencia Adventista de Desarrollo y AyudaHumanitaria (ADRA).
Las organizaciones humanitarias calculan, en efecto, que en eltriángulo de migrantes del distrito XIX de París hay actualmenteentre mil 500 o 2 mil clandestinos.
Las autoridades aseguran que la zona será evacuadarápidamente, pero se niegan a dar precisiones sobre sus proyectos.“En los próximos días”, se limitó a comentar el ministro delInterior, Bernard Cazeneuve.
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La solución consistiría al parecer en abrir un primer centrode acogida de migrantes en la capital con una capacidad inicial de400 camas.
Esa información fue parcialmente confirmada por Hollande cuandodijo que “vamos a hacer la misma operación que en Calais, peroen condiciones diferentes. Y vamos a alojarlos en los centros deacogida y orientación en la medida en que puedan beneficiar delderecho de asilo”, agregó. Con respecto a los otros, indicó queserán “acompañados”.
Eso significa, en términos claros, que serán conducidos a unafrontera -terrestre, aérea o marítima- y desde allí expulsados asus lugares de procedencia. Eso no indica necesariamente que todosserán enviados de regreso a sus países, sino al lugar por el cualingresaron a Europa.