Washington, EU.- El presidente Donald Trump juramentó estejueves a Jeff Sessions como nuevo fiscal general de estados Unidosen la Casa Blanca.
"Con gran orgullo, te digo estas palabras: Fiscal General JeffSessions Bienvenido a la Casa Blanca", dijo Trump.
El polémico senador republicano Jeff Sessions, conocido porsus posturas antiinmigrantes, consiguió el miércoles laconfirmación de la Cámara alta estadounidense para convertirse enel próximo fiscal general de EU. durante el Gobierno de DonaldTrump. Con 52 votos a favor y 47 en contra, Sessions fueconfirmado por fin para estar al frente de la Justicia de EE.UU.tras un largo y duro debate en el pleno, en el que los republicanosforzaron a callarse a la senadora demócrata por MassachusettsElizabeth Warren por sus críticas contra Sessions.
Privileged to swear in Attorney General JeffSessions. @POTUS & Ihave faith in your commitment to the Constitution & equaljustice for all. pic.twitter.com/WgqWsxnqSK
— Vice President Pence (@VP) 9 de febrero de2017
Pero el silencio forzoso al que fue sometida Warren, pordecisión del líder de la mayoría republicana, Mitch McConnell,se convirtió hoy en el mayor altavoz de sus reivindicaciones aldesatar la indignación en el país, aunque no pudo detener laconfirmación de Sessions.
No obstante, el senador por Alabama, de 70 años, ya habíasufrido varios retrasos en su confirmación forzados por losdemócratas tras la polémica levantada por el despido fulminantede la fiscal general en funciones, Sally Yates, hace unosdías.
Un "halcón" antiimigrante convertido en fiscal
Fue condenado al ostracismo durante décadas, pero ahora el"halcón" Jeff Sessions se ha cobrado su revancha y se haconvertido en el fiscal general de EEUU, una posición que lepermitirá hacer realidad sus ideas contra los inmigrantes yaplastar el crimen con su puño de acero.
Senador republicano por Alabama durante 20 años, Sessions,confirmado hoy por el Senado para dirigir el Departamento deJusticia, nunca había apoyado a un candidato de su partido para laPresidencia en la campaña de primarias. Hasta que apareció DonaldTrump.
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Entonces, en febrero de 2015, Sessions sorprendió a supartido al subirse a un escenario en Madison (Alabama) para mostrarsu apoyo por el multimillonario neoyorquino, mientras llevaba unagorra roja con su lema de campaña: "Hacer a Estados Unidos grandede nuevo" ("Make America Great Again").
En muchos aspectos, Sessions es la antítesis de Donald Trump:voz suave y aguda, amable, inflexible en sus posiciones, hijo de untendero, criado en el sur más tradicional de EEUU y un devotometodista que en un par de años celebrará su aniversario de bodasde oro con Mary, su novia de la universidad.
Frente a ello, Trump se ha mostrado voluble en sus opiniones, seha divorciado dos veces, proviene de una familia adinerada y secaracteriza por un estilo duro y lleno de exabruptos.
No obstante, los dos coinciden en su condición de rebeldes: sehan enfrentado en numerosas ocasiones con la vieja guardia("establishment") del Partido Republicano y se enorgullecen decompartir con la base más conservadora del partido el rechazo alos inmigrantes indocumentados y al Islam.
Sessions ha sido el precursor de ese movimiento populista,aunque Trump es el que le ha dado voz, según reconoció en unaentrevista con el diario Político en junio Steve Bannon, estrategajefe del mandatario.
Ya en el Senado, Sessions fue en una de las voces másbeligerantes contra los proyectos legislativos que debatió elCongreso en 2007 y 2013, con el fin de abrir un camino a laciudadanía para parte de los 11 millones de indocumentados que secalcula que viven en el país.
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En sus audiencias de escrutinio en el Senado, Sessions llamó"amnistía" al programa de Acción Diferida (DACA), proclamado pordecreto en 2012 por el expresidente Brack Obama y que ha permitidofrenar la deportación de 750.000 jóvenes que llegaron al país deniños y son conocidos como "dreamers" (soñadores).Trump ha prometido usar su poder Ejecutivo para derogar ese planmigratorio y Sessions ha asegurado que respaldará sueliminación y la defenderá como nuevo fiscal general de EU.
Más allá de la inmigración irregular, el nuevo fiscal generalse ha mostrado en contra de conceder visados a extranjeros paratrabajar en puestos de alta calificación porque, a su juicio, esapolítica impacta negativamente en los salarios de losestadounidenses y les priva de millones de puestos de trabajo.No creo que los estadounidenses quieran acabarcon la inmigración, pero creo que afecta a los salarios",aseveró Sessions con fuerte acento sureño ante el comitéjudicial del Senado. Inamovible, Sessions defendió en elSenado cada una de sus ideas: su oposición al aborto y almatrimonio homosexual, así como su propuesta para endurecer loscontroles a los refugiados e instaurar una política de mano durapara acabar con las pandillas y los carteles de narcotráfico.
Sin embargo, los demócratas del Senado cuestionarona Sessions por su etapa como fiscal para el distrito sur deAlabama (1981-1993), cuando fue acusado de hacer comentariosracistas, bromear sobre el Ku Klux Klan (KKK) y perseguirjudicialmente a los defensores de los derechos civiles de losafroamericanos. Aborrezco al Ku Klux Klan, loque representa y su odiosa ideología", sedefendió Sessions durante las audiencias. Esasacusaciones ya le impidieron alcanzar en 1986 el cargo de juez dela corte del distrito Sur de Alabama, puesto para el que le habíanominado el expresidente Ronald Regan.