Buenos Aires.- Claudia Domínguez Castro, la nietarecuperada por la organización de derechos humanos Abuelas dePlaza de Mayo, confesó hoy en una conferencia de prensa que vive"muy emocionada" el reencuentro con su familia biológica. En suprimer contacto con la prensa desde la provincia argentina deMendoza (oeste), Domínguez Castro se reencontró públicamente consus dos abuelas biológicas y confesó que sabía que era adoptada,pero que la posibilidad de que fuera hija de desaparecidos en laúltima dictadura (1976-1983) era "lejana, pero no imposible". "Mispadres adoptivos siempre me dijeron la verdad, por eso la dudasiempre estuvo, pero sin lineamientos relacionados al terrorismo deEstado. Solo el año de nacimiento me generaba duda en ese sentido.La posibilidad era lejana, pero no imposible", dijo en unaconferencia desde la Radio Nacional Mendoza. Junto a ellaestuvieron María Assof de Domínguez, presidenta de Madres dePlaza de Mayo en Mendoza, y Angelina Catterino de Castro,emocionadas abuelas que se reencontraron con ella después de 37años. Domínguez Castro decidió hacerse un análisis de ADN enjulio pasado, cuando el Banco de Datos Genéticos pasó porMendoza, que finalmente confirmó en agosto pasado que era hija deGladys Castro y Walter Domínguez, dos militantes desaparecidos enla dictadura. Tras conocer el resultado, se puso en contacto consus abuelas y con el resto de su familia biológica.La mujer vive en Mendoza, curiosamente cerca de una de susabuelas, y tiene tres hijos de 1, 6 y 9 años. Domínguez Castro seconvirtió en la nieta número 117 en recuperar su verdaderaidentidad, una búsqueda y tarea que impulsa Abuelas de Plaza deMayo. Casi 38 años después de su fundación, la asociación dederechos humanos todavía denuncia que unas 400 personas,apropiadas durante los años del terrorismo de Estado, no conocenaún su verdadera historia. (EFE) /amg
Buenos Aires.- Claudia Domínguez Castro, la nietarecuperada por la organización de derechos humanos Abuelas dePlaza de Mayo, confesó hoy en una conferencia de prensa que vive"muy emocionada" el reencuentro con su familia biológica. En suprimer contacto con la prensa desde la provincia argentina deMendoza (oeste), Domínguez Castro se reencontró públicamente consus dos abuelas biológicas y confesó que sabía que era adoptada,pero que la posibilidad de que fuera hija de desaparecidos en laúltima dictadura (1976-1983) era "lejana, pero no imposible". "Mispadres adoptivos siempre me dijeron la verdad, por eso la dudasiempre estuvo, pero sin lineamientos relacionados al terrorismo deEstado. Solo el año de nacimiento me generaba duda en ese sentido.La posibilidad era lejana, pero no imposible", dijo en unaconferencia desde la Radio Nacional Mendoza. Junto a ellaestuvieron María Assof de Domínguez, presidenta de Madres dePlaza de Mayo en Mendoza, y Angelina Catterino de Castro,emocionadas abuelas que se reencontraron con ella después de 37años. Domínguez Castro decidió hacerse un análisis de ADN enjulio pasado, cuando el Banco de Datos Genéticos pasó porMendoza, que finalmente confirmó en agosto pasado que era hija deGladys Castro y Walter Domínguez, dos militantes desaparecidos enla dictadura. Tras conocer el resultado, se puso en contacto consus abuelas y con el resto de su familia biológica.La mujer vive en Mendoza, curiosamente cerca de una de susabuelas, y tiene tres hijos de 1, 6 y 9 años. Domínguez Castro seconvirtió en la nieta número 117 en recuperar su verdaderaidentidad, una búsqueda y tarea que impulsa Abuelas de Plaza deMayo. Casi 38 años después de su fundación, la asociación dederechos humanos todavía denuncia que unas 400 personas,apropiadas durante los años del terrorismo de Estado, no conocenaún su verdadera historia. (EFE) /amg