PARÍS, Francia. (OEM-Informex).– Mientras la mitad de Europavive todavía sumergida en el drama del desempleo masivo, Alemaniabusca mano de obra para cubrir un millón de empleos vacantes.
La primera economía de Europa necesita responder a su déficiten materia de salud -médicos, enfermeros, profesiones paramédicasy técnicos de laboratorio-, pero su pujante sector industrialtambién busca reclutar ingenieros, técnicos y operarios altamentecalificados. El sector de servicios, por su parte, necesitacocineros, camareros y panaderos, pero el mayor drama consiste enencontrar docentes de primaria y secundaria.
A fines del primer semestre, el país tenía 985 mil vacantes-10 por ciento más que el año pasado en la misma época-, segúnel Instituto para la Investigación del Mercado Laboral y el Empleo(IAB).
Aunque esos puestos representan casi la mitad de los desocupadosque tiene el país, la actual demanda no significa que Alemaniahaya resuelto por completo el problema del desempleo. A fines dejulio, con dos mil 682 millones de personas en busca de trabajo, latasa de desocupación permanece estabilizada en 6.1 por ciento dela población activa, el nivel más bajo desde la reunificacióndel país hace 25 años. Esa cifra es sensiblemente inferior alpromedio de los 28 países de la Unión Europea (UE), donde la tasade desempleo es actualmente de 10.1 por ciento.
El fenómeno es que ese segmento inactivo de la poblacióncarece de la cualificación necesaria para responder a lasexigencias que reclaman esas vacantes.
Contrariamente a los temores, la llegada masiva de un millón derefugiados desde mediados de 2015, a los cuales se agregaron otros222 mil 264 en el primer semestre de este año, no provocó unaestampida del desempleo.
Paradójicamente, fue la llegada masiva de refugiados la queoriginó el fenómeno que enfrenta actualmente Alemania. La demandapara ocupar puestos de alta cualificación se incrementó en losúltimos meses debido a la llegada de refugiados, que escogenAlemania como destino para reconstruir su vida.
Esto explica, por ejemplo, la extraordinaria demanda de maestrosy profesores, pues la mitad de los refugiados que llegaron sonmenores de edad. La educación de primaria y secundaria necesita 45mil nuevos maestros para poder comenzar el año lectivo 2016-2017.Otra gran parte de los migrantes deben aprender el idioma parapoder incorporarse al mercado de trabajo, aunque se trate deespecialistas de excelente nivel técnico. Otro obstáculo provienede la imposibilidad de convalidar títulos.
A pesar de esos inconvenientes, la canciller, Angela Merkel, noabandonó sus esperanzas de continuar atrayendo al país el talentojoven que aporta la migración. Merkel reiteró en varias ocasionesque la prosperidad de Alemania depende del aporte extranjero paracompensar la disminución del crecimiento demográfico y respondera la creciente demanda del mercado laboral, especialmente en lossectores vinculados a la industria del automóvil y laelectrónica.
Hasta que muchos puedan aprender el idioma para poder trabajar,la escasez de aprendices penaliza vastos sectores como lahotelería, la gastronomía y el sector de servicios.
Los jóvenes alemanes rehúsan trabajar en profesiones manualesporque consideran esos empleos poco gratificantes, debido a suescaso prestigio social, los bajos salarios y la extensión de lajornada laboral. El drama, incluso para una gran potenciaindustrial, reside en que -para poder funcionar- una sociedad nosolo necesita médicos e ingenieros, sino que también requierecocineros, camareros, panaderos, carniceros, cerrajeros ofontaneros.
Alemania espera absorber ese desequilibrio en un plazo de cuatroa cinco años. La paradoja es que, a pesar de esas dificultades, elpaís nunca fue tan poderoso económicamente.