Carlos Siula / El Sol de México

Corresponsal

PARÍS, Francia. (OEM-Informex).- Exactamente un año despuésdel atentado contra el semanario “Charlie Hebdo”, un presuntoyihadista fue abatido ayer tras atacar una comisaría de París algrito de “¡Allahu Akbar!” (Alá es grande).

En el momento del ataque, el agresor -identificado como AlíSallah- portaba un cuchillo de carnicero y un falso cinturónexplosivo.

El episodio se produjo a las 11:30 de la mañana cuando elagresor se abalanzó contra los policías de guardia en la entradade una comisaría del popular distrito XVIII, en el norte de lacapital francesa, que lo abatieron de cuatro disparos.

Además del cuchillo de carnicero, el atacante “llevaba unteléfono y un papel con el dibujo de la bandera del grupoyihadista Estado Islámico (EI), así como una reivindicaciónmanuscrita en árabe”, precisó el Procurador de París en uncomunicado.

El texto explicaba que el motivo de su acción era vengarse porlos "ataques a Siria". Posteriormente, una fuente cercana a lainvestigación afirmó que en ese documento se incluía unjuramento de lealtad al líder del grupo yihadista, Abu Bakral-Baghdadi, que en 2014 se autoproclamó como “califaIbrahim”.

El atacante fue identificado gracias a sus huellasdactiloscópicas como Ali Sallah ciudadano marroquí nacido en 1995en Casablanca.

Se trata de un vagabundo que estaba fichado por los servicios deseguridad desde 2012 cuando fue detenido un robo cometido en eldepartamento del Var, en el sur de Francia.

“Está fichado por actos de delincuencia menor”, confirmóla ministra de Justicia, Christiane Taubira, evocando la“fragilidad psicológica” del autor del ataque. “Lo quededucimos a través de lo que conocemos de este individuo es que notiene ningún vínculo con la radicalización violenta”, precisóla ministra.

En todo caso, el ataque se produjo no solo el mismo día delprimer aniversario, sino a la misma hora en que los hermanosChérif y Said Kouachi atacaron el semanario “Charlie Hebdo”,provocando 12 muertos.

Ayer, cuando el atacante apareció con gesto hostil frente a lacomisaría, los policías vieron una serie de cables que asomabanpor debajo de la ropa. Temiendo que se tratara de un cinturónexplosivo, se decidió evacuar la comisaría y cercar el barrio dela Goute d’Or hasta que un equipo de desminado inspeccionara eldispositivo. El robot teledirigido que utilizaron confirmó que setrataba de un cinturón falso.

También se interrumpió la circulación de dos líneas demetro

Antes de autorizar a los habitantes a circular normalmente, lasfuerzas del orden rastrillaron la zona -sin resultados- en busca deeventuales cómplices.

Por la tarde, autoridades y especialistas coincidían en que eltrágico episodio parecía responder más bien a la acción de undesequilibrado.

El Gobierno recordó, no obstante, que la amenaza de atentadosen Francia sigue siendo “permanente, real y muy elevada”, menosde dos meses después de los ataques terroristas del 13 denoviembre que provocaron 130 muertos y más de 300 heridos.

Precisamente en ese contexto, el presidente François Hollanderindió ayer homenaje a las fuerzas del orden y precisó lasmedidas tomadas desde el comienzo de su mandato para prevenirnuevos ataques.

En la prefectura de París, Hollande presidió una ceremonia enmemoria de las víctimas de los atentados contra “CharlieHebdo” y el supermercado kosher en la capital.

Hollande se comprometió reforzar las fuerzas de seguridad yaseguró que, antes de 2017, serán incorporados 9 mil efectivossuplementarios a la policía y otros organismos de seguridad.

Desde hace un año, según el presidente, el Gobierno pronunciócerca de 200 prohibiciones de salida del territorio contra personascandidatas al yihad (guerra santa) en Siria e Irak, y prohibió elingreso a Francia a más de 500 extranjeros sospechados devínculos con el terrorismo. También recordó los textos de leypropuestos por el gobierno después de los ataques, como ladecisión de inscribir el estado de emergencia en laConstitución.

En el caso de los jóvenes radicalizados “proponemossometerlos  a ciertas exigencias que podrían llegar a laresidencia vigilada por un tiempo determinado”, precisó. “Dela misma forma, debemos controlar mejor los individuos fichados oseñalados y disponer de medios para retenerlos el tiempo necesariopara verificar su situación. Todo esto, obligatoriamente, bajocontrol de un juez”, explicó.

Esas medidas incluyen, por ejemplo, controles de identidad einspección de equipajes y vehículos a proximidad de sitiossensibles.

“El terrorismo no ha dejado de hacer pesar sobre nuestro paísuna temible amenaza”, dijo Hollande, colocando la accióngubernamental bajo el triple signo de “la firmeza, la reactividady la unidad”.

Hollande también consagró una parte importante de su discursoa pedir una "perfecta concertación" entre los distintos serviciosde seguridad franceses, y los instó a compartir las informacionespara hacer frente a la amenaza de atentados yihadistas.

"Ante tales adversarios, es esencial que cada servicio-policía, gendarmería, inteligencia, militares- trabaje enperfecta concertación, con la mayor transparencia, y que pongan encomún todas las informaciones de que disponen", argumentó.

Ese llamamiento permitió inferir que, a pesar de los esfuerzosde las autoridades y de la gravedad de la situación, aún existelo que en Francia se conoce como una “guerra de policías”. Esafórmula alude a la falta de cooperación entre los diversosorganismos de las fuerzas de seguridad.