Por CARLOS SIULA |CORRESPONSAL
PARÍS,Francia.- Varias capitales europeas fueron colocadas anoche enestado de alerta roja en previsión de un “atentado o ataque”terrorista inminente, que podría ocurrir “entre Navidad y fin deaño”. Esa medida sin precedentes fueadoptada por recomendación de las fuerzas de seguridad de Viena,que fueron alertadas por “un servicio de inteligencia amigo” noidentificado.
La advertencia lanzada por lasautoridades austriacas señala el riesgo de un ataque “conexplosivos o con armas de fuego” sin dar otras precisiones. Ladeclaración tampoco identifica las ciudades que corren riesgo deser víctimas de atentados.
"Se mencionaron varios nombres deposibles atacantes, que se comprobaron, y las investigaciones(basadas en estas comprobaciones) no han dado hasta ahora ningúnresultado concreto", precisa el documento de la Policía deViena.
El aviso recibido por lasautoridades europeas precisa las identidades de los posiblesagresores. Las averiguaciones sobre esos nombres no permitióobtener resultados concluyentes. "No sabemos si esta gente existeen la vida real o si solo se trata de identidades ficticias o nomsde guerre”, comentó el portavoz de la policía austriaca,Christoph Pözl.
“No sabemos siquiera si seencuentran en Viena o en otro lugar de Europa",añadió.
La advertencia creó una fuerteconmoción en Europa debido que aún está fresco el recuerdo delos recientes atentados del 13 de noviembre en París, queprovocaron 130 muertos y más de 200 heridos.
El aviso “de un servicio deinteligencia amigo a numerosas capitales europeas” fue enviado“en los días previos a Navidad”, señala la alerta.
La advertencia alude a “ataquecon explosivos o un tiroteo” que podría ser perpetrado “enlugares con mucha gente”, agrega.
La advertencia se conoció -enforma indirecta- porque la Policía de Viena pidió a losaustriacos que fueron comprensivos con el aumento de los controles.Las medidas de seguridad adicionales incluyen vigilancia en lugaresconcurridos, "sobre todo en eventos y núcleos de tráfico", asícomo en controles de identidad intensivos y una mayor alerta conobjetos que pudieran contener explosivos, por ejemplo bolsos o"cuadros de bicicletas", añadió el documento.
La Policía francesa rehusócomentar esa información y se limitó a indicar que 48 milpolicías están encargados de garantizar la seguridad de loslugares públicos y de los sitios más concurridos por los turistasen este periodo de vacaciones, que se extiende hasta el 4 deenero.
Francia movilizará contingentesespeciales de fuerzas del orden y militares para garantizar laseguridad en la capital francesa durante las celebraciones del AñoNuevo. Se calcula que más de un millón de personas se reuniránen la tradicional avenida de los Campos Elíseos el 31 de diciembrea medianoche para recibir el año 2016 en un clima de fiesta sinprecedentes desde el cambio de milenio.
Después de los atentados del 13de noviembre, los parisinos se esfuerzan en demostrar que esosataques no conseguirán modificar el tradicional estilo de vidafestivo de la capital.
En el espíritu de los habitantesde la capital, la congregación del 31 de diciembre a medianocheestará destinada a demostrar que -como hubiera querido ErnestHelingway- “París fue, es y debe seguir siendo unafiesta”.
Francia: tercera noche deviolencia anti-árabe en la isla deCórcega
Al grito de “árabes afuera”y otras injurias de carácter racista, unas 200 personas volvierona manifestar ayer en Ajaccio, en la isla de Córcega, paradenunciar el terrorismo yihadista y pedir la expulsión de losmusulmanes que trabajan en la isla. La protesta, por tercera nocheconsecutiva, se desarrolló en medio de los aplausos y vivaslanzados por los habitantes desde los balcones de Los jardines delEmperador, un barrio popular de esta ciudad de 66 mil habitantesubicada en el sur de la isla.
Córcega es la isla natal deNapoleón Bonaparte.
“Estamos nuevamentepresentes”, gritaron los manifestantes al día siguiente de unajornada de extrema violencia que culminó con un ataque contra uncentro de plegaria de la comunidad musulmana, seguido de unincendio cometido por jóvenes encapuchados, el cual fueronparcialmente quemados varios ejemplares del Corán.
Los bomberos y la policía queintentaron intervenir para apagar el incendio y calmar la ira delos manifestantes fueron violentamente atacados al parecer pormanifestantes árabes que acusaban a las fuerzas del orden de“complicidad pasiva” con los agresores. A pesar del despliegue de fuerzas del orden en los sectoresmás conflictivos de la ciudad, los manifestantes volvieron adesbordar el dispositivo policial y acataron varios edificiospúblicos sin ser reprimidos.
Los actos vandálicos del viernesúltimo fueron unánimamente condenados. El primer ministro ManuelValls denunció una “profanación inaceptable de un lugar deculto” musulmán, mientras que el ministro del Interior, BernardCazeneuve evocó una “violencia intolerable” que demuestra una“xenofobia y un racismo” que “no quedarán impunes”. Laministra de Justicia, Christiane Taubira, prometió por su parteque “los culpables serán castigados”. La mayoría de lospartidos políticos también condenaron el ataque. La únicaexcepción fue el Frente Nacional (FN). El partido de extremaderecha que dirige Marine Le Pen estimó “legítimo” que losciudadanos “hagan justicia por su propia mano” cuando losciudadanos “tienen la sensación de que el Estado es incapaz dehacer reinar el orden republicano”.
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