Se profundiza el misterio sobre yihadista solitario que atacó una comisaría en París

Redacción El Sol de México

  · lunes 11 de enero de 2016

Tarek Belgacem, de nacionalidad tunecina, figura entre las personas inscritas como solicitantes de asilo en Alemania.

Carlos Siula / El Sol de México

Corresponsal

PARÍS, Francia. (OEM-Informex).– El kamikaze abatido por laPolicía el jueves pasado cuando intentaba atacar una comisaría deParís era probablemente un tunecino que vivía en un albergue pararefugiados de Recklinghausen, en Renania del Norte-Westfalia, en eloeste del país, afirmaron en un comunicado las autoridadesalemanas.

Después de cuatro días de investigaciones, emprendidas apedido de Francia, las fuerzas del orden alemanas realizaron variosregistros, que permitieron confirmar algunos elementos sobre lavida de ese joven, cuya identidad no pudo ser precisada.

Inicialmente, sobre la base de documentos hallados en su poder,la Policía francesa pensó que se trataba de Alí Sallah ciudadanomarroquí nacido en 1995 en Casablanca. Esa información fueposteriormente desmentida por gente que lo había conocido y loidentificó como Tarek Belgacem, de nacionalidad tunecina. Esenombre, por lo demás, figura entre las personas inscritas comosolicitantes de asilo en Alemania.

“Hoy sabemos que sin duda es de origen tunecino, que su nombresería Tarek Belgacem y que habría residido en varios países dela Unión Europea (UE), Luxemburgo, Alemania y Suiza”, explicóayer por la noche el ministro del Interior francés, BernardCazeneuve. El ministro aseguró que “el atacante no teníacómplices” cuando se precipitó a la comisaría con un cuchillode carnicero y un falso cinturón explosivo, al grito de“¡Allahu Akbar!” (Alá es grande).

La Policía descubrió posteriormente que llevaba un papel conel dibujo de la bandera del grupo yihadista Estado Islámico (EI),así como una reivindicación manuscrita en árabe, explicando quese trataba de una venganza por los “ataques a Siria”. Esedocumento también incluía un juramento de lealtad al líder delgrupo yihadista, Abu Bakr al-Baghdadi, que en 2014 se autoproclamócomo “califa Ibrahim”. Entre sus ropas se halló igualmente unteléfono con una tarjeta de telefonía móvil de una empresaalemana. Esa fue la pista que permitió orientar la investigaciónhacia los 1.1 millones de refugiados que llegaron a ese país en elúltimo año.

En uno de sus bolsillos también tenía una foto de los avionesTornado alemanes enviados a Turquía, que han comenzado a apoyar ala coalición internacional en los bombardeos contra posicionesyihadistas en Siria.

El semanario alemán Welt am Sonntag, por su parte, aseguróayer que el hombre había pintado el símbolo del grupo yihadistaEI en una pared del albergue donde residió en Recklinghausen, loque indujo a las autoridades a clasificarlo como potencialmentepeligroso. La Policía germana le perdió la pista cuandodesapareció de Recklinghausen en diciembre, precisó por su ladoel sitio on line del semanario Der Spiegel.

[Sería en ese momento que transitó por varios paíseseuropeos].

Welt am Sonntag destaca que, según sus informaciones, el hombrese había inscrito como refugiado en Alemania bajo cuatroidentidades diferentes, afirmando alternativamente que era denacionalidad siria, marroquí y georgiana. También presentó porlo menos un pedido de asilo a nombre de Walid Salihi.

Las agresiones sexuales, robos y otros actos de violenciaperpetrados durante la Nochevieja en Colonia provocaron un fuertesentimiento de hostilidad de la opinión pública contra lapolítica de asilo. La presencia de presuntos terroristas en losalbergues de refugiados agudizó las protestas de los gruposxenófobos y antimusulmanes.

Las autoridades registraron hasta ahora 516 denuncias, actos queson atribuidos en su mayor parte a grupos de inmigrantes ysolicitantes de asilo. Al menos 40 por ciento las denuncias, segúnla Policía, evocan agresiones sexuales perpetradas por jóvenesprocedentes de países del norte de África.

La investigación sobre los episodios ocurridos en Coloniademuestran, “sin ninguna duda, que fue una acción coordinada ypreparada”, afirmó el ministro de Justicia, el socialdemócrataHeiko Maas. También indicó que la Policía estudia la existenciade “posibles vínculos” con otros episodios similares ocurridosen ciudades como Hamburgo, Stuttgart o Francfort.